SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL
2024-03-29T07:36:43Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
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PENSANDO EN EL AMOR
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2021-01-29:2575830:Topic:1577570
2021-01-29T02:49:29.765Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
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<p>PENSANDO EN EL AMOR.</p>
<p>Es piñata de sensaciones compartidas con el hombre que amo. <br></br> Es bolsa de entrega, ilusión, miradas cómplices y silencios, manos apretadas, palabras que quizá no se dijeron ni se dirán . ¿Es para siempre? quizá no sea para toda la vida ni mantenga la misma intensidad.</p>
<p>El amor es cristal, porcelana, cuarzo, espejo. Se puede destruir en un segundo y también potenciarse cada vez. <br></br> Implica variados condimentos : discusiones, acuerdos, reencuentros,…</p>
<p>PENSANDO EN EL AMOR.</p>
<p>Es piñata de sensaciones compartidas con el hombre que amo. <br/> Es bolsa de entrega, ilusión, miradas cómplices y silencios, manos apretadas, palabras que quizá no se dijeron ni se dirán . ¿Es para siempre? quizá no sea para toda la vida ni mantenga la misma intensidad.</p>
<p>El amor es cristal, porcelana, cuarzo, espejo. Se puede destruir en un segundo y también potenciarse cada vez. <br/> Implica variados condimentos : discusiones, acuerdos, reencuentros, sexo, y una trama vincular que se va apretando con el conocimiento mutuo y la admiración, si el sentimiento remolinea en paz.</p>
<p>El amor es amigo del perdón, del respeto, de la comprensión y la prudencia. No siempre ni todo es rosa. Es un proceso para nada lineal, con idas y vueltas, tirabuzones que aprietan y se aflojan.</p>
<p>Amar con pasión nos descoloca, nos desubica, nos permite llegar a la cima del Everets o bucear en las profundidades del abismo de Challenger.</p>
<p>Amor y amar no se representan con rectas, más bien parecen el resultado de un electrocardiograma con picos y depresiones que marcan el tic tac del sentimiento.<br/> Los momentos amorosos plenos producen la energía que sostiene el alma, el corazón, el cerebro y el cuerpo.<br/> Es sublime sentirse enamorada.</p>
<p>No hay receta universal que explique qué y cómo es el amor ni con qué medir la capacidad amatoria. Cada ser posee una manera diferente de percibir la intensidad y el deseo que despierta ese amor. <br/> Hay una canción de Agustín Lara “ Yo conocí el amor y es muy hermoso pero en mí fue fugaz y traicionero”<br/> Mentira, noooo. Mi amor fue profundo, no perfecto, pero fue un buen amor similar a la hierba fresca, entre almas afines. Un bello amor que con los años se tornó más fuerte, más tierno, más viril y leñoso.<br/>
Amé y he sido amada. Fui feliz. Aún hoy, ese fiel amor del pasado alimenta mi ilusionado corazón. <br/>
¡Nadie debiera morir sin conocer un gran amor!</p>
<p>Martha Dora Arias Brun.</p>
AL AMOR REGASTE
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-02-15:2575830:Topic:1436269
2020-02-15T04:09:46.130Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
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<p><strong>AL AMOR REGASTE</strong></p>
<p><strong> </strong></p>
<p>Una bella semilla plantaste</p>
<p>siempre agua le brindaste</p>
<p>así una gran planta lograste</p>
<p> </p>
<p>Al amor también lo regaste</p>
<p>simples caricias le brindaste</p>
<p>con sencillos actos regocijaste.</p>
<p> </p>
<p>Ese amor tan puro me entregaste</p>
<p>nunca, nadie podrá destruir</p>
<p>pues es nuestra razón de vivir.</p>
<p> </p>
<p>Miriam Inés Bocchio</p>
<p>Argentina</p>
<p><strong>AL AMOR REGASTE</strong></p>
<p><strong> </strong></p>
<p>Una bella semilla plantaste</p>
<p>siempre agua le brindaste</p>
<p>así una gran planta lograste</p>
<p> </p>
<p>Al amor también lo regaste</p>
<p>simples caricias le brindaste</p>
<p>con sencillos actos regocijaste.</p>
<p> </p>
<p>Ese amor tan puro me entregaste</p>
<p>nunca, nadie podrá destruir</p>
<p>pues es nuestra razón de vivir.</p>
<p> </p>
<p>Miriam Inés Bocchio</p>
<p>Argentina</p>
“PALABRAS DENIGRANTES EN BOCA DE LA SULTANA AIXA” * Autor José Santiago
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-02-14:2575830:Topic:1436096
2020-02-14T18:14:11.707Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
http://sociedadvenezolana.ning.com/profile/NormaCeciliaAcostaManzanares
<p> </p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;">“PALABRAS DENIGRANTES EN BOCA DE LA SULTANA AIXA” </span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;">Autor José Santiago</span></p>
<p><br></br> <br></br> <span style="font-size: 14pt;">Un extraño señor color tierra me lo ha demostrado apretando sus puños dentro del barro mojado.</span></p>
<p></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">“Ves... ésta, es Isabel la Católica ...Éste, su confesor ...éste que sale…</span></p>
<p> </p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;">“PALABRAS DENIGRANTES EN BOCA DE LA SULTANA AIXA” </span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;">Autor José Santiago</span></p>
<p><br/> <br/> <span style="font-size: 14pt;">Un extraño señor color tierra me lo ha demostrado apretando sus puños dentro del barro mojado.</span></p>
<p></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">“Ves... ésta, es Isabel la Católica ...Éste, su confesor ...éste que sale erguido entre el índice y el pulgar, es uno de sus amantes con el que tuvo un hijo que desconoce la historia ...Emparedado fue en Medina del Campo”.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Tocó las palmas salpicándolo todo rabioso por liberarlo.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Mete su mano más profundamente de nuevo en el barro y, conforme aprieta a la altura de mis ojos, dice:</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>“...Éste, que apenas asoma por el hueco de mi mano, es Boabdil (Mohamed Abu Abdalahyah)… Su espíritu mora por la gitanilla de la costa granadina a la que amó con locura -Tanit- su verdadero amor.</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em> </em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>Entre el ir a la playa para amar a su amante y de regreso por las Alpujarras hasta La Roja ...consumió gran parte de su existencia.</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>Tanto Isabel como Fernando se aprovecharon hasta apresarlos en Lucena junto a su amante…</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em> </em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>...Al desterrarlos -en el Suspiro del Moro- fue “ensaetada” a traición la gitanilla.</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em> </em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>Lloró... Boabdil lloró su desconsuelo y… de pena y rabia –su madre- también lloró.</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em> </em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>…Sepultada entre terrones de tierra encarnada, desde entonces crece una endémica florecilla de pétalos carmesíes contagiando el entorno de un aroma entre quejíos como un embrujo posado en el aire… Los amantes, para no ser sorprendidos que se aman allí, se ven envueltos en un velo con pliegues de granada con forma de ocasos tupidos, protegiéndolos…</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em> </em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>…Y sin embargo, las malas lenguas cristianas hasta Echevarría, pusieron palabras denigrantes en boca de la sultana Aixa (“Fátima la honrá”) para silenciar tan atroz asesinato”. <br/></em></span> <br/> <span style="font-size: 14pt;">...Abre su mano con el barro apretado y veo dos estatuillas entrelazadas formadas que me entrega ...Al alejarse puntualiza:</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>“Cuéntaselo a quien corresponda... Pruebas de ello te di en la Cueva de los Siete Palacios en el Manuscrito Oculto. Haz lo que debas.</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em>…Que la historia, clama a los cielos por su luna de cuna”.-</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Copyright José Santiago</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">…Un abrazo entre alas</span></p>
¡TANTO PLACER!...(Relato corto)
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-02-14:2575830:Topic:1435840
2020-02-14T03:14:15.551Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
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<p><a href="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3849648011?profile=original" rel="noopener" target="_blank"><img class="align-center" src="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3849648011?profile=RESIZE_710x"></img></a></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;">¡TANTO PLACER!</span></p>
<p style="text-align: center;"></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;">(Relato corto)</span></p>
<p></p>
<p></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">Lo conocí una noche de pesares, cuando su voz se apagó…</span></p>
<p></p>
<p><a href="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3849648011?profile=original" target="_blank" rel="noopener"><img src="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3849648011?profile=RESIZE_710x" class="align-center"/></a></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;">¡TANTO PLACER!</span></p>
<p style="text-align: center;"></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;">(Relato corto)</span></p>
<p></p>
<p></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">Lo conocí una noche de pesares, cuando su voz se apagó</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">para siempre. Se podría decir que lo conocí demasiado tarde...</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">pero no es así, para el amor no hay espacio ni tiempo, para</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">el amor sólo existen eternidades.</span></p>
<p></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">Y se convirtió en mi otra mitad, en mi esencia, en lo más puro</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">y tierno que me ha nacido. Y desde entonces es alma de mi alma,</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">lo más mío, lo más íntimo que Dios en su grandeza me ha regalado.</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">Amanecemos juntos y nos arrullamos en cada amanecer. </span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">Nuestras manos entrelazadas hasta quemarnos. Nuestros labios</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">bebiendo la sustancia de esta mutua pasión.</span></p>
<p></p>
<p></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">Una paz se extiende entre mi amado y yo. Un deleite.</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">Somos el uno del otro, yo respiro por su boca y él mira por mis ojos,</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">estamos tatuados el uno en el otro. Él huele a mí, y yo llevo su</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">aroma en mi piel. ¡Ay, si a veces pienso que ya no puedo más</span></p>
<p><span style="font-size: 12pt;">con tanto placer!</span></p>
<p style="text-align: center;"></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;">INGRID ZETTERBERG</span></p>
<p></p>
<p><span style="font-size: 12pt;"><a href="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3782541516?profile=original" target="_blank" rel="noopener"><img src="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3782541516?profile=RESIZE_710x" class="align-center"/></a></span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;">Derechos reservados</span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;">Safe Creative Cta. 1006080193112</span></p>
Mi temple
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-02-13:2575830:Topic:1435973
2020-02-13T22:38:29.379Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
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<p>MI TEMPLE</p>
<p> </p>
<p>El tren en una hora partía, pero el tiempo pasaba sin demora y los zapatos sobre la cómoda seguían, algunas prendas sin colocar en la maleta continuaban, en el bolso de manos había apenas una cuarta parte de los objetos personales porque se encontraban dispersos por todos lados, la pequeña habitación era un enorme placard colapsado y desordenado.</p>
<p>Llovía tan fuerte que no se escuchaba nada más que el golpe del agua, mire el reloj y la hora había…</p>
<p>MI TEMPLE</p>
<p> </p>
<p>El tren en una hora partía, pero el tiempo pasaba sin demora y los zapatos sobre la cómoda seguían, algunas prendas sin colocar en la maleta continuaban, en el bolso de manos había apenas una cuarta parte de los objetos personales porque se encontraban dispersos por todos lados, la pequeña habitación era un enorme placard colapsado y desordenado.</p>
<p>Llovía tan fuerte que no se escuchaba nada más que el golpe del agua, mire el reloj y la hora había pasado como centella, el corazón latía desesperado ante sus apuradas huellas, a medio maquillar, guardando mis pertenencias como pude y colocándome los pendientes subí al carro que me llevaba a la estación, el susto por llegar a horario me dejaba sin aliento y así quede... exhausta en el asiento del tren.</p>
<p>Respire profundo y me relaje, subió el guardia y con voz alta anuncio que por el clima se aguardaría un poco más en la estación y que quizás en una hora saldría, tome mi cartera, busque el teléfono móvil para avisar a mi prometido que el viaje se había retrasado y que en vano me había apurado, busque y nada… “el celular no estaba” muy desesperada hablé con el guardia le conté que viajaba a mi compromiso porque con mi novio decidimos que en el almuerzo del cumpleaños de su madre anunciaríamos nuestros planes de bodas, entre lágrimas volví a casa y debía regresar en menos de una hora, fui en un taxi y halle mi móvil sobre la mesa, mi peinado desarmado con el cabello empapado y el maquillaje corrido por la fuerte tormenta, pero volví a la estación y mi equipaje con el tren partió.</p>
<p>Con un estrés descomunal llame a mi hermano y llego en su auto, emprendimos el viaje a la siguiente ciudad donde el tren tendría una breve parada, lo alcanzamos justo y angustiada le pedí al guardia me deje pasar, pasé y volví a respirar relajándome de a poco, hable con mi futuro esposo y todo volvía al foco.</p>
<p>Pedí un café y en un brusco movimiento lo derrame sobre el vestido, el cual quedaría perpetuado en nuestras fotos de compromiso, que, decidí después de luchar con mi gusto indeciso lo escogí, otra vez mis lágrimas eran como gotas de lluvia, nada de lo que había planeado salía, luego de sollozar por un rato quede dormida mientras miraba el nuboso paisaje.</p>
<p> Desperté serena, mire la hora y era muy tarde para el almuerzo que anunciaríamos nuestro compromiso, pensé que en la cena podríamos anunciarlo mientras volvía lentamente el angustia al sentir arruinado el momento anhelado que queríamos vivir. </p>
<p>Y llegue… despeinada, despintada, con el vestido manchado con café, apenada que hasta el regalo para mi novio olvide… pero llegue, descendí y también llovía, abrí la sombrilla y mientras caminaba para refugiarme en la estación en un costado del tren cerca de la vía lo vi, de traje y más buen mozo que nunca con un ramo de bellas y rosadas rosas en una mano y en la otra, las alianzas, sorprendida y emocionada corrí hacia él y nos entrelazamos en un profundo abrazo, su aroma invadió de amor mis sentidos, embeleso mi razón y el calor de su cuerpo emociono mi corazón y me olvide de todo lo que había pasado, fue mágico, todas las dudas se esfumaron, todas mis incomodidades se olvidaron… así fue, mis queridos hijos… es en esta foto que decidí perpetuar de nuestro compromiso 30 años ya, después del viaje y…</p>
<p>¿Saben qué? No se ven las manchas del vestido ni las ojeras del maquillaje, tampoco se ven mis cabellos desgreñados, fue todo perfecto, es perfecta la foto que nos sacó el tío Tom y 30 años después debo decirles que su padre sigue siendo la serenidad y emoción de mi corazón. Él, los cimientos y ustedes completan mi templo, que sería de mi sin mi… (besando la frente de sus dos hijos) sin mi temple.</p>
<p>Mamihega.</p>
PARA EL AMOR IMPOSIBLE
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-02-13:2575830:Topic:1435955
2020-02-13T21:06:27.783Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
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<p></p>
<p style="text-align: center;"><a href="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3861179523?profile=original" rel="noopener" target="_blank"><img src="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3861179523?profile=RESIZE_710x"></img></a></p>
<p>Cuando te vi por primera vez, noté algo extraño en tus ojos, parecías tímida, solitaria. Pero desde ese instante me vi retratado en tus pupilas. Me pareció que te conocía desde viejas edades. Tu voz llegó a mis oídos como un dulce trino en madrugada, tu sonrisa fue la melodía que incendió mi hoguera interior, tu…</p>
<p></p>
<p style="text-align: center;"><a href="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3861179523?profile=original" target="_blank" rel="noopener"><img src="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/3861179523?profile=RESIZE_710x"/></a></p>
<p>Cuando te vi por primera vez, noté algo extraño en tus ojos, parecías tímida, solitaria. Pero desde ese instante me vi retratado en tus pupilas. Me pareció que te conocía desde viejas edades. Tu voz llegó a mis oídos como un dulce trino en madrugada, tu sonrisa fue la melodía que incendió mi hoguera interior, tu silueta me era familiar y llenó el vacío que se había hecho eterno en mi corazón. Desde aquel instante empecé a renacer en los brazos de la alegría y el optimismo afloró por mi piel con aires de primavera. Cuando te fui conociendo más y más, me di cuenta que a pesar de tu juventud y belleza, caminabas ausente del amor y la amistad verdadera, por eso te brinde mi afecto y es tan grande que si algo te pasase, te podría dar hasta mi vida si fuera posible. Comprendí que había una gran afinidad entre nosotros. Eras como si estuvieses hecha a mi medida. Eso me lo dijo tu mirada inmensamente encantadora que dice bastante de lo que guardas en tus entrañas divinales. Al pasar el tiempo te empecé a querer aunque no era tu pareja. Lo que comencé a sentir me di cuenta que era más que amor. Lo mío es puro, santo, espiritual, sagrado, sublime. No hay en el mundo algo parecido. No es un sueño como queriendo retroceder el tiempo y ser de nuevo adolescente. Es un latido que trasmite unidad, idilio, reconciliación con mis deseos de superación y dicha que abre las ventanas hacia la felicidad. No te quiero para un día ni para una noche. Te quiero por el resto de existencia que me queda y hasta más allá de la muerte. Decirte que te amo es poca cosa, lo mío está por encima del sentimiento humano, es sobrenatural, misterioso que rompe todo esquema terrenal. Por eso cuando te veo, vuelvo a nacer y cuando te despides me hieres el alma. Si por algún motivo no se cristaliza nuestra unión, seguiré aferrado a tu recuerdo. Pensarás que es una locura, una fantasía, un espejismo lo que aflora por mi pluma, pero no es así. Nunca es tarde para ser amado. Gracias a Dios, aún tengo las fuerzas necesarias para hacerte feliz y aunque sea lo último que haga, te amaré por sobre todas las cosas. Tu seguro te imaginas que esto es pasajero, pero ten presente que nadie te podrá querer como te quiero yo. Aún no ha nacido una persona que te pueda dar más amor que yo. Puedo ser capaz de hacer hasta lo imposible con tal de verte sonreír. Más yo voy a inventar las caricias más tiernas para que no te sientas sola en mi ausencia. Mi vida sin ti no tiene sentido. Si te alejas de mi lado creo que viajaría errante sobre la faz del universo en busca de tu aroma celestial y tu silueta de ángel. Me haces tanta falta en mi soledad que sin querer pronuncio tú nombre como si estuviese obsesionado bajo un delirio apasionante. Te sueño junto a mí pero las dulces escenas que hacemos, prefiero callarlo. Las noches de insomnio se acrecientan al no estar a tu lado. A veces tengo miedo que llegue el día y me digas que esto no puede ser, que todo terminó. Si algún día lo hicieras, no estarías terminando una relación; si no dejando en completa agonía a las ilusiones de un hombre que te quiere de verdad. Dejarías moribundo al verso apasionado que llora impregnado de belleza poética. Es que ya no creía en el amor, pero ahora sé que existe. Es que tú solamente me das la senda de lo humano a lo divino. Por eso me siento contento. Es que somos dos contra el mundo y aunque no caminemos de la mano, o abrazados, no nos arrullemos en un parque a escondidas de la gente, o aún no te haya llevado de blanco al altar; en el fondo de mí ser reinarás por siempre. Es que eres la mujer de mi vida que no quisiera perder jamás, por estar hecho el uno para el otro.</p>
<p style="text-align: center;">Por: Fidel Alcántara Lévano</p>
<p style="text-align: center;">Moquegua-Perú</p>
<p style="text-align: center;">Portal web: mariateguino.ujcm.edu.pe/</p>
Confianza
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-02-13:2575830:Topic:1435682
2020-02-13T20:53:46.393Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
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<p></p>
<p> Yerba y azúcar. No creo que interesen para un cuento. Pero es lo que hay. Más el mate y un termo. Conversan. Tienen ya más de cincuenta. El hombre recuerda que, cuando se conocieron, tenían veinte y pico.</p>
<p> Habla y su mujer escucha. Y de vez en cuando asiente con un: “Ajá. Claro que me acuerdo...” Siguen mateando. Y conversando. Es decir, él parlotea su monólogo. Y cuando recuerda el accidente que lo dejó ciego, ella responde: “Ajá...”</p>
<p> De pronto, él pide…</p>
<p></p>
<p> Yerba y azúcar. No creo que interesen para un cuento. Pero es lo que hay. Más el mate y un termo. Conversan. Tienen ya más de cincuenta. El hombre recuerda que, cuando se conocieron, tenían veinte y pico.</p>
<p> Habla y su mujer escucha. Y de vez en cuando asiente con un: “Ajá. Claro que me acuerdo...” Siguen mateando. Y conversando. Es decir, él parlotea su monólogo. Y cuando recuerda el accidente que lo dejó ciego, ella responde: “Ajá...”</p>
<p> De pronto, él pide que lo acompañe a la orilla del mar. Es el atardecer. La hora en que la hostia del Sol es devorada por la profunda garganta de la oscuridad.</p>
<p> Al llegar, tantea la cintura de su mujer y la aprieta en un abrazo mientras busca su boca frenéticamente. Ella responde con empeño. Y luego de un largo beso que él todavía no entiende, la que fue su lazarillo durante más de veinte años, lo empuja desde el acantilado, sabiendo que morirá al chocar contra las piedras, mucho antes de haber llegado al agua.</p>
<p> Y, si... Ocurre que el hecho de ser ciego no fue un impedimento para haber sido toda la vida un terrible hijo de puta.</p>
<p> </p>
<p>Ricardo Arregui Gnatiuk</p>
<p>Poeta del Mundo</p>
<p>De mi “Tacurú”</p>
LA COLECCIONISTA DE BESOS
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-02-13:2575830:Topic:1435941
2020-02-13T20:26:58.617Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
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<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;"><strong><img alt="Resultado de imagen para BESOS" src="https://dam.muyinteresante.com.mx/wp-content/uploads/2019/06/un-beso.jpg"></img></strong></span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;"><strong>LA COLECCIONISTA DE BESOS</strong></span> <br></br> <br></br> <span style="font-size: 14pt;"><em>Un honor analógico en el humor ilógico del castellano</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em> </em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">No te recuerdo de una manera…</span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;"><strong><img src="https://dam.muyinteresante.com.mx/wp-content/uploads/2019/06/un-beso.jpg" alt="Resultado de imagen para BESOS"/></strong></span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;"><strong>LA COLECCIONISTA DE BESOS</strong></span> <br/> <br/> <span style="font-size: 14pt;"><em>Un honor analógico en el humor ilógico del castellano</em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"><em> </em></span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">No te recuerdo de una manera clara, tu imagen en mi mente conforma una sombra, un silabeo, un vocablo informal, una elíptica nota a pie de página, un discurso en un papel arrugado que se me extravió en algún lugar. Me llenaste de flores y de adjetivos, tratando de indemnizar lo que en tu semántica te llegaba como afección insatisfecha pero no ausente, porque te percataste de que yo estaba llena de ternura.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">¿Hasta cuando yo podía continuar sin leer el texto de tus procedimientos? Te había ignorado en tus gestos, hasta casi el último momento del desenlace de nuestro cuento… Tú deseabas mis interjecciones y mis adverbios de modo, como respuesta a tus complementos circunstanciales… Deseabas que yo te tratara como a un sujeto de género masculino que conoce bien los complementos del predicado, o mejor dicho, deseabas que yo fuera tu predicado donde dejar recaer la acción de tu verbo en activo…</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Entonces vino el análisis interpretativo: Apetecías que yo misma abriera la cárcel donde tenía encerrada a una mujer porque te había sido imposible abrir esa puerta. En homenaje a tu reprimido morbo de macho desgastado, envuelto en honorabilidad, te di la bienvenida a mi ventana, mas, solamente te abrí un postigo. Tú y yo adultos… tú y yo deseosos de ser una pareja más, pero semejante a un café exprés, de esos que te aplacan la angustia de un momento; una pareja, de tantas que alegran la vista de los demás en una exótica pista de baile. Total… ¿Qué más da?... Yo estoy sola porque me da la gana... Pero tú, pobrecito tú… ni siquiera sabías ni sabes lo que quieres… nunca aprendiste a disfrutar tu soledad.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Era abierta la estancia de boleros bajo el cielo salpicado. “La luna está hoy como para lobos” –dije mientras dejé que tu brazo me ajustara al bailar– Entonces me hablaste de ella sin parar, que era nuestra, que nos pertenecía. Yo te sonreí, al tiempo que desplegaba mi rostro de tuyo con nuestros ojos frente a frente, en aquella media luz, para decirte que algunas lunas me afectaron mi piel y la volvieron muda. Quisiste dejarme la promesa de producir gritos en mi piel… pero ya la luna también se había robado tus palabras.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">En algún punto, cerca del final, nuestras discusiones sobre diversidad dialectal ya formaban parte de la ruta del tiempo pretérito y del espacio cinético... Entonces sin más cabida para foros ni mesas redondas, no hubo lugar para discutir tus encantos y sólo un dialecto quedó... en tu boca raptora y audaz, te dejé la mitad de un beso, de mí beso, porque me dio la gana. Para una primera y única noche nos dimos a conocer demasiado, casi creíste predecir que caería y casi pude sentir el aleteo de Pandora seduciéndome a destapar la caja.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Lo que nunca supiste es que yo sólo soy una coleccionista de besos, que andaba de paso… Colecciono de los más típicos, los más extraños, los más exóticos, los más apasionados, los más alegres y los mas tristes que llenan el vació de los agujeros negros del firmamento, que marchan al lado de esa luna que esa noche estaba como para lobos.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;"><em>(Cuento incrustado en el Cap 1 de la novela “La coleccionista de besos”)</em></span></p>
<p style="text-align: center;"><br/> <span style="font-size: 14pt;"><em>©SorGalim</em></span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;"><em>Milagros Hernández Chiliberti</em></span></p>
<p style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;"><em>Ingeniera de sueños</em></span></p>
Erotismo
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-01-21:2575830:Topic:1431290
2020-01-21T11:46:01.387Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
http://sociedadvenezolana.ning.com/profile/NormaCeciliaAcostaManzanares
<p> Inútil sería considerar una secuencia apóloga de la palabra y todo lo que ella implica para contar una historia breve, real, concisa, clara y concreta. Eran jóvenes, se amaban intensamente y podían expresarlo solo a través de las miradas furtivas que se prodigaban en cualquier sitio en que pudieran encontrarse o llegar a tener un mínimo diálogo. Podían expresarlo solo a hurtadillas, porque para la época en que les tocó vivir, todo o casi todo era pecaminoso. El romanticismo, no obstante,…</p>
<p> Inútil sería considerar una secuencia apóloga de la palabra y todo lo que ella implica para contar una historia breve, real, concisa, clara y concreta. Eran jóvenes, se amaban intensamente y podían expresarlo solo a través de las miradas furtivas que se prodigaban en cualquier sitio en que pudieran encontrarse o llegar a tener un mínimo diálogo. Podían expresarlo solo a hurtadillas, porque para la época en que les tocó vivir, todo o casi todo era pecaminoso. El romanticismo, no obstante, acuciaba sus urgencias y alteraba el ritmo de por sí exaltado de sus vigorosos corazones. Ella tenía 18 y él 21 jóvenes y sedientos años. Obsesionados estaban cada uno por su lado y según sus circunstancias aunque más no fuera por llegar a tocarse. Rezaban para que ello ocurriera cada domingo cuando iban a la misa vespertina. Un domingo, “El” domingo llegó. Llovía torrencialmente y la poca gente de la aldea, quizás porque no tenía la ansiedad de llegar y verse como ellos sí tenían, prefirieron quedarse en casa. Cuando el Cura entró y los vio, cada uno estaba sentado, circunspecto, en cada extremo de las dos primeras filas de bancos. Entonces dijo: “Ana, Miguel. Hoy vamos a pasar por alto la misa. Sé de la bondad de vuestras almas y sabe Dios que una celebración más o menos, no será óbice para debilitar vuestra Fe. De modo que os daré la comunión y luego, cada uno, a su casa”. Así lo hizo, dijo una oración también breve, los bendijo, les dio una palmadita cariñosa en cada uno de sus rostros encendidos por la pasión que el Sacerdote (tal vez por su edad) no advirtió. Dio media vuelta y mientras recordaba que a ambos los había bautizado, se dirigió a la Sacristía para luego retirarse a sus aposentos. Lo que siguió fue la más pura, urgente y exacta puesta en escena de un amor largamente contenido. Se metieron debajo del altar mayor, amparados por las largas, blancas y bien planchadas cortinas que las señoras del apostolado preparaban cada semana para adornar la Iglesia. Y allí mismo, entre el “fru fru” de la enagua de ella, sus jadeos, sus besos y caricias y la tersura y la turgencia y el silencio recalcitrante del hombre acompañado de la habilidad innata de sus manos, al frente del propio Sagrario que parecía haber adquirido un nuevo brillo ante el milagro propicio, repitieron una y otra vez la paradigmática historia que realizan una mujer y un hombre que verdaderamente se aman, más allá o más acá de cualquier tipo de barreras de orden moral, religioso, ético, autoritario, inquisidor. Se amaron repetidamente y sin mesura ante el propio Dios durante el largo tiempo que duró la lluvia. Sin recatos ni remordimientos. ¡Fueron felices! Lo que siguió, es “harina de otro costal”.</p>
<p></p>
<p>Ricardo Arregui Gnatiuk</p>
<p>Poeta del Mundo De mi “Tacurú”</p>
<p>(De mi “Relatos Inverosímiles”)</p>
EMILIA EN LAS NUBES DEL AMOR- Relato
tag:sociedadvenezolana.ning.com,2020-01-20:2575830:Topic:1430890
2020-01-20T02:39:19.753Z
Norma Cecilia Acosta Manzanares
http://sociedadvenezolana.ning.com/profile/NormaCeciliaAcostaManzanares
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<p> <img alt="Resultado de imagen para mujer tocando la puerta" src="https://image.freepik.com/foto-gratis/feliz-mujer-sonriente-traje-rojo-documentos-mano-tocando-puerta-jefe_108611-266.jpg"></img></p>
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<p><span style="font-size: 14pt;">Ella era una típica joven que vivía sola en un apartamento del centro de la ciudad.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Había dejado a su familia allá en México y se había ido a vivir a New York. Era alta delgada, con una figura bella, de buena educación y mentalidad abierta.</span></p>
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<p><span style="font-size: 14pt;">Emilia era…</span></p>
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<p> <img src="https://image.freepik.com/foto-gratis/feliz-mujer-sonriente-traje-rojo-documentos-mano-tocando-puerta-jefe_108611-266.jpg" alt="Resultado de imagen para mujer tocando la puerta"/></p>
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<p><span style="font-size: 14pt;">Ella era una típica joven que vivía sola en un apartamento del centro de la ciudad.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Había dejado a su familia allá en México y se había ido a vivir a New York. Era alta delgada, con una figura bella, de buena educación y mentalidad abierta.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Emilia era modelo y como toda modelo, cuidaba mucho su alimentación y su arreglo personal, había tenido enamorados ocasionales pero nunca se había enamorado, pues buscaba un tipo que se amolde a su tipo de vida, la acepte como ella era, no sea celoso, la entienda, apoye y quiera estar siempre con ella. Muchos hombres admiradores le enviaban peluches, rosas, pero ella las tomaba, agradecía, pero no acudía a las citas que le proponían junto con esos regalos.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Un día que había terminado su sesión de fotos, saliendo del estudio se topó con un hombre de contextura mediana, blanco y que llevaba unos lentes que lo hacían ver interesante.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">-Disculpe señor- Le dijo ella</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">-Disculpe usted señorita, no la vi, lo lamento, ¿Está usted bien?</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">-Sí. Sí, no se preocupe, llevo prisa, perdone</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">y se fue presurosa a su casa, aunque el recuerdo de ese hombre, no sabía por qué, había quedado prendido en su memoria.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">-Emilia se disponía a dormir cuando sonó el teléfono:</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">-Señorita Emilia, buenas noches lamento llamarla a esta hora pero le comunico que mañana deberá llegar muy temprano, pues vendrá un nuevo cliente que necesita fotos de modelos para su próxima campaña de perfumes.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Emilia estaba cansada pero accedió al pedido de su jefe-Esta bien Don Manuel me presento mañana a las ocho en punto</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">-Así me gusta Emilia, no debemos despreciar estas oportunidades que traerán excelentes réditos para mí y para ti. Te espero entonces temprano.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">El reloj sonaba a rabiar y Emilia aún no se despertaba, pero el ruido persistente terminó por sacarla de la cama, se hizo el aseo personal apresuradamente, tomó solo un vaso de leche y se cambió con un vestido rojo y unos tacones negros altos. Se maquilló rápidamente pues ya iban a dar las ocho y salió disparada de su casa.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Al llegar al estudio de fotos, se percató que aquél hombre con el que se había tropezado el día anterior hablaba con su jefe y le dio curiosidad de saber quién era, así que se acercó como para reportarse su jefe, aunque en verdad quería cerciorarse si efectivamente era él.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">-¡Hola Emilia!, mira quiero presentarte al señor Juan López el gerente de la perfumería Rosas Fragantes, quién nos ha solicitado fotos de modelos, tú eres la primera así que a alistarte - Juan Pérez al ver a Emilia nuevamente se siente complacido le extiende la mano saludándole- Mucho gusto señorita Emilia, yo soy Juan Pérez, gerente de la perfumería Rosas Fragantes y su atento servidor.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Emilia se quedó impactada que un gerente de una empresa la salude tan cortésmente y devolvió el saludo con una sonrisa de aprobación- Buen día señor Juan López, ojalá le guste la sesión- Pues seguro que sí señorita si es usted la que va a modelar, es seguro que me agrade-</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Ante estas palabras Emilia se sonrojó y dando un suspiro se retiró a realizar las sesiones de fotos.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Emilia lucía muy bella y elegante y posaba con mucho profesionalismo para las fotos, llevando siempre en sus manos los diverso perfumes de la marca Rosas Fragantes, Juan la veía muy extasiado y ella se daba cuenta que la miraba embobado.</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Terminada la sesión de fotos Emilia se dirige a su casa, no sin antes agradecer a Juan, a su jefe, por haberse sentido tan cómoda en esa sesión. Juan al verla salir la sigue detrás. Emilia caminaba muy rápido, así que apura el paso y la logra alcanzarla - ¡Señorita Emilia!, disculpe, he quedado muy complacido con su trabajo y he pensado en invitarla almorzar, qué dice, ¿acepta usted por favor?- Emilia se queda muy sorprendida por esta oferta pero se sentía muy feliz esa tarde por su trabajo y el buen trato que él y su jefe le habían dado y acepta, además Juan no le era indiferente así que fueron restaurante cercano del centro de la ciudad. Allí dialogaron muy amenamente, había química entre ellos, las burbujas de al amor flotaban en el aire entre estos dos seres desconocidos que se atraían mutuamente... (continuará)</span></p>
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<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;">Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados</span></p>
<p><span style="font-size: 14pt;"> </span></p>