NATURALEZA Y ELEMENTOS PRIMORDIALES DEL TEXTO EXPOSITIVO
INFORME Nº 3
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ
ALTAGRACIA DE ORITUCO-ESTADO GUÁRICO
CURSO: LENGUAJE Y COMUNICACIÓN.
SECCION “G”.-EDUCACION PREESCOLAR.
FACILITADORA: MILAGROS HERNANDEZ
PARTICIPANTE: TOVAR GLENNYS NATIVIDAD
Naturaleza y Elementos Primordiales del Texto Expositivo
La palabra exponer remite, básicamente, a la idea de explicar algo o hablar e algo para que los demás lo conozcan. Así pues, podemos definir la exposición como el tipo de discurso que tiene por objeto transmitir información. El texto que cumple este objetivo se denomina texto expositivo. Desde este punto de vista, el texto expositivo es el discurso que atina a transmitir información, con un público objetivo masivo o especializado, mediante una lectura objetiva de los datos y con las necesarias explicaciones donde corresponda. Los textos expositivos o explicativos se presentan en: manuales, enciclopedias, revistas de carácter científico, artículos divulgativos, reglas de juego, etc. En estos textos, se reconocen ciertos elementos que casi siempre estarán presentes, en primer lugar un concepto central e información complementaria, generando una estructura ordenada (presentación, desarrollo y conclusión); y en segundo lugar, también hay una finalidad, que generalmente da a conocer algo e instruir el emisor, quien dirige su información en forma individual o colectiva. En lo que respecta al receptor, este debe ser capaz de comprender el texto ya sea porque el mismo apunta a un sector determinado o porque posee las aclaraciones requeridas; también en el mismo, debe prevalecer el carácter objetivo; y no debe haber ambigüedad, siendo imprescindible la claridad de conceptos; porque habitualmente, el tiempo elegido es el presente. Este tipo de texto es conocido como informativo en el ámbito escolar, donde su función primordial es la de transmitir información pero no se limita simplemente a proporcionar datos sino que además agrega explicaciones, describe con ejemplos y analogías; de allí que este presente en:
Todas las ciencias, tanto en las físico-matemáticas y las biológicas como en las sociales, por que el objetivo central de la ciencia es proporcionar explicaciones a los fenómenos característicos de cada uno de sus dominios. Además esta presente en las asignaturas del área físico-matemática, pues la forma característica que adopta la explicación es la demostración. El contacto con esta clase de textos entonces es constante en la escuela desde Nivel Inicial hasta el final de la escolaridad pero a pesar de ello, los alumnos demuestran serias dificultades para comprenderlos; esto porque el docente debe abordar la temática del texto expositivo con tres elementos fundamentales: la descripción, las definiciones, y a través de comparaciones, de este modo, los detalles como pilar del texto expositivo especificaran la pormenorización de las nociones que se quieren trasmitir, y el carácter meramente informativo resaltara la objetividad del discurso para que el receptor esté más familiarizado, con la interpretación y comprensión del texto, también algunos ejemplos, son fundamentales aunque algunos a veces los ignoren cuando se hace una lectura, son muy útiles para explicar conceptos, ya que con ejemplos se materializa y se especifica lo que se esta tratando de explicar. En este orden de ideas el texto expositivo constituye la explicación como un género, a cuya estructura se recurre, con la finalidad de clarificar lo confuso o exponer lo novedoso; supone, asimismo, una comunicación, basada en un acuerdo implícito entre el emisor, que es quien explica y el receptor, que es quien recibe la aclaración. En virtud de este pacto, se admite; en primer lugar, la autoridad del primero, en base al mayor conocimiento que se le atribuye, sobre un tema determinado y al manejo apropiado de las estrategias para transmitir ese conocimiento; en segundo lugar, la certeza del asunto por explicar, dado que se explica algo que ya ha ocurrido y no se lo discute. Varían, sin embargo, los roles de explicador y receptor de la explicación; ello, de acuerdo con el dominio que cada uno tenga sobre el tema, sujeto a explicación.
Por las razones expresadas anteriormente La función principal del texto expositivo es la de establecer una relación de influencia entre locutor e interlocutor, en el momento de la enunciación. En él se presenta el tema de manera que el interlocutor también sienta un interés personal. Además, revela el punto de vista interno del locutor con relación a lo que él dice sobre el mundo y puede testimoniar cómo el habla de un tercero se impone al locutor, que se convierte en relator de lo que dice el otro. De acuerdo con las propiedades del texto expositivo, éste sirve igualmente para explicar cualquier materia e informar acerca de algo. De ahí que en ocasiones se le denomine texto expositivo-explicativo. Basados en estas premisas se reconocen dos partes en el texto expositivo: una parte que no se comprende y otra que hace comprensible la primera. Entre ambas se establecen, a su vez, dos tipos de relaciones: causal y de equivalencia. La relación causal -a la que recurren, con mayor frecuencia, los textos históricos- se reconoce a partir de las preguntas ¿por qué? o ¿cómo? La relación de equivalencia-a la que recurren, frecuentemente, los textos de divulgación científica- se establece mediante paráfrasis, sustituciones por sinónimos, ejemplificaciones y traducciones. De este modo, en la actualidad, con el creciente auge de las tecnologías audiovisuales se observa la proliferación de textos expositivos acompañados por imagen que parecen ser la forma cultural hegemónica de fin del milenio. Dentro de este amplio espectro de textos e hipertextos, el video educativo se esta ofreciendo para el receptor como un instrumento privilegiado para la enseñanza de conocimientos, la socialización y la transmisión de valores. Su creciente popularidad disputa con la televisión el lugar de honor entre las preferencias del telespectador. Si bien comparten características, las temáticas abordadas y los objetivos que persiguen son muy diversos. Este tipo de información permite al hablante canalizar inquietudes artísticas y ofrece amplias posibilidades expresivas, por lo cual es el medio apropiado para la función didáctica gracias a la síntesis visual y auditiva, la conjunción de códigos lingüísticos, paralingüísticos e icónicos.
En tal sentido, los medios audiovisuales se perfilan como un elemento de singular relevancia en la configuración de la cultura y de sus valores. Debido a que la naturaleza informativa del texto expositivo es objetiva y esta dirigida a un publico predeterminado, es necesario que el emisor o el autor del mismo tomen en consideración un tema preciso, claramente identificado y delimitado,
una estructura, es decir, una forma de organizar la información que se presenta en el texto, y un propósito establecido previamente por el emisor e interpretado posteriormente por el receptor, en vista de que el emisor puede ser individual o colectivo; también puede ser particular o institucional, a veces, el receptor es un grupo de personas con características definidas, sin embargo, los textos han de estar adaptados a la naturaleza y nivel de conocimientos de los receptores. Tomando en cuenta estas premisas el texto expositivo puede ser clasificado como: de divulgación que es el que informa acerca de un tema de información y no se necesita especialización para entenderlo; Ejemplo: la disertación como conferencia, también están lo textos especializados que exigen que el emisor tenga un conocimiento previo; Ejemplo: informes leyes, generalmente en el texto expositivo se habla en tercera persona, siempre se debe realizar en lenguaje formal, también se deben usar palabras; con respecto a la relación de la información esta determinada por la diferencia de conocimiento entre cada uno, con respecto al tema en cuestión, y al discurso mismo; teniendo en consideración con los factores de edad, cultura, género e intereses o ideales, ya que éstos influirán al momento de emitir o recepcionar el contenido del mensaje. En tal sentido, el emisor, por lo general, tiene un mayor grado de conocimiento de la información, ya que es él quien expone o comenta el discurso y debe hacerlo de un modo claro y entendible. Por otro lado, el destinatario debe tener una mayor capacidad de recepción, para poder procesar bien la información entregada, sin importar si este procesamiento se da de forma paulatina, lenta o acelerada.
Por el contrario, si el texto está por escrito se habla de un procesamiento de la información de un modo más pausado, pues se deben tener en cuenta los elementos semánticos y léxicos del texto, que permitirán una comprensión global del mismo, ahora bien, si el texto está entregado de forma oral, la comprensión del receptor será de forma más rápida, sin tener el mismo tiempo que si leyese; es por ello que los discursos expositivos orales son destinados a un público especializado en un tema específico, pues se requiere que procesen de forma más inmediata el contenido que se informa y esto se logra de modo más óptimo si el auditorio tiene conocimientos del asunto. Como ya se ha señalado el carácter expositivo busca explicar - de un modo muy claro y preciso la información que se está entregando , buscando la comprensión del tema por parte del receptor y así haciendo efectiva la comunicación; de esta forma, el discurso debe ser adecuado según el tipo de destinatarios que existan y del grado de conocimientos que éstos tengan respecto al tema a exponer, de esta manera es posible determinar el nivel del habla y recursos verbales, no verbales y paraverbales a utilizar, dependiendo si el texto es oral o escrito. El conocer al destinatario permite poder relacionar la naturaleza de la información con el tipo de receptor y enmarcar la situación comunicativa dentro de esos parámetros. En resumen, de deben considerar factores tales como: La naturaleza de la información; la cual busca entregar información sobre diferentes temas y se debe tener en consideración si la naturaleza del mismo es algo científico, filosófico, religioso, literario, noticioso, matemático u otros. Es por ello que el emisor deberá adecuarse al público que escuche o lea, pero también adaptarse al contenido de la información a entregar. Otro factor primordial lo es el tipo de receptor; para que el texto expositivo cumpla su objetivo de un modo eficaz, se deben tener en cuenta el o los tipos de receptores de la información, para que el emisor pueda ir adaptando su discurso según quién lo escuche o lea: si es un profesional, un político, un grupo de estudiantes de enseñanza básica o media, un público sin formación académica, familiares, etc.
En todo caso, el buscar un vocabulario adecuado para los diferentes tipos de receptores, además de utilizar un léxico específico y técnico, también el uso de un vocabulario con estructuración sintáctica entendible simple, hacen que el tema y la información que aporta el emisor permitan que el grado de conocimiento del receptor vaya ampliándose y/o modificándose, pasando de un estado inicial del saber a uno más avanzado, según sean los datos entregados por el emisor y el modo en que los da, procurándose la prolijidad y claridad.