Alejo Urdaneta
31 de enero de 2009
OJOS QUE SE MIRAN EN EL MAR,
COMO UN REFLEJO
1
Glauca tu mirada,
vigilante en la marejada,
contempla el mar en la tarde.
Fugaz relámpago, tus ojos,
luz ambarina en el cielo.
Verdemar,
tempestad sin viento,
entre el oro y el follaje,
miran la tarde en el mar,
cuando grazna la gaviota.
El grito suena gris en lejanía,
se apaciguan las olas,
y tus ojos verdes se miran en otro espejo
y contemplan serenos
el anuncio de la sombra.
2
Infundes al piélago inabarcable
la fijeza de tu mar mirada.
Le das tus movimientos,
la visión del náufrago en la playa
cuando tus ojos son líneas
de polvo estelar.
Pájaros también son tus ojos,
claro verdor en el bosque, aceituna,
ondas de lago apacible,
verdemar en tu mirada.
Si los abres, exhibe la noche su musgo,
llovizna nocturna,
ojos sombríos,
de pozo y ensueño.
Dos calmados faroles
solitarios de inmensidad,
alerta vigía del naviero.
3
Y lo brindas todo al océano
y el inmenso mar lo recibe:
Es marea en su pleamar
en acuático temblor.
4
Jardín de prados pintados
de aceite verdemar,
fulguraciones de esmeralda
deletrean el follaje,
roban su color
de otoño temprano.
Lluvia de estío,
hojas viajeras, polen de luz.
Los hilos de la virgen
iluminados por el sol,
transportan el verdor de los grillos
en el instante de la brisa.
Constelación de signos,
verdes signos,
fertilidad, verano en otoño de selvas,
viento verde en la playa
de la tarde presurosa.
Y todo es para el mar,
anuncio augural de sal y rumores
sobre tus ojos reflejo.
5
Surge del quieto mar,
Eros en su esplendor de belleza.
Viene vestido de algas,
coronado de medusas.
Sube la cumbre del oleaje,
espuma y blancor,
Y baja en espasmo de cristal:
azafrán y nuez en su cuerpo.
Lo mira el verdemar de tus ojos,
lo esperaba.
Psyché a la orilla del sueño.
Anhelabas el amor de los dioses
y se abrieron las sombras.
Tu cuerpo,
escultura en la arena,
espeso oro en la mixtura de la savia,
imagen de albúmina en el vello,
fue prisión del ángel del agua.
Y tus ojos fijos de asombro
humedecieron de sal marina.
Phyché cautiva de otro mar.
Las hojas son hiedra en tu cuerpo,
Verde tinta en la mirada.
6
Ahora están los ojos del artista,
al dibujar el mirar enamorado,
glauco en espejo lunar,
desnudos cuerpos oceánicos,
fundida mitología
del verdemar de tus ojos.
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