CACTUS
A media noche cuando
aliados el silencio y las sombras
vigilantes, agazapados en tanto
la calma soberana duerme,
ni la playa musitaba… nada, nada.
A lo lejos cómplices las nubes
fúnebres cubrían el titilar
de los últimos luceros que huían.
Todo a coincidencia recordaba
a las fauces del foso sin fin.
Inmóviles y petrificados las montañas
con su perfil apenas delineaban un rictus
doloroso, difuso; tal vez la penumbra
habría desatado su negro manto para
acompañar mejor a estas horas de catacumba.
En estos instantes, al lado
del tapial semiderruido junto al cactus
aquel de brazos enjutos y de púas cinceladas
posiblemente estará solitaria como siempre
esperando a otro anochecer, para soñarte.
Mientras acá al filo del mar, calmo
con la piedra ovoide entre manos
trato de lanzarlo a la profundidad del agua,
agua salada, como ofrenda de mis pesares, para
que desnuda, viva de esperanzas, sin celos.
Orlando Ordóñez Santos.
PERÚ.
Comentario
En estos instantes, al lado
del tapial semiderruido junto al cactus
aquel de brazos enjutos y de púas cinceladas
posiblemente estará solitaria como siempre
esperando a otro anochecer, para soñarte.
Muy bueno
Gracias
mary
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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