ESCRITORA DISTINGUIDA

LEYENDA DEL ALLÁ Y EL ACÁ, LA EVOLUCIÓN DE LA HALLACA.

Hace muchos años, en la época de la colonización nació un plato que en la actualidad se llama La Hallaca, considerada por muchos eruditos de la cultura venezolana,  "manual de historia" como le gustaba hacerlo a Uslar Pietri y como las "multisápidas" llamadas así por Rómulo Betancourt, en este sentido, diría yo que es un libro con cubierta de hojas de plátano que evoca nuestras mas deliciosas procedencias culturales, formada por un epítome de ingredientes en el cual el allá y el acá se hicieron protagonista de esta leyenda.

 

Desde tierras lejanas llego un chico viajero llamado Allá trayendo consigo infinitos sabores de diferentes tierras, recorrió el camino de los españoles con grandes mochilas llenas de ingredientes con distintos aromas; en su camino, Allá sorprendido al ver que los nativos padecían de una rara enfermedad, dejo caer unas de esas mochilas al darse cuenta de la pobreza y desnutrición que sufrían aquellos indígenas, observo que había otro chico llamado Acá dando de comer con esmero a su pueblo, preparándoles un bollo que curiosamente envolvía en hojas de plátano; Acá se percato que había una mochila suelta y surtida con diferentes ingredientes que el chico llamado Allá había dejado caer, Acá impresionado no dejaba de husmear al igual que Allá seguía explorando el sabor de esos bollos que le parecía deliciosos; desde ese entonces ambos chicos con diferentes culturas tuvieron la idea de unificar todos sus ingredientes; Allá saco de su mochila un guiso ya preparado con pasas y aceitunas provenientes de los antiguos pueblos romanos y griegos, alcaparras, cebollas y almendras del pueblo árabe y un trozo de carne de ganado de Castilla, estos ingredientes traídos desde lejanos pueblos ayudarían al chico Acá y a su raza de suprimir una enfermedad que provenía del consumo excesivo del maíz.


Acá nunca había imaginado aquello que encontró en  la mochila era ¡sabroso! Y serviría de aporte extra para la alimentación de su pueblo; Allá como nunca había visto la elaboración de ese bollo tan rico que el chico  Acá preparaba, Allá pidió que le enseñara y al ver como pilaba el maíz haciéndolo una masa, Acá   aprovecho de agregar como relleno el guiso que Allá le había aportado. El chico viajero pensó en voz alta que nombre podría llevar este nuevo manjar, Acá lo escucho y le respondió en su lenguaje nativo “AYACÁ” pues desde ese entonces unificaron sus culturas aportando lo mejor de cada uno y divulgando la enseñanza que de allá hasta acá ha llegado y se ha quedado, el nacimiento de nuevas esperanzas.

Al pasar los años fueron mejorando el sabor de aquel bollo, incorporando nuevos ingredientes como el onoto que en la época precolombina los indígenas utilizaban para pintar sus tarros, vestidos y casas, ahora utilizado en la cocina y junto al pimentón, el vino y los embutidos, la carne de la gallina y el cochino van contribuyendo al amplio sabor de este peculiar bollo que ha sido consecuencia del mestizaje y como alternativa de la modernidad se fue transformando su nombre como “LA HALLACA”. El intercambio de este suculento bollo relleno y envuelto en hojas de plátano ha sido para las distintas familias una interesante tradición en las fiestas de sembrinas venezolana, transformando en  gesto de amor, sinceridad y gentileza, un compartir y un recordar sus raíces producto de transformaciones y aprendizajes, enseñanzas y alianza a la paz.

 

Autor: NORMA CECILIA ACOSTA MANZANARES.

Caracas, 15 de Diciembre del 2013.

http://lacolumnadetuliohernandez.blogspot.com/2011_12_01_archive.html, Consultada 15/12/2013.

Revista Estampa (11 de noviembre de 2007) “Hallaca tremendo paquete”. Andrés Cardinale

Scannone, Armando. 1986. “Mi cocina a la manera de Caracas”. Amando Scannone T. Caracas – Venezuela. ISBN 980-07-1074-4

 

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