ENTERA DESNUDEZ

Dame otra vez tu desnudez entera,

tus botones emergiendo, lámparas trigueñas

para mi sed de violonchelo roto.

Tu desnudez,

ángel que vuelve a la mañana;

trepa al naranjo a degustar las mieles,

ven con tus orfebres…

Prosigo el homenaje a la poeta Narcisa Castro quien nos dejó, al menos físicamente, este 19 de agosto, con un poema de su libro LA ÚLTIMA HORA DE LA DISTANCIA, le agrego además el poema 7 DE MARZO que escribiera el joven poeta PABLO NARVAL dedicado a ella, pues ambos cum´plían años en la misma fecha, habían nacido en el mismo hospital, y eran amigos desde los talleres del Círculo de Poetas Costarricenses. Uno de esos cumpleaños decidieron pasar todo el día juntos, entre…

Ya no quiero poemas

para el viento que arrecia

ventanales inhóspitos.

Toda esta tormenta provocando las noches

en que no supe amarte.

No más poemas

para el dolor que yo infrinjo

sin palmeras meciendo

tus pupilas de asombro.

No más poemas que reclamen

el sitio…

A UNA MUJER POEMA

A Narcisa Castro

Yo no se si la amé,

si la dañé crisálida o la inventé…

Nada es cierto

Ni estos caminos vencidos

de mi boca,

ni el estallido sonámbulo

de tantas casas

siempre arrinconadas

en el viejo delantal de la distancia.

Y tampoco el poema

 ni sus…

                      ALERO DEL RAYO            

Aquí me detendré.

Aparcaré a la sombra

del álave cansino.

Acariciaré tu cabello

y las sienes que inclinas

para que una lágrima se…

Sólo el remanso,

sólo las frondas.

Algo más que la brizna

sitiada por la brisa,

algo más que esa mirada irredenta

con que inicio cada instante.

No quise ser la borrasca

que vuela…

          NACIENTES

Sólo, apenas y tan sólo...

regálame tus besos,

tus sábanas doblando en esa esquina

sutil que sorprende tus piernas.

Regálame tu abrazo: esos dos minutos

nunca estarán de más,

nunca estarán de menos. Te lo juro.

Llega tarde al trabajo, cierra el…

             CONTIGO

No van mis poros por la playa ausente

sino cabalgando con tu cintura

aprisionada por el aire

y por todas mis esporas invencibles.

¡Ah, este subir a la quietud del cielo

en el último espasmo de la sed!

No es sobre este prado en…