AMOR NO SIEMPRE ES DICHA

[Virginia Beatriz Guedes]

 

Va caminando por la vida

soñando con sueños bellos,

de vida y de amor plenos,

esos que leyó en los cuentos.

 

Un día el príncipe a su vida llegó,

dicha y amor le prometió,

besos, caricias y pasión

la pareja condimentó.

 

Celos también aparecieron,

reproches recrudecieron,

un apretón en su brazo

y un grito que resultó certero.

 

Trató de ser diferente,

el amor lo reclamaba,

los reproches continuaban

y su angustia  por apaciguarlos crecía.

 

Cuánto más ella se esmeraba,

las discusiones aumentaban,

y violentas culminaban, pero

aún pensaba que su principe volveria.

 

Una mañana despertó en un sillón de la sala,

una mano pequeña acariciaba su cara herida,

la angustia en las facciones de la niña

flecharon su corazón con destellos de rebeldía.

 

Decidió que ese amor de su pequeñita,

merecía futuro mejor que violencia y desdicha,

ese cuento falso de amor terminaba en ese instante,

así rápido marchó a hacer la denuncia y con sus padres.

 

Ahora marcha por la vida de la mano de su hija,

recordando bellos cuentos de princesas y alegrias,

sabiendo que su sueño de vida en pareja  terminó,

pero teniendo la satisfacción de ver feliz a su niña.

                                                              

                                          Virginia Guedes

[Ricardo Arregui Gnatiuk]

   Es una historia triste y demasiado reiterada en nuestros días. Los seres humanos, o cambiamos (Sin distinguir cuál es el género al que pertenecemos), o intentaremos infructuosamente cambiar el plan Universal de Dios. Porque la violencia es violencia venga del hombre o de la mujer. Que, convengamos, puede venir de cualquier lado. Me movilizó el argumento de tu obra, porque estoy pasando una etapa especial de mi vida a la que he llegado sin siquiera sospechar que todo podría estar "patas para arriba" por ser yo víctima de una violencia psicológica inusitada e inesperada. Pero, en este caso, "es harina de otro costal". Dios te bendiga y te proteja siempre.

"De corazón a corazón".                                                                                                Ricardo.

[Elias Antonio Almada]

cuanta ternura,, un final excelso en tu poema

[MA. ADIELA LONDOÑO DE COPETE]

[Norma Cecilia Acosta Manzanares]