MI QUERIDO DIARIO, recuerdos de mi niñez

[Gladys Alvarado]

MI QUERIDO DIARIO, recuerdos de mi niñez

Mi hermano David Q.E.P.D, y yo pasamos un gran susto, imagínense lo que nos pasó, a mi hermano le compraron una moto tigre, y todos estábamos deseando pasear en ella, mi hermano solo tendría unos 13 años y yo unos 15, lo convencí que me llevara a dar una vuelta y me llevó, andábamos felices corriendo en la colonia cuando de repente una patrulla nos puso la sirena y nos mando a parar, mi hermano paró la moto y yo muerta de miedo de que nos podía pasar, dejamos que el policía se bajara y caminara hasta nosotros y ya que venia llegando cerca le dije a mi hermano que acelerara y nos fuéramos a toda prisa, mi hermano me hizo caso y íbamos tan volados y al perder de vista al policía entramos a la casa y escondimos la moto, y otro día después supimos que el policía había andado preguntando a los vecinos si sabían de alguien con una moto tigre, pero! que susto nos llevamos!

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Esto les va a parecer increíble, pero es tan verdadero como que me llamo Gladys, en mi colegio nos estaban enseñando a cocinar y la profesora nos pidió que cada una trajéramos algo para hacer sopa de pollo y yo salte y dije señorita yo traeré la gallina, y ella dijo que bien entonces las demás traigan las verduras y así quedamos, mi abuela fue al mercado y me compro una hermosa gallina y yo me dirigí al colegio con gallina en mano, la gallina empezó a quererse soltar de mis manos tratando de picotearme y salto de ellas y empecé a corretear detrás de ella hasta quedar tan agotada que no pude mas, la gallina se escapó y no quise seguirla mas, llegue al colegio con las manos vacías para desmayo de la maestra que tubo que conformarse con hacer sopa de vegetales y que por sus comentarios de ¿Gladys donde dejaste la gallina? se vio que nunca creyó que existiera tal gallina y cuando contaba el cuento siempre decía como la gallina de Gladys refiriéndose a una mentira.

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Yo tenia una costumbre en mi clase de quitarme los zapatos para descansar mis pies mi pupitre estaba pegado a la pared y era el ultimo pupitre cerca de la puerta de atrás, un día empecé a buscar mis zapatos con mis pies y me pareció extraño que no estuvieran habían desaparecido como por arte de magia y lo peor que era la hora del recreo y me gustaba salir corriendo a jugar basketball que en esos días era mi pasión, todo el mundo salió menos yo cosa inusual en mi que corría tan pronto como sonaba la campana, la maestra comenzó a preguntarme ¿Gladys Leticia por que no has ido al recreo? y yo rápidamente le conteste, no señorita es que me duele mucho la cabeza, entonces dijo, ve donde la señorita Martha y dile que te de dos aspirinas, el salón de ella estaba en la otra punta de mi salón de clases, le dije no tomo pastillas, ya estaré bien, entonces dijo sale afuera quizás necesites tomar un poco de aire y le dije ya se me quitó, pero estoy cansada y prefiero quedarme aquí, bueno ella ya no insistió pero parecía divertirse con todo esto, paso la tarde muy pronto y la campana tocó señalando el fin de la escuela, entonces todo el mundo se levanto de sus pupitres con sus bolsones listos para irse y solo yo no sabiendo que hacer y no queriendo que la maestra se diera cuenta que había perdido mis zapatos me quedé sentada esperando que aparecieran por arte de magia, la maestra con otra maestras y disimulando su risa volvió a decirme que pasa ¿Te piensas quedar aquí toda la noche? y entonces fue que le dije, señorita mis zapatos se me han perdido, y ella empezó a reírse con las otras maestras y me dijo vez lo que pasa por quitarte los zapatos no lo vuelvas a hacer la próxima vez no te los voy a entregar, jaja, aprendí la lección, no quitarme los zapatos en clase.

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Cuando estaba en el ultimo grado de secundaria, llegó un día de mi examen de literatura y yo no había estudiado nada y de seguro lo iba a perder, entonces a sabiendas que le gustaba mucho a mi profesor le propuse que por que no me dejaba recitar un poema en clase y me diera mi nota, el dijo esta bien entonces se me ocurrió recitar a José Batres Montufar “YO PIENSO EN TI” y desde ese día, nunca me tuve que preocupar por esa materia jaja . ¿Inteligente no?

Gladys Alvarado copyright ©2014-08-30
Estados Unidos

[Miriam Inés Bocchio]