Ser madre en Venezuela en este siglo XXI y con el gobierno actual, es una cruzada a muerte.
Es tratar de ganar la guerra a esta economía inflacionaria que por mala administración de un gobierno corrupto no permite proporcionarles a los hijos una comida balanceada.
Ser madre en Venezuela, es andar en harapos, es dejar de vestirse uno mismo para comprarle un par de zapatos a tus chamos porque están en proceso de crecimiento y los zapatos que les compraste meses anteriores ya no le quedan y no puedes decirle a tus hijos deja de crecer.
Ser madre horita en Venezuela, es ser médico, herbolario, enfermera, abogado, prestamista, inmobiliario, docente. Es ejercer todas las carreras y sobre todo, es querer ser su propio guardaespaldas y estar con ellos siempre, porque en la sociedad en que vivimos no te garantiza su seguridad.
Pero como dice un viejo adagio, los hijos no son de uno, sino de la vida.
Así que no nos queda de otra que encomendarlos a todos los santos creyentes o no, a que nos los proteja del hampa porque no sabes si montándose en una unidad de trasporte público para ir al colegio, o, a la universidad, sea víctima de la delincuencia y si van a una marcha a protestar para defender su criterio de pensamientos, que los proteja de las bombas lacrimógenas o de los perdigones que los guardias disparan a mansalva.
Ser madre horita en Venezuela, no es una tarea fácil, tienes que enseñar a tus hijos desde pequeño a que aprendan a discernir de lo bueno y lo malo, de lo que es correcto y de lo que no es, rescatar los pocos valores que nos quedan.
Ser madre horita en Venezuela, es luchar con la sociedad corrompida en todos sus pilares, en enseñar a tus hijos a mantener criterio propio y no dejarse influenciar por falsos espejismos, es enseñarlos a respetar las opiniones de otros, sin que cambien las suyas propias, es explicarles que democracia y la revolución no es lo mismo y la forma de hacerlo es hablándole de historia con todas sus verdades y matices para que no los engañen.
Ser madre en Venezuela es sacrificio, Sudor y lágrimas.
Muchas madres en esta Venezuela, horita hurgan en la basura para darles de comer a sus hijos, porque no les alcanza el sueldo, se aguanta el dolor en sus entrañas, se traga sus lágrimas y le pintan sonrisas a sus hijos.
Ser madre horita en Venezuela es una misión casi imposible.
Soy madre Venezolana y estoy en una cruzada que no puedo perder.
Autor: Andrea Farias
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una reflexión profunda de lo sacrificado que es ser madre en tu país.
PROSA POÉTICA, PRAGMÁTICA Y MUY VALIOSA
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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