AÑORANZAS DEL FUTURO...

[Francisco Molina Infante]

En la soledad de la habitación donde me encuentro recluido: sólo pienso en ti –en los besos sinceros que nos dimos influenciados por el roce del cariño.

Ya no sé qué pensar, de tantas vueltas como le doy a mi mente.

Sé que eres la auténtica: -la mujer verdadera que tanto he buscado-; pero mi fe tiene sus limitaciones terrenales, que tú le impones con tus dudas.

Me imagino mi fracaso total ante ti; porque fui osado en mi afán de conquistar tu amor y me siento en completo fracaso.

Tus labios se han abierto a mis besos, como claveles reventones que yo he visto ansiosos de cariño; pero tú lo has matado, porque te faltó valor para decirlo y por tu juventud para quererme abiertamente y sin mirar a los vecinos; (sé que ya paso de los 70 y tú no llegas a los 20), ¿cuál será el porvenir que nos espera? Y te lo preguntas, sin cesar; más yo te digo que será el que nos labremos a base de cariño…

La cobardía es un defecto en el ser humano, que yo no puedo tolerar.

Me has partido el alma dejándote llevar por las opiniones ajenas.

Nunca serás una auténtica mujer por ese camino lleno de opiniones ajenas, sin sentido. “El amor es infinito, si se funda en ser honesto...

Hay quienes van sembrando la vida con espinas irreales, que sólo pretenden romper los amores serios y auténticos.

No hagas caso a rumores mal sonantes, que es seguro: están carentes de todo amor verdadero, porque no lo supieron buscar o crear en armonía.  Comprueba, con hechos y de buena fuente, todo aquello que pueda producirte intranquilidad o sobresaltos, pero no te amilanes.

Te hablo con el corazón en la mano, para que veas claramente: que tu vida, nunca será tuya, si te dejas llevar por los demás -opinión ajena-.

¡Se tú…, siempre tú misma! pues vales mucho –mi querida niña- y, más cada día: si haces siempre lo que te dicta el corazón haciendo honor a tus virtudes –que son muchas- y, a tus sentimientos –siempre nobles-.

Tu conciencia enarbola la bandera de tus actos siempre sinceros, nobles y verdaderos. “El amor no tiene edad, ni conoce fronteras”.

Me enorgullece saber: que, conocí de cerca la primavera y, me apena: que yo no tenga la templanza de entenderte; más, mi alma estará siempre abierta para atender tus más leves suspiros.

No la dudes nuca ¡vida mía! que, aquí está el que te espera para andar –a tu lado- los caminos venideros que Dios nos permita vivir.       

 

[mamihega]

Profundas letras, pero muy bonitas gracias por compartir, cariños.

[Elias Antonio Almada]