SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL2024-03-28T18:00:46ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervohttp://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/2196836946?profile=RESIZE_48X48&width=48&height=48&crop=1%3A1http://sociedadvenezolana.ning.com/group/movimientomexicano/forum/topic/listForContributor?user=2zlf45kacd0km&feed=yes&xn_auth=noPARA MI AMIGO RÍO ALBOtag:sociedadvenezolana.ning.com,2012-11-18:2575830:Topic:4923662012-11-18T23:33:28.540ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<p style="text-align: center;"><strong>TE CONOCÍ UNA NOCHE</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>EN LA SALA DE POESÍA</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>Y CON TUS FUERTES APLAUSOS,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>ME LLENASTE DE ALEGRÍA</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong> </strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>PORQUE IRRADIAS EN TU SER</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>UN CÚMULO DE…</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>TE CONOCÍ UNA NOCHE</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>EN LA SALA DE POESÍA</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>Y CON TUS FUERTES APLAUSOS,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>ME LLENASTE DE ALEGRÍA</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong> </strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>PORQUE IRRADIAS EN TU SER</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>UN CÚMULO DE TERNURA,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>QUE TRANSMITES A OTROS SERES</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>CON MUCHA CALMA Y DULZURA</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong> </strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>RÍO ALBO, AMIGO DEL ALMA,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>YO SIEMPRE HE VIVIDO AQUÍ,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>PERO ME ENCANTA LA GENTE</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>DE SAN LUIS DE POTOSÍ</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong> </strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>TIENES PINTA DE POETA</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>Y SE BIEN, QUE SI LO ERES</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>Y CON ESA LABIA HERMOSA,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>CONQUISTAS A LAS MUJERES</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong> </strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>Y SIEMPRE ME DAS ALIENTO,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>CON TUS PALABRAS Y APLAUSOS</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>Y ME INCITAS A ESCRIBIR</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>Y DARTE UN BESO Y ABRAZO</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong> </strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>MEXICANO QUE NO ES MACHO,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>VALIENTE Y MUY EDUCADO,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>NO ES UN MEXICANO NATO,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>ES MEXICANO COLEADO</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong> </strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>POR ESO, QUIERO BRINDARTE</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>MI AMISTAD LINDA Y SINCERA,</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>PARA QUE TE ACUERDES SIEMPRE</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>DE ESTA AMIGA QUE TE APRECIA</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>ORIUNDA DE VENEZUELA.</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong> </strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>AUT.: JOSEFINA MAROT P.</strong></p>
<p style="text-align: center;"><strong>VENEZUELA</strong></p> PARA APRENDER NACIMOStag:sociedadvenezolana.ning.com,2012-01-09:2575830:Topic:3057832012-01-09T07:43:10.572ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<div class="xg_user_generated"><p align="center"><span class="font-size-6">LA MARIONETA</span></p>
<p><span class="font-size-6">En un momento indefinido hizo entre todas las cosas al títere, y sopló sobre él al tiempo que movía sus cuerdas. Su impertérrita figura se volvió grácil, vivas. Sus prodigiosas actuaciones y movimientos le hicieron el primero y preferido entre todas las creaciones. Pero el tiempo pasa y pasado el tiempo su materia - como todo lo efímero - empezó a mostrar deterioro.…</span></p>
</div>
<div class="xg_user_generated"><p align="center"><span class="font-size-6">LA MARIONETA</span></p>
<p><span class="font-size-6">En un momento indefinido hizo entre todas las cosas al títere, y sopló sobre él al tiempo que movía sus cuerdas. Su impertérrita figura se volvió grácil, vivas. Sus prodigiosas actuaciones y movimientos le hicieron el primero y preferido entre todas las creaciones. Pero el tiempo pasa y pasado el tiempo su materia - como todo lo efímero - empezó a mostrar deterioro. Primero fue la pintura, pero eso no importó, seguía siendo ágil y prolífico, nadie aún lo superaba. Luego, sufrió más menoscabos y sus actos, bailes y saltos ya no fueron los mismos. A pesar del largo camino de éxitos, de vencer contratiempos y seguir brindando alegrías, dejó de ser el primero. Entonces, el ego lacerado acabó con la quimera y por fin, se supo hombre.</span></p>
</div> LOS SUEÑOSW, SUEÑOS SON....tag:sociedadvenezolana.ning.com,2011-10-01:2575830:Topic:2710292011-10-01T19:22:47.710ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<p align="center" class="Pa14"><span class="font-size-4">EL HOMBRE ELÁSTICO</span></p>
<p> </p>
<p class="Pa20">En todo caso, una cosa es universalmente sabida: la ficción, esa otra realidad inventada por el ser humano a partir de su experiencia de lo vivido y amasada con la levadura de sus deseos insatisfechos y su imaginación, nos acompaña como nuestro ángel de la guarda desde que allá, en las profundidades de la prehistoria, iniciamos el zigzagueante camino que, al cabo de los milenios,…</p>
<p class="Pa14" align="center"><span class="font-size-4">EL HOMBRE ELÁSTICO</span></p>
<p> </p>
<p class="Pa20">En todo caso, una cosa es universalmente sabida: la ficción, esa otra realidad inventada por el ser humano a partir de su experiencia de lo vivido y amasada con la levadura de sus deseos insatisfechos y su imaginación, nos acompaña como nuestro ángel de la guarda desde que allá, en las profundidades de la prehistoria, iniciamos el zigzagueante camino que, al cabo de los milenios, nos llevaría a viajar a las estrellas…</p>
<p class="Pa20">MARIO VARGAS LLOSA</p>
<p class="Pa20"> </p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¡Federico, tú que eres alto, mira si ves las llaves allá arriba!</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¡Federico, pásame el tarro que está sobre la despensa!</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¡Federico, tú que eres largo, cámbiame este foco!</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¡Federico, carga a tu hermano para que vea mejor el desfile!</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¡Federico, tú que alcanzas, dame ese libro, no sé qué hice del banquito!</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¡Federico, ayúdame a pintar allá arriba, que no alcanzo!</span></p>
<p class="Pa14" align="center"><span class="font-size-4">oooo</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Cuando llegaron en busca de Federico, no les fue difícil encontrarlo. Cualquiera que viviese allí conocía su existencia, y es que él era lo más extraordinario y desconcertante que había ocurrido en aquel pueblo.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Los interesados pertenecían a un circo muy famoso que siempre andaba en busca de nuevas atracciones, y las facultades de Federico no solo habían traspasado las fronteras del pueblo, sino también las del corregimiento y el distrito, hasta llegar a la cabecera de provincia, y luego a la ciudad capital y, de allí, se desbordó el fenómeno hasta llegar a otros países.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Y no era para menos: a Federico lo conocían como el hombre elástico.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Era cosa de asombro observar cómo estiraba los brazos a capricho para amarrarse los zapatos sin doblar la cintura, para abrazar a cuatro o cinco personas a la vez o tomar el fruto de un árbol altísimo sin ayuda. En consecuencia, jamás se hubiera ocupado de contar con un trabajo tradicional. Se dedicaba a las acciones más variopintas, desde destapar un pozo rural sin agacharse, hasta halar un bote arrastrado por la corriente sin mojarse los pies. Claro, por estas labores cobraba honorarios, y contaba, al mismo tiempo, con la ventaja de ser consi33</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">derado una especie de héroe al que incluso en corrillos y cantinas llamaban consolador de solteronas y viudas, pues afirmaban (sin tener pruebas de ello, ni confirmación de Federico) que sus brazos no eran lo único que elongaba.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Cuando el gerente del circo lo encontró, Federico estaba enlazando con uno de sus brazos a una res en soltura que su dueño le había encomendado devolver a los corrales. Al observar semejante hazaña, él le prometió cielo y tierra con tal de que formara parte de los fenómenos que brindaba en cartelera.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">El hombre elástico, acostumbrado al asombro de sus coterráneos, no se impactó por la presencia del extranjero, y menos por su oferta. Le fascinaban la vida campirana y sencilla que llevaba y el constante cariño y agradecimiento que todos le prodigaban en el pueblo. Por ello, no sentía ningún deseo de formar parte de un espectáculo circense y, menos, de verse forzado a deambular de plaza en plaza. Su respuesta fue una irrevocable negativa, que consternó al representante del circo y lo llevó a partir inmediatamente de aquel pueblo polvoriento. Federico siguió con su diario quehacer, recibiendo como paga gallinas de patio, frutas, legumbres, cacharros y todo cuanto valiese el beneficio de sus servicios.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Sin embargo, a la vuelta de cada esquina hay un imprevisto, y Federico no estaba exento de ellos. Empezó a sufrir de dolor en las articulaciones, ¡imagínense, dolor en las articulaciones! Cada vez se le dificultaba más estirarse a causa de las agudas punzadas que le causaba aquello. La situación se fue haciendo tan angustiosa que acudió al veterinario (no había médico), y este le comunicó que sufría de artritis progresiva. Federico estaba desolado, su cómodo modus vivendi estaba en serio peligro. Sin proponérselo, se volvió entonces huraño y poco participativo. El hombre antes colaborador esquivaba ahora toda solicitud de asistencia, temía fallar los encargos, causar algún daño, perder la gran fama que lo rodeaba.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Una tarde fue convocado por el corregidor para brindar un servicio. No podía esquivar el llamado, de manera que se presentó ante la autoridad y allí, ante la junta comunal en pleno, el corregidor entró a explicarle sin preámbulos el motivo de la citación: —Como sabes, Federico, hace rato estamos confrontando serios problemas con las alcantarillas del pueblo. Tú eres testigo de que esos desagües ya no soportan la carga que el crecimiento paulatino de nuestra comunidad les impone. Nos hemos extendido tanto, y sin control por parte de mis antecesores en el puesto (¡psss, como si nadie supiera que la familia del corregidor era heredera histórica del cargo!), que ya no se aguantan las inundaciones, que colapsan las tuberías y terminan por hacer ceder las carreteras o dejar algunos lugares sin agua potable o servicio de aguas negras. Bueno, ¡que estamos en un tremendo aprieto, Federico, y tú nos tienes que ayudar!</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¿Y qué desea que haga, señor corregidor?</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—Bien, como sabes, abrir las calles agotaría el presupuesto de la junta comunal, así que hemos pensado que tu habilidad serviría para…, pues…, para que te metas en los drenajes y examines cuáles hay que remplazar. Eso nos sería de gran ayuda.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Federico pensó en la pestilencia de aquella tarea y, claro, en su problema artrítico. Era incapaz de confesarles lo que sufría. Se imaginó de repente imposibilitado para aplicar sus habilidades y hasta atorado en aquellos conductos. Permaneció en silencio demasiado tiempo, era claro que dudaba, así que el corregidor le dio un empujoncito, diciendo:</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—Claro, seríamos agradecidos, tú sabes que este pueblo te tiene en gran estima. No tenemos para pagarte honorarios, pero podríamos librar a tu famita de los impuestos de inmueble que adeuda a la comuna, tú sabes que son muchos, y quizá podrían meterles en aprietos...</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">A Federico le dieron ganas de mandarlo al carajo. Pensó que estaba soñando, no, no, más bien que sufría una pesadilla. En ese instante se percató de algo curioso, ni siquiera recordaba el rostro del corregidor y, menos, el de aquellos concejales, pero si estaba soñando, era un sueño demasiado real.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Los aprietos, muchas veces, convocan al arrojo, de ahí que, aceptada la tarea, el hombre elástico se inventó un plan bastante pedestre para enfrentar el asunto. Se ayudaría untándose el cuerpo con aceite para motor de carros, y llevaría una cámara y un casco de minería. El día que iniciaba la tarea, un gran número de vecinos rodeaba la primera alcantarilla en que se iba a introducir, mientras coreaban, para darle ánimos:</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¡Federico!, ¡Federico!, ¡Federico!, ¡Federico!...</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Aquel día fue exitoso. Tomó las fotos y, salvo las náuseas y la suciedad que lo arropó, no tuvo ningún otro incidente. Durante los días subsiguientes, la tarea continuó sin mayores dificultades, aunque le dolían cada vez más las articulaciones y empezaba a dudar de su capacidad para terminar el trabajo. Ya estaba encontrando drenajes que habían cedido o estaban tapados, empezando a complicarle el asunto. Cada reporte que entregaba era enviado al jefe de Mantenimiento de Alcantarillados</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—por pura casualidad, primo hermano del corregidor.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Una tarde, cometió la temeridad de intentar atravesar una tubería muy congestionada, perseveró y perseveró hasta quedar trabado en aquellas entrañas. Su elasticidad mermada por la artritis y lo estrecho del sitio impedían que saliese del apuro y, para colmo de males, se desató el aguacero más copioso de la temporada: en un instante estaba empapado.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">Quién podría oírle, perdido en aquellas cavidades. Nadie conocía su ubicación, así que, por primera vez en su vida, estaba frente a una situación que sobrepasaba sus facultades. En la oscuridad del lugar, la desesperación por salir del apuro lo llevó a romper la desgastada tubería, dando punto final a toda esperanza de escape. El aire se agotaba, sentía mermadas las fuerzas y presagiaba un lento y agónico final. Gritó, gritó por un auxilio que sabía de antemano imposible. Su fama estaba convocando su ruina, y una angustia arrolladora lo envolvió con su manto.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-4">—¡Federico! ¡Federico! ¡Federico, despierta, leváaaantate! Necesito que bajes las maletas del closet. ¡Cuántas veces quieres que te lo diga! Apúrate, que me tengo que ir.</span></p>
<p> </p> CUANDO ESCRIBIR SE APODERA DE TI....tag:sociedadvenezolana.ning.com,2011-09-29:2575830:Topic:2703522011-09-29T05:00:29.762ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<p align="center" class="Pa14"><span class="font-size-5">EL RELATO</span></p>
<p> </p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-5">Inició el relato con el específico propósito de lograr un cuento breve. Había imaginado la trama desde el inicio hasta el final, incluyendo la estrategia para enfrentarla. No era muy adicto a escribir sus historias en la computadora, aún prefería un lápiz o una pluma para su desarrollo. Emprendió la tarea con buen paso. Las ideas fluían con naturalidad y las iba…</span></p>
<p class="Pa14" align="center"><span class="font-size-5">EL RELATO</span></p>
<p> </p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-5">Inició el relato con el específico propósito de lograr un cuento breve. Había imaginado la trama desde el inicio hasta el final, incluyendo la estrategia para enfrentarla. No era muy adicto a escribir sus historias en la computadora, aún prefería un lápiz o una pluma para su desarrollo. Emprendió la tarea con buen paso. Las ideas fluían con naturalidad y las iba forjando sin ninguna prisa, pero surgió el tropiezo —si es que podemos llamarle a eso un tropiezo—, y es que cuando introdujo los primeros personajes del cuento, sin su anuencia, los mismos fueron adquiriendo una presencia dominante en la obra, tanta que el tema se fue desdibujando a pesar de sus esfuerzos y, de repente, fueron apareciéndoles hermanos, mujeres, hijos y problemas absolutamente imprevistos. A la narración empezaron a surgirle tantos ramales como le brotan burbujas a la orilla del mar.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-5">Trataba con tenacidad de volver a la intención primera de evitar que aquellos personajes se sintieran a sus anchas e, incluso, se dieran el tupé de generar sucesos, diálogos y ambientes que en nada se relacionaban con la historia. Se estaban apropiando, palabra por palabra, letra por letra, de la narración entera y, así, seguían surgiendo en erupción irrefrenable retruécanos que desvirtuaban la idea original del escritor.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-5">«He perdido el control de la narración, pareciese que un tercero es el que escribe, o que los personajes están en poder de mi faena. Pero, claro, eso no puede ser, debo estar alucinando. Mi lápiz escribe con una fluidez que le es del todo ajena y el grafito va dibujando pensamientos y opiniones que me son absolutamente extraños. El fenómeno me tiene entre atónito y asustado, pero no me atrevo a detenerme, intuyo que una fuerza invisible rige mi mano, haciéndome sentir marioneta guiada por otro escritor.»</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-5">Mientras la narración fluía a raudales, él permanecía clavado a la silla. Varias veces trató de levantarse, pero le fue imposible, no podía alejarse del papel. Una compulsión feroz le llevaba a la creación, a una creación que pensaba no era suya, que le sobrepasaba. La cantidad de temas se igualaba a la cantidad incontable de cuestiones y hechos entrelazados sin caos, con inteligencia y buen oficio, hasta que en un instante impreciso se descubrió reflejado en uno de los personajes. Sí, era él, estaba en la historia y las situaciones vividas resultaban las mismas suyas. A ese sujeto también le era imposible detener el relato, que se escribía sin control ni mesura, y tampoco podía levantarse de la mesa, de la silla, ni desprenderse del lápiz.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-5">El personaje, a imagen y semejanza del escritor, estaba desprovisto de voluntad propia a consecuencia de fuerzas que aún no lograba comprender. Aquel hombre era exactamente igual a él, se repetía en los mismos sucesos y acciones como en un espejo incrustado en el cuento. La curiosidad lo acuciaba, le urgía conocer su suerte, ya que estaba viviendo en carne propia su misma trama. El relato seguía creciendo desproporcionadamente, los pasillos infinitos que tomaba cada tema le obligaban a permanecer escribiendo, escribiendo, escribiendo e, incluso, a falta de papel, continuaba el relato sobre hojas de periódico, cartuchos, tarjetas postales y cuanto documento encontraba en el escritorio. En medio de aquel frenesí narrativo, el personaje, su personaje, él mismo, escucha que llaman a la puerta de la casa. Lee con asombro que el personaje se levanta del escritorio. Él, a su vez, trata de hacerlo y, ya en pie, resuelve alejarse del pupitre, del cuarto y de todo aquello. Sin embargo, el timbre de la entrada suena sin freno y él, pausadamente, se acerca sin remedio a la puerta.</span></p>
<p class="Pa13"><span class="font-size-5">La mano tiembla cuando gira la perilla y cuando toma el telegrama que le entrega el funcionario de correo. Aterrado, comprende que asiste a un evento extraordinario, es la primera vez que alguien recibe un cablegrama en que resulta al mismo tiempo remitente y receptor. Busca en su bolsillo unos lentes que se niegan a salir, claro, la mano temblorosa hace difícil la tarea. Respira hondo. Frente a él, entre sus dedos, el lacónico mensaje: «Vete de mi casa».</span></p> CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO..........tag:sociedadvenezolana.ning.com,2011-09-02:2575830:Topic:2357512011-09-02T22:38:31.476ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<p align="center"><span class="font-size-5"><b>Cantó la paila</b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i> </i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i>¿De mujer? Bien puede ser</i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i> que mueras de su mordida,</i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i> pero no manches tu vida</i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i>diciendo mal de mujer.…</i></b></span></p>
<p></p>
<p align="center"><span class="font-size-5"><b>Cantó la paila</b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i> </i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i>¿De mujer? Bien puede ser</i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i> que mueras de su mordida,</i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i> pero no manches tu vida</i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i>diciendo mal de mujer.</i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i> </i></b></span></p>
<p><span class="font-size-5"><b><i> José Martí</i></b></span></p>
<p align="center"><span class="font-size-5"><b><u> </u></b></span></p>
<p><span class="font-size-5">Era de acero reforzado, cubierta de hollín, negra como la oscuridad que reinaba en el ambiente cuando la blandió sin ningún tropiezo de conciencia, y con aquella fuerza que nunca sospechó tener. Fue un ruido sordo, sólido y definitivo; luego, el silencio de la noche empezó a zumbar en sus oídos mientras se recostaba contra la pared para buscar apoyo y miraba al vacío. No lloró, hacía rato que se le habían terminado las lágrimas.</span></p>
<p> </p>
<p align="center"><span class="font-size-5">oooo</span></p>
<p> </p>
<p><span class="font-size-5">El golpe fue de una contundencia tal que la echó al piso, un puñetazo en medio de la frente dado con rabia y sin misericordia. Luego, la tomó por los pies y la arrastró desde la cocina hasta la sala, donde la tanda de patadas fue más larga que un tranque de carros provocado por manifestantes universitarios. Después de aquello, él salió dando un portazo. Pasaron más de treinta minutos hasta que ella volvió en sí; después, abrir la puerta y pedir auxilio fue una faena sobrehumana. Ya en el cuarto de urgencias, las excusas abundaron, había sufrido un mareo y se había caído mientras subía la escalera, porque tenía la presión baja, nunca se chequeaba, iba a ver qué le encontraban,…</span></p>
<p><span class="font-size-5">Volvió a casa. No había huellas, estaba como antes del incidente, había pasado de todo y no había pasado nada. Su existencia continuó sin recriminaciones, ya sabemos que el llanto, el dolor, el abuso, el irrespeto, la sensación de traición, degradación e impotencia, así como tantos otros sometimientos cotidianos, se tragan con amargura, pero se tragan. Eso sí, las amenazas y el miedo no frenan el desamor que va naciendo, abonado por la inquina, y menos aún detienen la desesperanza, que aumenta sin medida.</span></p>
<p><span class="font-size-5">Otro día, ocurrió en el auto, yendo hacia el campo. Bastó un comentario trivial y ya estaba abierta la puerta, ella rebotaba en la calle. Los raspones, la pierna rota y la contusión craneal fueron achacados a un atropello con fuga: el miedo es cosa terrible cuando se enquista en los huesos, ¡ni pensar en la denuncia!</span></p>
<p><span class="font-size-5">Lo que la llevó a jugar con la idea del resarcimiento fue el agua hirviendo que le arrojó encima, sus pechos enhiestos de ángel se volvieron rosas mustias, mariposas marchitas que no tocarían el cielo de ahí en adelante. El doctor no comprendió muy bien cómo un tropezón había podido causar tal calamidad, pero pesó más su insistencia que todo el sentido común del mundo.</span></p>
<p><span class="font-size-5">El barrio era espantoso, la violencia se tomaba el sitio y cada día era más difícil vivir en aquella infortunada casa. Así que se atrevió a sugerir un cambio de vida, mudarse, una vuelta de tuerca a ver si mejoraban. La caída desde el segundo piso dejó una mancha carmesí en la acera, parecía el dibujo de una flor gigante hecha con aerosol. Luego de tres meses, soldada la cadera y curadas las heridas, volvió a casa, sí, volvió de nuevo. No hubo un buenos días, ni un Dios te guarde, ¡cómo los iba a haber! El control de la televisión y el trago lo entretenían demasiado para gastar saliva en darle un miserable saludo.</span></p>
<p> </p>
<p align="center"><span class="font-size-5">oooo</span></p>
<p align="center"> </p>
<p><span class="font-size-5">Se levantó con sigilo (con aquel silencio con que había vivido cada día de su vida, muda, aterrada y sometida), la cama fue su cómplice y testigo, no lanzó ni un solo ruido. Ella caminó lenta, lenta, lentamente y, llegada a la cocina, con esa lentitud que evadía el ruido, con toda la tranquilidad que brinda una decisión irrefrenable, se dio a la tarea de escoger qué paila o sartén era la más propicia para la tarea que aquella noche se había impuesto. Escogida la paila, regresó a la habitación que por varias décadas había ocultado el maltrato a propios y extraños. Él dormía a pierna suelta, boca arriba y despreocupado, como siempre. Se paró a su lado, lo miró largamente y repasó cada golpe, cada ultraje, cada insulto, cada daño grabado en su cuerpo y en su espíritu; luego, se despidió mentalmente y alzó la paila...</span></p> adelitastag:sociedadvenezolana.ning.com,2011-08-29:2575830:Topic:2257552011-08-29T03:58:36.084ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<div><table align="left" cellspacing="0">
<tbody><tr><td align="left" height="66" valign="top"><p><u>S</u></p>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
</div>
<p>i bien creo que la mujer ha tenido un papel importante en todas las revoluciones del mundo, hablaremos del tema que nos compete: las revoluciones en México. La mujer siempre ha sido un subalterno del hombre, porque no se ha decidido a ser su propia representante y hablar por si misma, la mujer ha sido siempre invisibilizada, en México se nos…</p>
<div><table align="left" cellspacing="0">
<tbody><tr><td height="66" align="left" valign="top"><p><u>S</u></p>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
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<p>i bien creo que la mujer ha tenido un papel importante en todas las revoluciones del mundo, hablaremos del tema que nos compete: las revoluciones en México. La mujer siempre ha sido un subalterno del hombre, porque no se ha decidido a ser su propia representante y hablar por si misma, la mujer ha sido siempre invisibilizada, en México se nos excluye de la historia por dos razones: Ser mexicana y ser mujer, ser mujer en México significa ser lo oculto, lo escondido, el enigma, la opinión que no vale…y lo aceptamos de quien venga: nuestra Iglesia por ejemplo, es una Iglesia machista, oportunista, interesada al grado de imponer el celibato entre sus sacerdotes con la única intención de que los más adinerados no tuvieran descendencia y así evitar que los bienes pasaran a ésta, y sus votos de pobreza, por favor… Además… ¿Quién ha visto que una mujer consagrada a la religión llegue a pasar de ser una monja? Con todo el respeto y admiración que le tengo a la madre Teresa de Calcuta, con todo lo que le legó al mundo… y nunca dejó de ser “la madre”, o pudo llegar ser obispo, arzobispo o algo más? Claro que no, nos han marginado y además… nuestra querida y venerada Iglesia tuvo la osadía de inculcarnos la idea de que Dios nos asignó el camino de la sumisión y obediencia a nuestro hombre para ganarnos el cielo! Y creímos semejante estupidez… y por ello nos hemos acostumbrado a llevar el rol que el hombre nos ha puesto, la historia de la mujer siempre ha sido escrita por el hombre… ¡Basta! Es hora de que la mujer exponga su propia mirada, crear un testimonio que sea sustentado con hechos verídicos; esto debió haber sucedido hace muchos años, porque pese a que hay causas que se empeñan en presentar a la mujer revolucionaria como la mujer ideal para acompañar a nuestros bien llamados machos mexicanos, héroes nacionales o cualquier otro calificativo para nuestros hombres, bien deberíamos decir que se trataba de mujeres corriendo detrás de su hombre para satisfacerle las necesidades mas primarias, olvidándose de si misma, del ejemplo y forma de vida que le daba a los hijos que llevaba colgando detrás de ella, sabiendo que su hombre se tiraba a su paso a cuanta mujer podía y que nuestras adelitas no eran otra cosa que mujeres sucias, de pechos caídos, sifilíticas y sin opinión, siempre a la sombra de su hombre, ¿Cuál valentía? Era que no sabían hacer otra cosa más que estar pendientes de lo que su hombre necesitaba, porque si no, ¡Llega otra más viva que se lo de y me lo quita!… ahhh ¡Pero le compusieron su canción! Que habla por sí misma del lugar de la mujer, en primera Adela llamaba la atención no tanto por su valentía sino por su belleza y en la canción se habla de la mujer como propiedad del hombre, al decir “mi mujer” y la inseguridad al pensar “si Adelita se fuera con otro” y además le va a comprar un vestido de seda, o sea que la Adelita no podía comprárselo ella misma, total… ellas no tenían vida propia ¡Sólo facilitaban la del machito de su hombre¡ que no nos vengan ahora nuestros hombres con el cuento de que desearían una mujer como ellas, ¡Mentirosos!.</p>
<p><b>Aunque a estas mujeres les debo la educación de los padres de mis padres, me resisto a que ellas mismas eduquen a los hijos de mis hijos…</b></p>
<div><b><br/></b></div> ALGUNOS DEPORTES MATAN.....tag:sociedadvenezolana.ning.com,2011-07-30:2575830:Topic:1705412011-07-30T22:35:33.881ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<div class="discussion"><div class="description"><p align="center"><span class="font-size-4"><b><u>TRACA, TRACA, TRACA, TRACA...</u></b></span></p>
<p><span class="font-size-4">No era la primera pelea que hacías ni sería la última, pero aquella fue memorable. Mientras esperabas que el médico apareciera en el camerino para cocerte la ceja, aún estabas mentalmente en el gimnasio, escuchabas los gritos, sentías la emoción de los fanáticos, el calor del sitio y las vibraciones de las sillas que a…</span></p>
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<div class="discussion"><div class="description"><p align="center"><span class="font-size-4"><b><u>TRACA, TRACA, TRACA, TRACA...</u></b></span></p>
<p><span class="font-size-4">No era la primera pelea que hacías ni sería la última, pero aquella fue memorable. Mientras esperabas que el médico apareciera en el camerino para cocerte la ceja, aún estabas mentalmente en el gimnasio, escuchabas los gritos, sentías la emoción de los fanáticos, el calor del sitio y las vibraciones de las sillas que a cada salto de júbilo hacían que retumbara todo. Recuerdas además, aquella especie de bruma que se acumula en la cúpula del coliseo y que asocias a una nube de pasiones desbordadas, aunque sabes que no es más que el humo de cientos de fumadores. El estrépito de la fanaticada se te metió en el cuerpo y como siempre, se te va a quitar mucho después del evento.</span></p>
<p><span class="font-size-4">Sentado en aquel camerino aún estás algo aturdido. La pelea fue realmente cruenta, diste y te dieron muy duro, nadie cedió un paso, nadie dio tregua, los golpes al cuerpo y la cabeza se sucedían uno tras otro, sentías los riñones molidos, pero seguías. Te dolía todo, tanto, que el propio dolor menguaba la angustia. Tu entrenador salió por hielo y te quedaste solo, como solo te fajaste en el cuadrilátero. Ganaste de a vaina. Bien sabías que hasta tú equina te tenía poca fe, que el tipo estaba mejor preparado, que están jugando contigo y si fallas se acabó este asunto. Pero que hacer, te juegas el cuero o no consigues otra pelea. Mientras piensas que esta vez te salvaste, observas distraído que unas hormigas exploran la camilla. Una tras otra se han ido subiendo por tu pantaloncillo, supones que el sudor y la sangre las convoca, pero estás entumecido y ni te inmutas, para qué… mejor quedarte quieto, con el dolor que asalta tu cuerpo quién querría moverse. Ahora, lo que falta es hielo y unos buenos antiinflamatorios (El mandito hielo no llega, la cara se me va a terminar de hinchar y voy a salir de aquí como máscara de carnaval, dónde estará ese desgraciado)</span></p>
<p><span class="font-size-4">Las hormigas ya van por tu brazo y piensas que quieren llegar a la ceja. A ver quien llega primero, el hielo o las hormigas. Las espera te incomoda, las hormigas cosquillean en tu ceja, quieres bañarte e ir a comer, el hambre te esta matando, pero no llega ni tu entrenador ni el médico. Por allí andará el primero mirando con quien te consigue otra pelea para quitarte dos tercios de lo que ganen y tú, aún esperando que te atiendan, el pellejo no es de hierro, duele, ¡cómo te duele carajo! Decides darte el baño y buscar una clínica en que te revisen y cosan la herida, sientes un bulto enorme en el ojo y un dolor de cabeza empieza a dar señales de vida, las sienes tocan un tambor acompasado, bum, bum, bum, bum. ¡Que vaiiiina!, lo de siempre, sálvese el que pueda.</span></p>
<p><span class="font-size-4">Te limpias como puedes y sales al pasillo, un periodista se te arrima con una grabadora más vieja que las cicatrices de tu cara, que cómo te fue pregunta (Psss, como me va a ir, gané y sigo tan jodido como siempre). Sientes que se te duerme un poco la lengua, la verdad recibiste muchos golpes en la cabeza, le dices que otro día le hablas y empiezas a salir del gimnasio, una pierna que parece de otro - pero es la tuya - no quiere obedecerte, empiezas a arrástrala, te encuentras con un amigo y le dices que te ayude, te pone contra la pared, estás mareado, piensas en el entrenador, pero es tarde, se te ha dormido la mitad del cuerpo, alcanzas a ver que el otro va a pedir auxilio, te vas desvaneciendo mientras oyes que afuera corean los golpes de otra pelea (¡dale, dale, dale!), igualito te coreaban a ti hace un rato. Te acuerdas de tu mujer mientras caes al piso. No hay arbitro que cuente esta vez, lo que tu necesitas no es esperar hasta la cuenta de nueve para coger un respiro y levantarte, sino que aparezca una ambulancia y te saquen del pozo en que te estás hundiendo. Por allí llegará la ambulancia, pero ya estas <i>picao</i>, te rajaste y si sales con bien de este episodio, hay que ver si aguantas otra puñera como la de hoy (Se me jodió la vaina, de aquí para abajo con suerte agarro un par de peleas para ir pasándola, ¡psss, allí llega corriendo ahora, al fin trae el hielo y me lo pone en la nuca, que hielo ni que carajadas, ¡busquen ambulancia que aquí me quedo!).</span></p>
<p><span class="font-size-4">Te montan en la camilla (la hormiga se baja de tu cuerpo y sale huyendo). Quién sabe si llegarás al hospital. Si sales de esta con un poco de suerte te tocará dar otra vuelta en el cuadrilátero. Cuidado no te levantas de nuevo, pero esto es lo tuyo y te gusta, te gusta que te digan campeón – aunque no lo eres, ni lo serás -, sí, sí, te agrada que crean que tienes plata, aunque lo que tienes es un hambre del carajo, un hambre loca, y eso sí, unas buenas ganas de comerte el mundo... El valor es lo que sobra, maña y suerte es lo que falta. Siempre te miran con recelo, ¡que te enseñen como hacerlo bien y van a ver!, pero noooo, incesantemente te meten de relleno, de boxeador para alargar cartelera, ¡así no vale! (Hoy los sorprendí, les tumbe el protegido, ¡ja!, se los jodí, así aprenderán a jugar limpio… Me costó, pero se los jodí, bien jodido, y de paso, me jodí yo. Pero bueno, así es la vaina…)</span></p>
<p><span class="font-size-4">- ¡Que bien te vez carajo!, hablé con el médico, dice que el coágulo se disolvió, que estás fuera de peligro, que de aquí te vas nuevecito. Te estoy consiguiendo otra pelea. Claro, primero descanso, hay que esperar un par de meses (Cree que estoy pendejo, ¡que estoy sordo o qué! El médico lo comentó aquí cerca, que lo menos que necesito es otra pelea, pero este cabrón juega con mis necesidades y sabe que yo voy pal’ cuero, que me la rifo).</span></p>
<p><span class="font-size-4">Bueno, ya estás en el gimnasio otra vez, el robo y las drogas no son lo tuyo, la bala que te pasó zumbando acabó por convencerte, así que a practicar a ver que sale, disimulas bastante bien la lentitud con que hablas, la falta de reacción instantánea. Tendrás que cubrirte más, evadir mejor los golpes, meterle bicicleta al cuadrilátero y no buscar la pelea franca, porque sino vas pal’ cementerio <i>brother,</i> y no de visita sino de inquilino…</span></p>
<p><span class="font-size-4">La cuerda salta contigo y contigo golpea en el piso. Y canta, canta su canto de golpes, traca, traca, traca, rtaca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca, traca,</span></p>
<p><span class="font-size-4">traca, traca, traca, traca, traca, traca,</span></p>
<p><span class="font-size-4">traca, traca, traca, traca, traca</span></p>
<p><span class="font-size-4">traca, traca, traca, traca,</span></p>
<p><span class="font-size-4">traca, traca, traca,</span></p>
<p><span class="font-size-4">traca, traca,</span></p>
<p><span class="font-size-4">traca..........</span></p>
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</div> BAJO LAS NUVES DEL CIELO, TODOS TENEMOS DOS PIES....tag:sociedadvenezolana.ning.com,2011-07-14:2575830:Topic:1549042011-07-14T02:11:43.287ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<div class="discussion"><div class="description"><p align="center"><em><b>EL EXTRAÑO</b></em></p>
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<p>Aquel lo miraba de reojo. Desde el principio le había tomado distancia, sólo un saludo obligado si se lo encontraba de frente. No quería socializar con el sujeto, lo encontraba extraño, como de otro mundo. Al mirarlo sé que pensaba: ¿Para qué quiere ser profesional?, no tiene ninguna opción si logra graduarse. Ni pensar en incluirlo en el grupo de estudio, es un ancla, un…</p>
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<div class="discussion"><div class="description"><p align="center"><em><b>EL EXTRAÑO</b></em></p>
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<p>Aquel lo miraba de reojo. Desde el principio le había tomado distancia, sólo un saludo obligado si se lo encontraba de frente. No quería socializar con el sujeto, lo encontraba extraño, como de otro mundo. Al mirarlo sé que pensaba: ¿Para qué quiere ser profesional?, no tiene ninguna opción si logra graduarse. Ni pensar en incluirlo en el grupo de estudio, es un ancla, un peso muerto...</p>
<p>El otro, llegaba puntual, no faltaba una clase y mal no debía irle, parecía del tipo disciplinado. Su rostro era austero y no reflejaba ningún complejo ni incomodidad ante sus compañeros de cátedra, por el contrario, si bien no hablaba más de lo necesario y no departía con nadie, miraba con unos ojos decididos, serenos e inapelables.</p>
<p>Un día, mientras el profesor hablaba de derechos humanos, inició una charla sobre la Revolución Francesa, al terminar, por primera vez vi al que consideraban extraño, al indígena, levantar la mano y con un español enrevesado, plantear su desacuerdo respecto a los señalamientos del catedrático.</p>
<p>Brindó una larga exposición, que con lujo de detalles explicaba las causas y efectos de la Revolución Francesa y sus repercusiones hasta nuestros día, sin escatimar en fechas, personajes, citas de autores, textos históricos y socio políticos, y mostrando una erudición envidiable derribó, paso a paso, los argumentos del pedagogo. No fue descomedido en lo absoluto, mas bien elocuente. </p>
<p>Como no era común que un alumno retara el planteamiento del docente de turno, un profundo silencio se hizo dueño del aula de clases. El profesor lo miró sólo un instante y le dijo sin rodeos: - No sólo tiene usted razón, sino que ojalá los presentes mostraran un dominio semejante de cualquiera tema tratado en este curso. Luego, dio por terminada la clase. El extraño se limitó a recoger su mochila y retirarse.</p>
<p>Pocos días después, vi cruzar su camino a los dos alumnos a que me he referido. En esta ocasión, el citadino agregó a su saludo maquinal de “Buenos días” una nueva frase: - Como esta usted, señor…</p>
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</div> A VECES VAMOS DE PRISA, MUY APURADOS....tag:sociedadvenezolana.ning.com,2011-07-10:2575830:Topic:1523932011-07-10T23:30:38.879ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<p><b>NO ERA EXTRAÑO…</b></p>
<p>Que lo hubiese aplastado el camión con un chirrrriiiido de</p>
<p>ruedas monumentales, no era extraño.</p>
<p>Que el piedrero se hubiese lanzado a la calle sin fijarse, y a</p>
<p>pedir limosna sentenciando - Que Dios los bendiga -, no era extraño.</p>
<p>Que el despanzurrado esperara largo tiempo que apareciera</p>
<p>una ambulancia, no era extraño.</p>
<p>Que los periodistas llegaran antes que el socorro, no era extraño.</p>
<p>Que olvidasen la velocidad…</p>
<p><b>NO ERA EXTRAÑO…</b></p>
<p>Que lo hubiese aplastado el camión con un chirrrriiiido de</p>
<p>ruedas monumentales, no era extraño.</p>
<p>Que el piedrero se hubiese lanzado a la calle sin fijarse, y a</p>
<p>pedir limosna sentenciando - Que Dios los bendiga -, no era extraño.</p>
<p>Que el despanzurrado esperara largo tiempo que apareciera</p>
<p>una ambulancia, no era extraño.</p>
<p>Que los periodistas llegaran antes que el socorro, no era extraño.</p>
<p>Que olvidasen la velocidad descomunal con que iba el camión y</p>
<p>que su póliza estuviese vencida, no era extraño.</p>
<p>Que el parte policivo solo dijera, fue culpa del piedrero, no era extraño.</p>
<p>Que los transeúntes que se detuvieron a ver el atropello fueran</p>
<p>pocos, no era extraño.</p>
<p>Que una dama criticara con asco al moribundo y no sintiera piedad, no era extraño.</p>
<p>Que los de la ambulancia discutieran a ver quien lo atendía al fin, no era extraño.</p>
<p>Que la muerte iniciara de inmediato su eterna danza sobre el</p>
<p>desventurado, no era extraño.</p>
<p>Que el desahuciado, en su obnubilación de drogas, hambre y falta</p>
<p>de atención, estuviese feliz, y solo repitiese entre susurros: - Voy a salir</p>
<p>primera plana de los diarios, no era extraño, no era extraño, no era extraño… </p> CONTRA LA VIOLENCIA QUE SUFREN MUCHAS MUJERES EN ESTE CONTINENTE...tag:sociedadvenezolana.ning.com,2011-07-08:2575830:Topic:1498952011-07-08T03:25:07.203ZHéctor José Corredor Cuervohttp://sociedadvenezolana.ning.com/profile/HectorJoseCorredorCuervo
<div class="discussion"><div class="description"><div class="postbody"><p align="center"><b>CANTÓ LA PAILA</b></p>
<p>Era de acero reforzado, negra de hollín, como la oscuridad que reinaba en el ambiente cuando la blandió sin ningún tropiezo de conciencia, y con aquella fuerza que nunca sospecho tener. Fue un ruido sordo, sólido y definitivo, luego, el silencio de la noche empezó a zumbar en sus oídos mientras se recostaba a la pared para buscar apoyo y miraba al vacío. No lloró, hace rato se…</p>
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<div class="discussion"><div class="description"><div class="postbody"><p align="center"><b>CANTÓ LA PAILA</b></p>
<p>Era de acero reforzado, negra de hollín, como la oscuridad que reinaba en el ambiente cuando la blandió sin ningún tropiezo de conciencia, y con aquella fuerza que nunca sospecho tener. Fue un ruido sordo, sólido y definitivo, luego, el silencio de la noche empezó a zumbar en sus oídos mientras se recostaba a la pared para buscar apoyo y miraba al vacío. No lloró, hace rato se le habían terminado las lágrimas…</p>
<p align="center">oooooo</p>
<p>El golpe fue de una contundencia tal que le hecho al piso, fue un puñetazo en medio de la frente, dado con rabia y sin misericordia. Luego, le tomó por los pies y la arrastró desde la cocina hasta la sala, donde la tanda de patadas fue más larga que un tranque de carros provocado por manifestantes universitarios. Después de aquello el salió dando un portazo. Pasaron más de treinta minutos para que volviera en sí; abrir la puerta y pedir auxilio fue una faena sobrehumana. Ya en el cuarto de urgencia las excusas abundaron, sufrió un mareo y cayó mientras subía la escalera, que sufría de presión baja, que nunca se chequeaba, que iba a ver que le pasaba,…</p>
<p>Volvió a casa, todo estaba como antes del incidente, pasó de todo y no pasó nada. Su existencia continuó sin recriminaciones, ya sabemos que el llanto, el dolor, el abuso, el irrespeto, la sensación de traición, degradación e impotencia, así como todo lo sometimientos cotidianos, se tragan con amargura, pero se tragan. Eso sí, las amenazas y el miedo no frenan el desamor que va naciendo abonado por la inquina, y menos detienen la desesperanza que aumenta sin cesar.</p>
<p>Otro día, ocurrió en el auto, yendo hacia el campo. Solo bastó un comentario trivial y abierta la puerta, rebotaba en la calle. Los raspones, la pierna rota y la contusión craneal fueron achacados a un atropello con fuga, el miedo es cosa terrible cuando se enquista en los huesos, ¡ni pensar en la denuncia!….</p>
<p>Lo que la llevó jugar con la idea del resarcimiento fue el agua hirviendo que le arrojó encima, sus pechos enhiestos de ángel se volvieron rosas mustias, mariposas marchitas que no tocarían el cielo de ahí en adelante. El doctor no comprendió muy bien cómo un tropezón pudo causar tal calamidad, pero fue más su insistencia que todo el sentido común del mundo.</p>
<p>El barrio era espantoso, la violencia se tomaba todo el sitio y cada día era más difícil vivir en aquella infortunada casa. Así que se atrevió a sugerir un cambio de vida, mudarse, una vuelta de tuerca a ver si todo mejoraba. La caída resultante desde el primer piso dejó una mancha carmesí en la acera, parecía el dibujo de una flor gigante hecha con aerosol. Luego de tres meses, soldada la cadera y curadas las heridas, volvió a casa, sí, volvió de nuevo. No hubo un buenos días, ni un Dios te guarde. ¡Como los iba a haber! El control de la televisión y el trago le entretenían demasiado para gastar saliva en darle un miserable saludo.</p>
<p align="center">oooooo</p>
<p>Se levantó con sigilo (con aquel silencio con que vivió todos los días de su vida - muda, aterrada y sometida), la cama fue su cómplice y testigo, no lanzó ni un solo ruido. Ella caminó lenta, lenta, lentamente, y llegada a la cocina, con esa lentitud que evadía el ruido, con toda la tranquilidad que brinda una decisión irrefrenable se dio a la tarea de escoger qué paila o sartén era el más propicio para la tarea que aquella noche se había impuesto. Escogida la paila, regresó a la habitación que por varias décadas ocultó el maltrato a propios y extraños. El dormía a pierna suelta, boca arriba y despreocupado, como siempre. Se paró a su lado, lo miró largamente y repasó cada golpe, cada ultraje, cada insulto, cada daño grabado en su cuerpo y espíritu, luego, se despidió mentalmente y alzó la paila...</p>
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