Nací de mujer, en un crudo invierno,

bajo la lluvia pertinaz de las cenizas

de un cenit que se devoró en llamaradas

 la hora crucial de la vieja primavera.

Absorbí, como tierra sedienta,

los flujos tormentosos de la vida

y aún siendo un niño, me hice hombre,

relamiendo la hoja sangrante de los cuchillos

que, en…

Arde Vancouver bajo el fuego de la ira.

Arrecia la sinrazón de la violencia

al amparo de las piedras que vuelan

y al garrote, patrón de los disturbios.

Mientras haya, a pesar del animalismo,

dos locos que se amen en el mundo,

habrá razón para la…

En estas manos mías, ajetreadas y envejecidas,

aún sostengo, como una antorcha encendida

que eriza el viento con su dorada flama,

aquel poema que una gloriosa mañana

me entregaste de tu amor, como una prueba.

Lo leo y repaso sus rimas en cadente silencio,

estrujando desde adentro el perfil de las…

Qué hermosos decires tienes hoy para mis oídos

Amigo, tu que escribes, dímelo despacio

No apresures la cadencia de tus adagios

Dame tiempo para digerir de tus labios los sonidos.

Sé muy bien que la palabra fue primero

Y  que sin ella nada fue creado

Porque quiso el cielo de puro confiado

Darle al hombre capacidad de pregonero.

Háblame amigo, tu que escribes,

De amor, de belleza, de fantasía

Que no se…

             (Arturo Michelena - Mata de Orquídeas)

¿Qué es la amistad...?

Es un brote tierno

con espinas en su tallo.

Es un ovillo para desenredar entre dos.

Es un paraguas lleno de agujeros.

Vive de amor y por amor muere.

Brilla en los ojos cuando…

(Nevenka Pavic - Arte Visual)

Como dos mariposas azules en vuelo, las manos de la curandera avientan el humo de los sahumerios sobre el cuerpo de la paciente. Oraciones atropelladas que nombran supuestas deidades, brotan de su boca encendida de labial rojo furioso. Los ojos extraviados de la víctima de los maleficios, siguen los movimientos al…

Esta noche, vida mía,

estoy dispuesto a poseerte.

A penetrar tu piel álgida

y a encaramarme en tu sangre,

a transitar los recodos de tus venas

y a beber toda la luz de tu mirada.

Esta noche, vida mía,

quiero adueñarme de tu alma.

Y ya posesa, en espasmos de locura,

quiero sostenerte en mis…

Con lágrimas pendulares reflejando el silencio,

aturdido en la espesura de las soledades más hondas,

y en el frío bagaje de las ausencias que no lo nombran,

mi payaso corazón sufre y  llora con dolor de sombras.

Una sórdida emoción escondida en algún rincón del pecho,

perforó por instantes sus secretos, llenándolo de ternura,

y mi payaso corazón rió a carcajada pura

disimulando el devenir de todas las…

Los caminos de mis andares

de a poco van tragando mis huellas.

Se quedarán sin historias

y quizá sin quien las cuente.

No habrá ya lunas en las noches

cabizbajas de la derrota,

ni mañana que se alce

cuando muera la estrella.

Sólo habrá silencio

apretado entre los dientes

como una caña rota

gritando al viento mi ausencia.

... y en tus labios mustios y resecos,

un callado adiós…

          ("Derechazo" - Oleo de Finito de Córdoba)

Ensimismado en el desordenado taller, el hábil artesano bruñe la hoja de perfilado acero. Casi con devoción busca en su brillo la arista de luz que le imprima la sutil belleza de las joyas bien logradas.

            En ese ritual que le es inmanente y que lo ayuda a liberar las fantasías…