SOBRE LA CONCIENCIA SOCIAL Y LA CONCIENCIA INDIVIDUAL
Luego de la avalancha noticiosa denunciando millonarios atracos, y la creciente cantidad de denuncias judiciales relacionadas con actos que colisionan con la recta conducta que debió existir en materia contractual entre empresarios y funcionarios públicos para la adquisición de bienes y servicios, cabe preguntarse por qué no impulsar un plan nacional a largo plazo, o sea, de Estado (no de gobierno), para reforzar y re-enrumbar la conciencia social e individual contra en sempiterno juega vivo que vive empantanando -desde siempre- el quehacer nacional. Un plan nacional que involucre a toda la sociedad, y que ello implique involucrar escuelas y universidades, asociaciones , gremios y sindicatos de toda clase y naturaleza empresas e instituciones privadas y públicas que culmine con un Acuerdo Nacional contra la Corrupción que suscriban los representantes de todos los sectores de la sociedad panameña y que este dirigido a la generación de campañas y programas, de reglamentos y normas, porque la sola coerción no frena el actuar delictuoso y, porque para cumplir las normas debe existir en primer lugar el ánimo de hacerlo, el ánimo de actuar con transparencia y corrección.
En este orden de ideas, y si de veras queremos impactar la conciencia nacional comencemos por preguntarnos cómo está, como anda, nuestra conciencia social, esa que se referencia a la capacidad de percibir las realidades circundantes que requieren atención, que necesitan que se reflexione sobre ellas y actuar para la transformación de las mismas con actitud cooperativa y desinteresada. La idea de conciencia social está hoy muy extendida por el significativo deterioro de las condiciones de vida de amplios sectores de la población, así como el aumento indiscutible de la criminalidad y la necesidad acuciante de actuar en contra de las circunstancias que limitan y reprimen una sana gobernabilidad en detrimento de la calidad de vida de la mayorías.
Pero, podemos hablar de una sana conciencia social sin una conciencia moral individual – esa que significa un juez interior natural que en cada ser humano indica qué circunstancias o acciones pueden ser calificadas como buenas o malas, permitiéndoles escoger la forma correcta de actuar-, sin una población de individuos con una la conciencia moral en permanente formación y cuestionamiento, la respuesta es simple, por supuesto que no, por esto es necesario impulsar unplan nacional a largo plazo que nos permita forjar o en todo caso reforzar nuestra conciencia moral individual para redireccionar nuestra conciencia social y así, actuar con verdad y justicia.
Conviene recalcar que si bien es cierto que nadie nos puede forzar a actuar contra nuestra conciencia individual, no es menos cierto que tenemos el grave deber de buscar los dictados de una conciencia moral individual que se ajuste a lo cierto, más lo ideal no es tener solo una conciencia moral cierta, verdadera, hay que perseguir continuamente que esa conciencia cierta sea además recta, y ello solo se logra entendiendo que la educación de la conciencia individual es tarea de toda la vida y posibilita en su formación la búsqueda de la verdad, lo correcto y consecuentemente, la la equidad. Hacer entender estos hechos es parte de la formación y redirección de la conciencia social.
Y por qué todo lo dicho, pues, porque tal como indica el escritor, promotor cultural y profesor David Robinson en su artículo de opinión contenido en el sitio web http://heuristicas1978.blogspot.com/, “… La verdad de los poderosos se impone como la verdad de todos y es porque ella los inviste con la dorada autoridad que justifica el beneficiarse del poder; por eso los autoritarios insistieron, insisten e insistirán en tener la exclusividad sobre la verdad. Mientras la posean son jueces, si la pierden serán acusados.” Y agrega, “…Lo paradójico o más bien ridículo de esta situación es que aquellos que no gozan de los beneplácitos del poder real, se contentan, por ejemplo, con inútiles discusiones cuyo inservible motivo es ser quien diga la última palabra. Un simple espejismo.” Y les pregunto, ésta realidad que parece incubarse en los recodos de la realidad socio política de nuestro continente, en qué contribuye a la consecución de una conciencia moral social que permita una sociedad fundada en el objetivo fundamental de garantizar a todos los ciudadanos un gobierno transparente, participativo y justo, que sea beneficioso a todos los interesados…
Al preguntarse en su artículo David Robinson qué es la verdad -frente al deseo de poseerla para ejercer el poder, frente a la subjetividad en la percepción de la realidad, etc.-, expresa que la verdad quizás se trate de ópticas o puntos de vistas de una verdad mayor y que su búsqueda bien puede favorecer el dialogo, y yo agrego, ese dialogo que concluya en un Plan Nacional dirigido a favorecer una mejor conciencia moral social.
Creo que ya nadie discute que lo necesitamos.
Panamá 1 de diciembre de 2014
ALBERTO O. CABREDO
ABOGADO Y ESCRITOR
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
########
© 2024 Creada por MilagrosHdzChiliberti-PresidSVAI. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!
Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL