Si quieres pensar que ahora estoy soñando
como sueña el hombre con su niña bella
deja que amanezca ya me oirás cantando
quizás inspirado por alguna estrella.
Que amor tan sublime siento yo, por ella
su aroma en mi piel y mis labios que ruegan
que vuelva a la cama, sus ojos lo niegan
pero es que el deseo venció a la doncella.
Son las confesiones de aquel peregrino
que busco el gran amor…