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500 años de la primera misa en Argentina

500 años de la primera misa en Argentina

A mediados de febrero de 1520 cinco embarcaciones procedentes de España recorren las costas occidentales del sur del continente: son la Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago. La escuadra está al mando de don Fernando de Magallanes, capitán general de la Armada para el Descubrimiento de la Especiería. Los más de doscientos tripulantes -entre ellos tres clérigos- conocen bien las instrucciones reales: no era campaña de conquista sino de exploración y comercio, un paso occidental al sur hacia las Indias era su objetivo El idioma castellano se confunde con el portugués, el vasco, el inglés, el gaélico, el alemán…, en una Babel flotante.

Partieron de Sanlúcar de Barrameda en agosto de 1519 con el primer propósito de llegar a las Molucas.  Tocaron tierra en Río de Janeiro y en el Río de Solís (Río de la Plata). Se adentraban en cada bahía y en cada estuario que podía anticipar la conexión interoceánica.

Más al sur exploraron dieron nombre a las islas de los Leones y de los Pingüinos (próximas a lo que hoy es Puerto Deseado) y días después, el 31 de marzo, encontraron una profunda boca continental. Nombraron a la bahía como de San Julián y decidieron establecerse allí para explorarla y verificar si se trataba del canal que los conduciría a Asia. El paisaje era árido y las costas bajas ofrecían refugio a unos cinco kilómetros de la salida al mar. Los aventureros establecen  las primeras de numerosas toponimias que se conservarán por siglos en las nuevas tierras. Unos pocos habitantes los recibieron en paz: eran nómades, de estatura mayor que la del español; sus figuras se agigantaban por las vestimentas y botas de piel; las mujeres, un poco más bajas que los hombres, se mantenían prudentemente algo más alejadas de los recién llegados. Al día siguiente, Domingo de Ramos, Magallanes ordenó oficiar misa. La celebración se hizo con especial recogimiento: estaban en tierras agrestes y desconocidas, la duración del viaje era incierta y parte de la tripulación estaba desanimada; llevaban más de siete meses de viaje y el capitán había decidido acampar por varios más. Ofició el padre Pedro de Valderrama, quien entrará en la historia por dos hechos similares que ocurrirán durante el viaje, oficio la primer Misa en territorio Chileno (Punta Arenas – 11 de noviembre de 1520) y en Filipinas (16 de marzo de 1521 en la isla de Limasawa), los otros clericós que acompañaron  fueron  Pedro Sánchez de la Reina y Bernardo Calmetas, según  Ramón Freyre cronista de Écija, “pudo  ser  de Valderrama Franciscano o Dominico, pues eran las dos órdenes allí establecidas en ese tiempo, fallecería en Filipinas acecinado 1 de mayo de 1821, unos días después que Magallanes; de la Reina fue abandonado por Magallanes en una isla el 1 de agosto de 1820, junto a Juan de Cartagena uno de los que encabezo el motín en San Julián contra el jefe de la expedición”. Según AICA (Agencia Informativa Católica Argentina)” al menos uno de los lugareños fue bautizado, con el nombre de Juan el Gigante por su estatura, Aquella misa oficiada en las costas de la bahía de San Julián (en la actual provincia de Santa Cruz) constituyó un acto fundacional de nuestra patria, anterior a cualquier institución política en estas tierras: la Argentina tuvo así el singular designio de haber nacido primero espiritualmente y después de manera secular ya que la Eucaristía se celebró treinta y tres años antes que la primera población políticamente reconocida (Santiago del Estero, fundada en 1553).El carácter espiritual de la celebración estuvo rodeado de hechos profundamente terrenales -gloriosos unos, deshonrosos otros- que no solo acentúan el acto trascendental que referimos, sino que también tienen carácter profético para lo que será la historia de nuestra nación.”

 

Elías Almada