"...nunca eres más bella que cuando sé que eres

                                   la que no está conmigo"

                                              Pedro Lastra

Una mujer en luna llena.

Un corazón con la palabra enhiesta

dice mis versos como decir trigales.

Se frota el…

                                                         A Laura Novoa

Pequeño amor,

ya no tirarás las runas indolentes

sobre el manto,

no pulsarás las teclas de la soledad

para saberme allí,

no dolerán jamás esos amores

que vienen y se van

y se desdicen,

y no saben coronarte de pétalos o…

Es intangible la lluvia,

la flor hecha consuelo,

medallita buscada

por tanta sed del desamparo.

Es casi la soledad

para palpar a ciegas

el fondo de nuestro devenir,

inventando hijos, frondas,

besos debajo de las…

                                                                                  A Laureano Albán, amigo inicial

                                                                                  en la invisible sed de los poemas.

I

Hermano, ya sé de las palabras,

de su insuficiencia azul

que a veces nos engaña,

y sé, desde antes de mi infancia,

que amar es apenas bogar y…

A Narcisa Castro

Yo no se si la amé,

si la dañé crisálida o la inventé belleza”.

Jorge Charpantier

Es difícil que las mareas

te digan en sueños mis…

                                                A Rodrigo,  in memoriam

                                                                       “Cuando todo se calle

he de tender mi amor sobre los accidentes.

Tanta sangre perdida en la contienda:”

Rodrigo Quirós.

¿Te llevaste tus ángeles acaso?

Y tus doncellas dolorosas quizá también

esperando el beso de tus tardes

que ya habían…

Todas las puertas selladas

del atardecer impávido

preguntan por sus llaves…

¿Dónde estará la aldaba?

¿En dónde las bisagras de los corazones solitarios?

Tú vas de las cornisas al desván,

aspiras el aire que las cortinas ansiaron:

¿puede acaso la soledad vencerse

tan solo con dar vuelta a esta…

Yo se que me olvidé, por los poemas,

regresar en las tardes a ese perfecto suelo

que aún tiene la casa de los padres.

Yo sé que no llegué.

Todo puede orillarse entre la calma

donde aún gira invisible nuestra infancia,

y puede quedar así, ya para siempre

todo afiliado a tu sonrisa, madre.

Los libros fueron a completar las…