La ciudad, se levantaba somnolienta con una bruma ante el paisaje. El río corría a su costado izquierdo, muy torrentoso. Parecía un brazo de mar. Ancho y profundo. Por donde surcaban barcos de gran calado. Las calles eran una complicada geografía. Tortuosa, con empedrados de piedra negra. Muchos árboles y palmeras, daban un agradable contorno.

            Había salido temprano del hotel a caminar. No soportaba el encierro de la habitación. La televisión le cansaba o le hacia dormitar. Por eso, tomo un libro y un cuaderno con apuntes. Y busco la inspiración en ese típico café.

            El local estaba frente al río. Desde allí, podía dominar ese exquisito paisaje. Garabateo algunas ideas, mientras sorbía un café negro y humeante. Encendió un habano, aspiro el humo. Y se entretuvo un rato, haciendo figuras en el aire. Mientras los mozos le miraban y meneaban su cabeza, sonriendo. Comió unas tostadas, jugo de naranja y huevos revueltos. Desayunado, tomó su libro y cuaderno. Pagó la cuenta. Despidiéndose  afectuosamente y dejando una muy buena propina para los mozos. Al pasar ante ellos, agregó:

            -Hasta mañana, muchachos. ¡Muy bueno el jugo de naranjas!

            -Gracias señor- será bienvenido siempre. Respondieron y corrieron a abrir la puerta.

            Caminó por la costanera. Frente de el, estaba el palacio de Gobierno. La bandera con el escudo de armas al centro. Entonces, se dijo:

            -El presidente esta allí.

            Siguió caminando, bajo unas escalas. Bordeo hasta llegar ante el puerto principal, donde atracaban los barcos.

            Allí estaban los buques. Unos cargados a punto de zarpar y de otros, bajaban con una grúa, coloridos  container. Los que instalaban sobre la carrocería de camiones, que en larga fila esperaban. Había otras dos naves, por cuyo puente subían madrugadores turistas. Mucho movimiento en aquel lugar. Policías militares observaban el trajín de la gente. Marineros con su blanco traje, charlando animosamente. Algunos oficiales iban en lancha a tomar posición a los buques de guerra que estaban anclados al fondo del río.

            Sintió hambre. Recorrió las angostas calles. Hasta llegar al restaurante “La Bohemia”, de propiedad de un francés. Con quien había trabado amistad.

            Ubicado en una mesita, cerca de la ventana, leyó el menue. La carne azada ya no

la soportaba. Tampoco los fideos, ravioles y las demás pastas. Pidió un martini. Mientras pensaba -¡que almorzar!

            -Señor- La especialidad de la casa es hoy: Surubí a la mantequilla negra. Le insinúa el garzón.

            -¡Me gusta la idea! Entonces, por favor, sírveme lo que me estas recomendando.

            -Que vino le apetece- Tenemos vinos argentinos, chilenos, californianos, brasileños….

            ¡Ya…espera!- Levantando su mano, le detiene y agrega:

            ¿No tienen un vino bordón francés? Cosecha 1944? Por casualidad. Pregunta sonriendo picarescamente.

            -¡Espere un momento! El hombre, camina en busca  del francés. Este sentado ante la caja, pone atención al requerimiento.

            Luego, mirando a su amigo riendo, le hace una seña afirmativa.

            Come el festín que le han puesto por delante. Y bebe ese exquisito vino francés. En verdad tenía un buen bouquet. Que le recordó la bohemia en Paris, el río Sena y Montmartre. Pintando cuadros por poca plata para sobrevivir…

             Terminado el almuerzo, se levanta satisfecho. Pagó en la caja, despidiéndose de su amigo el francés, afectuosamente. Sale a la calle y sin prisa va recorriendo el centro comercial.

            No tenia ganas de volver al hotel. Camina en dirección al parque. Allí, busca un lugar cómodo para sentarse. Saca sus apuntes y trata de dibujar el paisaje. Al fondo se podía divisar el territorio del país vecino. Distinguía la ciudad de Clorinda. Apenas se recortaban los edificios, sobresalía de la alta vegetación, las antenas de radio y televisión. Dormita un rato. Una fresca brisa llegaba, acariciando su rostro. Y pensó en Diana.

            Sacudió su cabeza, y se concentro en escribir algunos pensamientos. No tenia ganas ya de dibujar. Ahora querría escribir…Nuevamente vino a su mente el recuerdo de ella. Siempre ella. La sombra. El ángel…una inspiración. Pasiones desbordadas. Amores locos y plenos. Luego la separación.

            Llegó la tarde y con ella, las primeras sombras. Los faroles del parque se encendieron. Salió a la avenida. Tomó un taxi, rumbo al hotel.

            En el trayecto se decía:

            -Para los poetas y escritores-¡El amor es una eterna lucha! Entre lo místico y la realidad. Al final terminamos solos, rumiando pensamientos y escribiendo para los demás.

             Ya en el cuarto del hotel, lanzó su ropa sobre la cama, metiéndose  al baño. Tomó una fría ducha que le revivió el alma. Roció su cuerpo con una loción suave. Arregló su cabello, pintado de plateadas manchas. Su barba había crecido, la peinó. Vistió un vaquero y una camisa manga corta. Le gustaba sentirse cómodo y no era esa, la ocasión para estar elegante. Salió del cuarto. Bajo por la escalera alfombrada. Allí en el hall, saludó a las jóvenes recepcionistas. Alcanzó la salida.

            Camino por la calle, muy iluminada. El comercio y las oficinas habían sido adornados con luces de colores, ante la fachada y en lo alto de  edificios, con motivos navideños.

            Llegó a la plaza principal. Sentado aspiro el aire de la noche. Frente estaba el hotel Guaraní, donde alojaba. Una moderna y hermosa construcción. Caminó por los alrededores de los jardines. Cruzó la calle. Entró al edificio. Subió  hasta el segundo piso, en dirección al bar y al gran salón.

            Una exquisita decoración, con muchas plantas naturales y vistosas flores. Un bar construido con buena madera de cedro, barnizado y brillante. Varias jóvenes muy hermosas bebían y charlaban, en la barra. Al verle entrar, le miraron mostrando una encantadora sonrisa.

            -¿A quién esperan? se preguntó.

            - ¡Ay- Ángeles del cielo! Para adornar el árbol de navidad de mi soledad-

 

            Luces suaves. Al fondo un escenario. Donde tocaba una orquesta, melodías tradicionales. En otro sector el buffet con todo tipo de especialidades, postres, helados y frutas  tropicales fresca, de la estación...

            Ubicado, como siempre en una mesa que dominaba el paisaje, tomó un aperitivo: “martine on the rock”, su trago favorito.

            Ahora el pianista interpretaba: “ Let my train again”, una canción que solía cantar Frank Sinatra…

            Con sus manos bajo la barbilla. Pensó en Diana. En una mesa cercana una pareja, estaba lejos del mundo que le rodeaba. Se acariciaban y brindaban.

            El se encogió de hombros. Tomó una servilleta y escribió en ella, unos pensamientos que le vinieron a la mente. Debía alcanzarlos en el espacio antes que se esfumaran. Como se esfumaron sus sueños de revolucionario. Ahora se había convertido en un espectador de los acontecimientos. Pidió otro trago. Luego dibujo en la servilleta de papel, el paisaje nocturno del puerto.

 

            Diana. Había salido temprano de la oficina. Tomo su auto, y enfilo por la concurrida calle. La noche había caído en Caracas. Busco un atajo y logró llegar sin prisa hasta el bloque de departamentos. Allí vivía. Entró el auto al estacionamiento. En la entrada del edificio, el conserje, señor Carlos Casal, le entregó un montón de cartas.

            -Gracias-señor Carlos- usted siempre tan amable. Respondió sonriéndole afectuosamente.

            -¡Ah-Se acordó el infiel!- exclamó. Y mientras subía por el ascensor abrió el sobre. Era una postal muy bella, que mostraba el paisaje de una Catarata. Al reverso estaba la endiablada letra, se podia leía: “Hoy es el primer día. Del resto de nuestros días”  Con amor…..su clásica firma en arameo antiguo. Todo un personaje.

             Ya en el departamento. Encendió el equipo de música. Los "Bee gees", interpretaban: “Fiebre del sábado por la Noche”. Pero ese día, era viernes, encendió la tradicional vela roja. Luego se ducho. Cambio de tenida. Eligiendo un pantalón de mezclilla y una blusa ceñida a su hermoso cuerpo. Se miro en el espejo. Los años no habían echo mella en ella. Sus amigas le decían:

            -¡Siempre vos!  Estas a la pinta como una teenneger-

Ella sonreía. Y en su interior se alegraba. Camino en dirección a la biblioteca. Encendió la computadora y allí estaba de fondo el cuadro que Elías había pintado en su recorrido en Porto Alegre, Brasil.

            Lo maldijo mil veces. Era un tipo olvidadizo o se hacia. Siempre solía olvidar su cumpleaños, su santo y las fechas más importantes. Viajaba como un naufrago en busca de una estrella o una quimera. ¡Quien sabe! A veces solía llamar a medianoche. Sino, cuando estaba en plena reunión de la empresa que dirigía. Otras veces  asistiendo a misa en la misión, los domingos por la mañana. ¡Una vez se pasó! Llamó cuando estaba comulgando. Ella había olvidado apagar el celular.

-          ¡Aja, cuantos santos concebidos! Y ella, no era una santa que digamos. Pero tampoco una fiera o una mujer que buscaba hombres por buscar. Una experiencia mala, bastaba. La había marcado. La juventud y el primer amor le llevaron  al altar equivocadamente. No duró ni siquiera dos años el matrimonio…. Luego una aventurilla sin dolor con un jovencito que parecía ser su hijo. Vacaciones en Nueva York. Otras en Paris. Allí, en pleno "Pigalle", un conde italiano le ofreció llevarla a vivir en una villa por los alrededores de Roma.

-          Estando en España, veraneando en la costa. Conoció en una fiesta a un emir árabe. ¡Muy rico el tipo! Era seguido por un sequito de hembras en busca de la moneda dura. El la cortejó a más no poder. La invito a Arabia. Ella, se imaginó en un harem… ¡Ni loca! Y escapó como una Cenicienta, dejando su zapato de charol color negro en la escalera de la mansión. Sin zapatos llegó al hotel

-          Al día siguiente tomó un avión y, escapó a Toronto.- Realizó un postgrado en administración de empresa. Con su título bajo el brazo, abandonó rápidamente esa ciudad tan cosmopolita, pero con muchos drogadictos. ¡Eso le ahuyentó!

-        Trabajo en Miami. Como gerente, en una cadena de tiendas que vendían ropa de mujer. Allí conoció la noche. Mejor dicho las noches brillaron en las pistas de las disco. Llegaba por la madrugaba al departamento para soportar un día agitado de trabajo.

           Volvió a su país natal, Venezuela. ¡Mas vale estar en casa que en país extraño! Y fue así, como un día se chocó en la calle al pretender entrar a un restaurante en plena Avenida Sabana Grande, con Elías. El llevaba sus cuadros, que solía pintar en las calles y avenidas de la capital. Vinieron las disculpas del caso. Pero esos ojos dormidos, aires de sheik del desierto y esa inmensa sonrisa le derritieron.

            Almorzaron juntos y se quedaron toda una tarde. Dos insoportables viajeros, se encontraron. A el le gustaban los conciertos, la opera, el buen cine, la lectura y el ballet. Que más querría ella de un hombre, si tenía sus mismos gustos. Pero no sabía cocinar, ni siquiera hacer un par de huevos fritos. Además roncaba mucho al dormir. A veces mientras se encontraban en el parque se dormía en plena charla. Ella se levantaba y lo dejaba solo. El se disculpaba, enviándoles rosas roja.

 

            Encontró trabajo en una editorial. Debía  leer, un montón de obras que enviaban los escritores y poetas. Una empresa femenina cien por ciento. Estaba la sección de una revista megazine. Una publicación quincenal titulada: ANGEL O DEMONIO. Donde habían artículos sobre la mujer, políticos, sociales y una sección: “Como dominar a su hombre”. Que escribía ella, era una especia de terapia.

             Esta nueva ocupación le absorbía y solía bajar tarde del edificio. Y no era novedad, para ella, encontrar a Elías sentado en un banco de la calle, esperándola con su eterna sonrisa. Con sus locuras tiernas la transformaba. Pero ella no quería estar atrapada a su acogedora tela de araña y a veces huía de él.

            ¡Temo enamorarme! Este quiere solo una noche de placer. Se decía. Terminaba dando vueltas por el departamento, escuchando a Barry White, fumando un cigarrillo mentolado y bebiendo un martini. Luego se tomaba un whisky con dos hielos y terminaba durmiendose en el sillón.

 

            La navidad se hacia sentir en Caracas. En la editorial habían adornado con un hermoso árbol y su pesebre. -Para reconciliarse con Dios- decían las chicas de la sección contable.

            Participaba en el coro de la Misión  Maronita. Los domingos era obligada su asistencia a la misa, luego estar un rato en el hogar con los niños de la calle. Que los sacerdotes libaneses mantenían a costa de muchos sacrificios. Luego ir a almorzar con su madre. Acompañarla toda la tarde. Venia también, su hermana soltera, que era periodista de una cadena internacional de noticias, a reunirse con ellos. Cuando la noche caía, retornaba en su auto al departamento. Allí sentada ante el computador, contestaba su correo electrónico y aprovechaba en chatear con sus amigas y amigos de diferentes países. Hasta caer rendida y dormirse vestida sobre la cama. Desde el dormitorio, se podía divisar el Monte Avila, cubierto con un manto maravilloso de estrellas y arrullado por el concierto de los grillos.

           Faltaban pocos días para la Noche Buena. Toda la familia solía unirse ese día, para celebrar la Navidad. Y sobre la mesa estaría, el infaltable pavo relleno con manzanas y otras delicias; ensaladas, tortas, dulces relajantes con almendras, nuez y pistachos, pasteles árabes.

            Ella se había quedado trabajando hasta tarde, en la oficina. Revisaba algunos apuntes y tomando una carpeta cayó al suelo la postal que le había enviado Elías. Conectó su computador. Ingreso a Internet. Y a través de un buscador trato de identificar el paisaje. Hasta que logro encontrar el lugar. Sonrió, allí estaba el errante troglodita. Saboreando el aire de la selva y la quietud, antes que el bullicio de la gran ciudad.

            Elías, había madrugado y ya había estado por la avenida frente al puerto. Tomo el típico tranvía que corría por el centro de la ciudad. Llevaba cartulinas, pinceles y lápices para pintar. Quería cambiar la rutina. Se bajó al final del recorrido. Allí había una casa típica, macizos árboles y palmeras. Era una excelente escena para plasmar. Total el tiempo no importaba. Acercándose a un kiosco, bebió un jugo de manga. Sentado, se quedó diseñando el ambiente. La gente que pasaba le miraba, otros se colocaban a su lado a observar lo que hacia.

            Llegó el medio día. Vino nuevamente el tranvía, subió a el, retornando al centro de la ciudad. Camino, al restaurante francés a almorzar. Le acompaño el dueño, con quien trabo amistad, a los meses de haber llegado a la ciudad. Escuchó, el relato de sus viajes trabajando de marinero y como había aprendido a cocinar ricos manjares. Haciendo turismo-mochilero, llegó a la capital. Conoció a una joven lugareña, a quien sus padres le habían dejado esa casa. Y juntos la transformaron en un restaurante. Ambos socios, terminaron enamorándose. A los meses se casaron.

            Bebieron unas cuantas botellas de vino. De diferentes marcas y países. Comentaron- ¡cual era el más exquisito vino! Al final, no lograron ponerse de acuerdo.

Y apostaron por el vino francés. Esto alegro de sobremanera a su amigo, reflotó el nacionalismo. Embriagados, se despidieron. El,.vacilando tomo un taxi que le llevó al hotel.

            Esa noche se levantó tarde. Salio a la calle. Animado el ambiente, con muchos transeúntes, turistas y vendedores callejeros. El sentimiento navideño se sentía y daba un aire diferente a la ciudad. Llegó hasta el bar-disco “Zodiac”. Este local estaba en el piso 8 de un alto edificio, tal vez el de mayor altura. Su mesa favorita estaba vacía. Allí se sentó. Pidió un whisky,  encendió su habano. El humo espanto a los zancudos, que por la humedad del ambiente,  estos insectos eran molestosos y sus picadas a veces afiebraban al mas fuerte. El río dibujaba la luna en su lecho. Los barcos iluminados en la bahía mostraban una fantasía, más las titilantes estrellas y la romántica música de las arpas…mostraban e invitaban al romanticismo Pensó en Diana. La terrible e implacable mujer. ¿La quería?...¿si? ¡tal vez!- Se preguntaba y recitaba:

 

                        Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy,

                        El río anuda al mar su lamento obstinado.

                        Abandonado como los muelles en el alba

                        Es la hora de partir, ¡Oh abandonado!

                       

Esas estrofas, y los pensamientos de Pablo Neruda, se mezclaban con la filosofía de Gibran Khalil Gibran: 

“El amor es la única libertad sublime

que no alcanzan las leyes

ni las tradiciones de los hombres

y que no dominan las fuerzas

de la naturaleza y sus convicciones”

 

Luego sonreía. Pensó, en el cuerpo de Diana. Era como saborear, al comerse un durazno jugoso. Esa fina cintura y la dureza de sus pechos. Esos besos tan dulces como el buen vino- que solo ella podía entregar. El calor y la entrega total…en las playas de Puerto Ordaz… Pidió otro whisky. Este trago, se lo tomó de un sorbo. En la pista varias parejas bailaban. Una joven se le acercó, insinuando:

-          Perdón- ¿No deseas una compañía?

-          Gracias-cariño- eres como un salvavidas en un mar tormentoso…de recuerdos idos. ¡pero, no!-gracias.

-          Entregándole una tarjeta de visita. Le dice:

-          Puedes llamarme a la hora que quieras. Estaré pronta en acompañarte y hacerte una feliz estadía.

-          ¡Oh!- en verdad. Eres muy amable.

             Camino por la terraza del edificio. Allá abajo,  divisaba la piscina y la pista de baile al aire libre del hotel Guaraní. Luego se acercó a la barra. Mientras miraba la televisión, tomó un café amargo. Fumando su habano, entablo una amena charla con el barman. De tanto ir a ese local, era muy conocido., ya que entregaba buenas propinas. Los mozos se peleaban entre ellos, para atenderle. La madrugada mostró las primeras luces. Algunos parroquianos, parejas de enamorados, seguían. Se despidió y bajo por el ascensor. Allí sus pasos le llevaron a recorrer el centro aun dormido. Algunos autos cruzaron, con sus luces encendidas, al igual los buses de pasajeros. Llego hasta el muelle. Subió a una lancha que le lleva a recorrer el río. Surcaron  vertiginosamente, mordiendo con furia al viento de la mañana. Podía apreciar la belleza de la selva en ambas riberas. Llegaron a una aldea, donde se detuvieron. Allí desayunaron. Bajo unas palmeras, se recostó en una hamaca. Despertándose al medio día con mucha sed. Tomo jugo de coco, bebiendo de la misma corteza.  Almorzó, acompañado por el lanchero. Pescados a las brazas. Bebieron unas cuantas cervezas alemanas. La tarde arrastró lentamente las primeras sombras, y sus invisibles brazos abrazaron al paisaje. Subieron nuevamente a la lancha y retornaron a la ciudad.

            En la recepción del hotel- pregunta a  las recepcionistas que día era:

            - Hoy es veinte y tres de diciembre- responden, sonriendo ambas jóvenes- Mientras hablaban en su lengua nativa. Que sonaba musical y cantarina.

            Diana, llamo a una agencia de viajes y reservo un boleto para el vuelo de la medianoche. Arreglo todo en la oficina. Luego, salio a comprar un maletín y algunas prendas ligeras. Almorzó en casa de su madre, no era costumbre durante la semana. Ella se sorprendió. Sin preguntar nada, la recibió feliz.

            Charlaron animosamente. Hasta que ella se levantó y la abrazo, diciéndole:

            -Ma…Feliz Navidad.

            Ella le pregunto, misteriosamente:

            -¿Estas de viaje? Mirándola a los ojos

            -¡Ah! No digas nada.... Que tengas también una linda Navidad-

            -Gracias- Le beso en ambas mejillas y salio a la calle.

Subió a su auto y volvió a la oficina. Escribió el artículo de la semana. Titulando el reportaje: “Si el troglodita no viene a vos…Vos vas a él”…¡Son las cosas de la vida!”

 

            Y tarareo una vieja melodía de Paul Anka, cuya letra decía:

             “Débiles son las mujeres”

 

            A través de Internet, reservo en el hotel de esa ciudad, su alojamiento. Busco en otros hoteles el nombre de Elías….y se pasó la tarde. Se despidió, como si volvería al día siguiente. Nada comentó.- Era un secreto.

            Ya en el departamento., arreglo su maletín. Sus documentos. Tarjetas de crédito. Dinero verde del tío Sam, en efectivo. Bajo a la calle y tomo un taxi. Era ya de noche, alrededor de las 21:00 hrs. Debía irse temprano al aeropuerto. Sino una tranca famosa, le haría demorar y perdería el vuelo.

            En el aeropuerto de Maiquetía,  tomó un café sin azúcar y comió algunas galletas diéticas. Espero haciendo hora, mirando las noticias en la television. Luego vino una película: “Fiebre del Sábado por al Noche” con John Travolta. Recordó sus años mozos, las discos y su ex-marido que la había envuelto en un papel de regalo. Los altavoces anunciaron el vuelo. Ella se acerco al mesón de su línea aérea. Pasó a la sala de espera.-  Luego el trámite de salida ante las autoridades de emigración. Cruzo un pasillo y camino por la losa hasta el avión.

Con los ojos cerrados tratando de no pensar en nada, se echó en el asiento. Sintió, como el avión se sacudió suavemente al elevarse. Unos minutos mas y ya estaban volando tranquilamente. Miro la película, francesa y romántica….”Los Paraguas de Cherburgo”. Pasó la azafata, sirviendo la cena. Ella apenas probó bocado. No tenía acompañante, por lo que trato de dormir bien ubicada. La madrugada le sorprendió aterrizando en San Pablo. Había una tormenta, en la ciudad donde tenía que llegar, Foz Iguazú. Por lo que el vuelo se atrasaría. Era el día veinticuatro de diciembre. Ella nerviosa, rogaba que el cielo se calmara. Las azafatas anunciaron que el vuelo se suspendía; por que en la ciudad terminal, había demasiado mal tiempo y vientos huracanados. Ella, salto del asiento y bajo en busca de las oficinas. Consultó por vuelos alternativos. Había uno que la llevaría hasta Corumba. Y desde allí podía tomar un barco hasta la ciudad que ella necesitaba llegar antes de las 12 de la noche. Cambio el boleto y subió a otro avión. A las 10:00 de la mañana estaba en esa ciudad del Matto Grosso. Allí en el aeropuerto, tomó un taxi que corrió al muelle. Felizmente había un barco de turistas que salia en esos instantes. El taxista le ayudo a subir, deseándole buena suerte.

 

            El barco repleto de gente, surco el gran río. La brisa era bella, y el sol despuntaba sobre ellos. Bebió una coca.-cola y luego se tomo un café. Sentada mientras la nave mordía las aguas, dormitó. Al rato sirvieron el almuerzo. Un altavoz dejaba escuchar un bossa.-nova. Caía la tarde y las estrellas brillaron entre la espesura. Una luna llena, sembró con su plateada luz el río. Pasaron otras naves haciendo sonar su silbato. Bandadas de garzas y gaviotas crusaron por el cielo. El sonido de la selva era roto por el ruido del motor. Algunos poblados pasaron. La gente salía a la ribera a saludar.

            Miro la hora, el reloj pulsera marcaba: 21:00 hrs. Parecía un laberinto sin fin y el río que nunca acabada. Al rato se vieron las primeras luces de los edificios, iluminados con colores y el faro marcando el rumbo de los barcos. Pasaron bajo un largo puente que unía las dos riberas. La ciudad se alzo finalmente, y ella respiró aliviada. Abandonó, apresuradamente la nave. Paso por los trámites de rigor. Buscó un taxi que le llevo al hotel. A las 23:00, estaba en la sala de recepción. Los empleados, ubicaron sin demora su reserva. Subió a su habitación acompañada por un funcionario que le deseo una feliz estadía.

            Dejo su maletín en un sillón. Sobre una mesa coloco; el estuche con las lociones, brillos, perfumes, etc. Rápidamente se metió a la ducha, mientras decia:

            - Las cosas que este maldito hombre, nos incita. Maldijo, y mordía su orgullo por no saber decir: ¡No!-

            Llamo por teléfono a la central y consulto si había en la lista de alojados, el señor Elías……. La joven que contestó el teléfono, confirmó la estadía de este.

            Ya cambiada, con un traje negro, ajustado a su hermoso cuerpo camino al salón. Allí, se estaba realizando la cena de Navidad. Antes de entrar consulto con el maitre si estaba el señor Elías.

            - Si, el señor Elías, está en la mesa de siempre- ¿quiere que le acompañe…señora?

            Ella sonriendo, agrega:

            -Gracias- es una sorpresa. Indíqueme por favor el lugar.

Entonces , le divisó con su  blanca barba, los lentes caídos sobre la nariz bebiendo y escribiendo algo….Volvió a sonreír y espero.

             La orquesta tocaba un swing: "Al final  del Arcoiris" de Julie Garland, la misma melodía que cantaba en la película "El Mago de Oz",  su film favorito, desde que era niña.

Ahora la orquesta tocaba un tema: The Platters, dejándose escuchar:

            “Only you”

            Elías, levanta la vista y ve a Diana ante el. Sonríe, emocionado por la sorpresa. Se levanta, acercándose, le besa suavemente en los labios. Ella le abraza, diciéndole:

            -¡Eres un cavernario malcriado!...Pero te amo, hombre-

            -Yo también te he amado, te amo y te amaré toda la vida.

            Bailaron en el centro de la pista. Mientras afuera se escuchaban  el estallido de los petardos, las bengalas de colores y el tañido de las campanas al vuelo.

             -Desde Asunción, Paraguay y el gran hotel Guaraní: ¡Feliz Navidad!…¡Feliz Navidad.!- exclama, el maestro de ceremonias. Todos los asistentes levantan la copa y brindan con champagne.

 

 

Amir Ibn Taufik,

Diciembre, 20 de 2003

© copyright

Proyect Lebanese Emigration Research Center (LERC)   

Notre Dame University (NDU)   

P.O. Box 72, Zouk Mikayel   

Kesrwan, Lebanon   

Tel. +961-9-218955 ext: 2328   

Fax: +961-9-224517 

 

 

Vistas: 149

Comentario

¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!

Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL

RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO

Fotos

  • Agregar fotos
  • Ver todos

PÁGINA HERMANA OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/

 

CUADRO DE HONOR
########

TRADUCTOR

EnglishFrenchGermanSpain
ItalianDutchRussianPortuguese
JapaneseKoreanArabicChinese Simplified

Gracias por estar aquí, compartiendo en nuestro bello portal literario.


Insignia

Cargando…

BLOG Y FOROS DE LA DIRECTORA, SORGALIM

 

POEMAS

1

¡ERES UN ENCANTO!!

2

¿ADÓNDE FUE MI LUCERO?

3

A PAPÁ: NUMEN DE MI HISTORIA

4

A PAPÁ: NUMEN DE MI HISTORIA

5

A PROPÓSITO DEL DÍA DE LA MUJER...

6

ADORNARÉ MI ÁRBOL

7

ALBA POSTRERA

8

CABALGAS POR MI PIEL

9

CALZADAS. SONETOS EN VERSOS ALEJANDRINOS

10

CASCARILLAS CON PULPAS

11

CHANZA 2. DEL POEMARIO: GUASACACA Y CARCAJEO

12

COLORES DEL CAMINO ESPERANZADO

13

COMPLETA, PERO ABSURDA

14

DE CLARAS GOTAS CASCADA

15

EL BESO Y LA FALSÍA

16

EL DOLOR DE MÓNICA

17

EL HOMBRE SE REDIME

18

EL REGOCIJO DE LA PASIÓN CROMÁTICA

19

ENTRE LA BRUMA DE TUS SUEÑOS

20

ESA MÚSICA SUENA A CARICIA

21

FÁBULA DEL ZORRO Y EL LUCERO

22

FLOR DE TUNA

23

GUIRNALDAS

24

INFAUSTO PROYECTIL

25

LA ASIMETRÍA DEL ÁNGULO

26

LA CLAVE DE SOL POR LA PAZ

27

LA REDENCIÓN

28

LAS GOTAS

29

LLUÉVEME

30

ME DIJO SER JUAN TENORIO Y RESULTÓ MARICELA

31

MI VARÓN ES AGRACIADO

32

MIS METÁFORAS

33

NAPOLEÓN Y JOSEFINA

34

NECESITO

35

NERUDA, NO ESTÁS MUERTO

36

ORGASMO DEL AÑO NUEVO

37

PADRE, HOY EN TU DÍA, NECESITÉ APOYARME EN TU HOMBRO DE PAN DULCE

38

PADRE, HOY EN TU DÍA, NECESITÉ APOYARME EN TU HOMBRO DE PAN DULCE

39

PARA TODOS, MI PALABRA

40

POBRE ARTISTA

41

POEMA BEIGE - EJERCICIO DE ALITERACIÓN

42

QUIEN SE AFERRA

43

SE ACABAN MIS ENTREMESES

44

SE ACABARON MIS GANAS, SE ACABARON

45

SERENATA

46

SIENDO ALICIA LA ETERNA ENAMORADA

47

SOBRE EL OCÉANO QUE LA VIDA ESCONDE

48

SUEÑO QUE HALAGA

49

TE ANDO BUSCANDO

50

TU HORIZONTE Y MI ORQUÍDEA

51

UNA MUJER COMPLETA

52

UNO Y OTRO

53

VALLEJO SIGUE GRITANDO

 

PROSA

 

CUENTOS

1

GREGORIANUS

2

LA MAGIA DE BALTASAR

3

SOY PARTÍCULA QUE SUEÑA

 

ENSAYOS

1

MI FÓRMULA ECLÉCTICA DEL CONOCIMIENTO

 

PRÓLOGOS

1

CARMEN SÁNCHEZ CINTAS (SENDA), UN CAMINO VIVIENTE... 

2

MARCO GONZÁLEZ, EL POETA DE LA ADJETIVACIÓN ABUNDANTE Y APASIONADA 

 

NOTAS

1

¿TE PARECE QUE PEPE TIENE LA RAZÓN? ¿HAY QUE APOYARLO?

2

ACERCA DE LOS DONATIVOS MONETARIOS CON ESTE PORTAL

3

AL BORDE DEL ABISMO: ENTREVISTA REALIZADA A MARIO VARGAS LLOSA

4

COMISIÓN EVALUADORA DE TEXTOS Y OTRAS PARTICIPACIONES UHE - SVAI

5

COMUNICADO PÚBLICO

6

DESAHÓGATE: ¿QUÉ ES LO MÁS DECEPCIONANTE QUE TE HA CAUSADO UN AMIGO?

7

EXPO/INDIVIDUAL CULTURAL, EN HOMENAJE AL ARTISTA JUAN HERNÁNDEZ CHILIBERTI

8

FELIZ NAVIDAD - LOS AMAMOS

9

FOTOS - 3ª JORNADA DE PAZ Y 1er CONGRESO INTERNACIONAL DE LA UNIÒN HISPANOMUNDIAL DE ESCRITORES

10

HOMENAJE A MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA

11

LA TRÁGICA EXPERIENCIA DE UN TURISTA URUGUAYO EN LA VENEZUELA “CHÉVERE”

12

LA VENEZOLANA GLADYS REVILLA PÉREZ CELEBRA SUS 50 AÑOS COMO ESCRITORA Y BAUTIZA SU LIBRO "CAMINO DE BOTALÓN"

13

LO MÁS RELEVANTE DE ESTA SEMANA (TOP) [Y DE CADA SEMANA]

14

LO QUE MÁS AÑORO EN ESTA ÉPOCA

15

LUIS PASTORI DICE ADIÓS A SU RESIDENCIA EN LA TIERRA

16

MENSAJE AL FINAL DE UN AÑO Y AL COMIENZO DE OTRO

17

MUCHO CUIDADO Y PRUDENCIA CUANDO QUERAMOS EJECUTAR NUESTRO "DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN"

18

NUESTRAS PETICIONES PARA NAVIDAD  Y AÑO NUEVO

19

PRETENDEN CHANTAJEAR A LA ADMINISTRADORA DE ESTE PORTAL

20

SEGÚN LA RAE, LA CONSTITUCIÓN VENEZOLANA RECARGA EL LENGUAJE HACIÉNDOLO IMPRACTICABLE Y RIDÍCULO

21

SÍ, LLORO POR TI ARGENTINA Y POR TI VENEZUELA

PRIMER ENCUENTRO DE ESCRITORES EN EL ARCHIPIÉLAGO

22

UHE ACUERDA REESTRUCTURACIÓN Y CONCURSO DE CREDENCIALES

23

VARGAS LLOSA: GRACIAS A LA OPOSICIÓN, VENEZUELA NO SE HA CONVERTIDO EN UNA SEGUNDA CUBA

 

FORO DE LA DIRECTORA

1

Tema 1. Teoría del Significado SEMIOLOGÍA Y GRAMATOLOGÍA. De Jacques Derrida

2

Tema 2. Teoría del Significado SEMIÓTICA Y COMUNICACIÓN

3

Tema 3. Teoría del Significado FILOSOFÍA DEL LENGUAJE. De Javier Borge

4

Tema 4. Teoría del Significado EL DESARROLLO DE LOS CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA INFANCIA

5

Tema 5. Teoría del Significado PSICOLOGÍA DEL LENGUAJE

6

7

Tema 6. Teoría del Significado - EL SIGNIFICADO PREVIO A LOS SIGNOS.

REGLAMENTO INTERNO DEL PORTAL SVAI

Google Analytics.
Emoji