Jamàs hasta ahora
te he dicho, que debido
a la suerte inaudita,
cuando una noche nos
encontramos por golpe
del destino y ese dìa
habìa tanto dolor
compartido, que nos
dimos cuenta de lo bello
que nos uniò.

Fue primero ese saludo
que nos atrajo, luego
cruzarse las letras y
ese caminar de nuestras
almas, quizàs nos dimos
ese chance de leer los
sentimientos de compañeros
en dolor y llanto y hasta
de sentirnos el alma
reposando cada uno sobre
el otro.

Varias fueron las causas
que hicieron nuestro SI - NO
un retardo del tiempo, un
impedimento, un nada, hubiera
sido el divino tormento de
este nuestro exquisito destino,
del nuestro cruce de almas,
el YO, en tì y del TU en mi.

Quizas este sentimiento, no
existiría si no me dieras la
felicidad corazòn mio, mi
pequeño tiempo, pienso en una
eternidad dedicada a TÌ.