OPORTUNUDAD

 

Si la dama se enamora,

como puede suceder,

habrá llegado la hora,

de colmarla de placer.

 

Hacerlo como ella añora

es muy fácil entender

porque te lo corrobora,

su forma de responder.

 

Traducir lo que ella expresa

se convierte en la proeza

más atrayente y sensual.

 

El amor que no tropieza

es aquel que, con firmeza,

aporta lo celestial.

 

Hildebrando Rodríguez

Mérida Venezuela 05 de septiembre del 2024