Muero

Muero, es de noche,

el tiempo no cura

la calma que yace,

habla el frío ofuscado

a los oídos del pecho moribundo,

en el final caen las hojas

rasgadas sin aliento

en los pies mundanos,

puedo oír el sonido

del frío cubriendo el alma,

nada lo cura, nada…


Muero, hay oscuridad,

ha de haber un zángano

robando al tiempo

las células de un campo

floreado en las noches y en los días.

Muero, muero, muero…


Adentro oh adentro

una laguna yace corrompida

en los vientos, en los huracanes…

ánfora de recelo

petulante del odio,

la tristeza se mueve

en ríos revueltos

llevando piedras de hielo.

Muero, es de noche

en el cielo no cabe

una luz en boca oscura,

nada lo cura, nada…

¿Qué caminos encuentran desiertos,

al oasis, al aliento,

a esta tristeza que desborda

mares grises?


No encuentro aliento

en la fragilidad,

las ventanas están ciegas

de hielo y sombras

reunidas al fin…