Algunas fechas son importantes, unas más que otras. Están las que se festejan por compromisos y las otras, la que indefectiblemente se hacen con el corazón. Son esas que da lo mismo ser rico que pobre, tuerto que ciego o rengo que manco.
Las que sin necesidad de figurar en un calendario para una parte de los habitantes del mundo, como nosotros los cristianos, homenajeamos una vez al año, el nacimiento del Señor.
La casa era sumamente humilde techo de chapa y paredes de adobe, rodeada por un monte de ceibos y ombues, que mi padre con sus manos había construido, no teníamos mucho, pero lo suficiente para ser feliz junto a mi hermana la mayor de las mujeres, las otras vinieron después. Gozábamos esos sueños infantiles, pequeños muy pequeños pero fantasías al fin. Eran tan simples, un día queríamos dejar nuestros zapatitos y encontrar un regalo al día siguiente, mi hermana tenía cinco yo casi seis años, nos dábamos cuenta a pesar de vivir en el campo que a los niños le traían regalos cada veinticinco. No escribíamos cartas tampoco lo reclamábamos, pero nuestros padres se daban cuenta del faltante.
La mañana era distinta a la monotonía que estábamos acostumbrados a disfrutar, muy temprano nos bañaron, se bañaron ellos y nos vestimos con nuestras mejores ropas. Papá un traje blanco impecable, el mismo que uso para casarse, era un hombre alto de buena presencia, al ser descendiente directo de Austriacos, lo hacia más imponente aún. Mamá criolla por donde se la mirara era una mujer bella, joven y fresca, un traje castaño claro le cubría su estrechado cuerpo y nosotros..., nosotros ya éramos mezcla de austriaco y criollo, teníamos la insolencia sana de cualquier niño.
Algo estábamos esperando, una vez vestidos nos sentaron en unas sillas de algarroba, cosa que no fuéramos a arruinar nuestra única ropa de salida, que por cierto y no se por que motivo era blanca también. Mi madre hacía repicar sus zapatos de taco contra el piso de ladrillos doblados de la única sala de la casa. En una esquina también estaba “suspiro”.
Si “suspiro”, era un hermoso pavo real, que nos regalara nuestra tía Clotilde hacía un tiempo, cuando la fuimos a visitar a su pueblo Bellocq, vaya nombre para un pueblo, este era tan chico como su nombre. La buena de Clotilde no tenía ni pan duro para agasajarnos, lo único, un pichón de pavo. Era para mi hermana y yo algo tan hermoso, que hasta nos olvidamos que el estomago crujía de hambre.
Lo criamos “guacho” y lo comenzamos a llamar “suspiro”. El primer tiempo hasta dormía en nuestra cama, fue creciendo mucho más rápido, se convirtió en adulto y nosotros seguimos siendo niños. ¡Que belleza cuando abanicaba su plumaje multicolor!, era un sueño, una ilusión.
Cuando llegó el vasco, fotógrafo del pueblo, con su vieja máquina, nuestra madre comenzó con los preparativos, era raro que nos retrataran en nuestra casa, fue la primera y única vez. En un sillón doble de paraíso combinado con totora nos sentaron a mi hermana y a mí, papa y mamá atrás parados, delante de nosotros “suspiro” con su cola aventada, fue un instante, un clic y ya estaba nos cambiaron y comenzamos a corretear por el patio de tierra bajo la encina.
Llegó la noche cenamos algo distinto a lo de todos los días era noche buena, papá y mamá no estaban contentos, pero éramos tan chicos que ni cuenta nos dimos. Por costumbre pusimos nuestros zapatitos al borde de la cama y nos fuimos a dormir.
Al desperar la alegría nos desbordaba, el niño Jesús existe, presurosos abrimos nuestros paquetes, yo con mi canicas, mi hermana con su muñeca, era bello sumamente bello. Jugamos casi todo el día con nuestros chiches nuevos, recién a la tardecita nos dimos cuenta que “suspiro” no estaba, lo buscamos por todos lados, hasta nuestros padres nos ayudaban, nunca lo pudimos encontrar, papá nos explicó que seguramente habría volado y se había ido.
A los treinta días un clavo adecuado sobre la pared de adobe, pendía un retrato de nosotros y “suspiro” que nos acompaña hasta hoy. Mi padre lo había vendido, era lo único de valor que tenía, para comprarnos nuestros regalos.
Hoy con más de cincuenta años no me hago mucho problema por los regalos. Si, cada Navidad miro el cielo y recuerdo nuestro pavo real “suspiro”, dibujado en las estrellas al lado de Jesús.
DANIEL MARIO WALDNER
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Daniel, un gusto leerte , si los padres se dieran cuenta que los regalos no son tan importantes sino son las cosas que amamos nos enseñarian que el mejor en el cumpleaños de jesúses tener nuestros a seres amados , las cosas que amamos y con el tiempo las dejamos partir .Siempre aun ahora me cuesta decir que¡ no! a mis hijos cuando me piden algo , pero lo sigo haciendo y muchas veces con dolor de sentirme una mala madre por querer enseñarles el valor de las cosas importantes sigo diciendo ¡no!.
Sabes? mientras leia decia que la vida pasa como un " suspiro" pero como tu "suspiro" no se púeden olvidar.
buenisimo!!
gracias
mary
¡Que esta navidad sea una navidad llena de amor!
Hola Daniel, acabo de leer tu precioso cuento. Me gustan la sencillez y ternura con que lo escribiste. Me recordó una vieja anécdota familiar; cuando mi papá, el cuarto entre siete hijos, recibió su primer regalo de reyes tenía seis años. Él y sus hermanos pensaban que no se portaban tan bien como para merecer algo en las 'alpargatas'. Entonces, ese año, cada uno recibió un par de ciruelas maduras y deliciosas, que les alegraron la vida.
Ciertamente no importa el regalo material. Acaso este regalo que nos damos, el de un vínculo fraterno de corazón a corazón, sea lo más valioso que recibimos y que todos deberían aprender a apreciar.
Te dejo mi abrazo y mis sinceras felicitaciones por tu hermoso trabajo.
Luján
Coincido con vos, Liliana. Y sabé que, una buena mamá sabe cuándo y a qué decir que no. Y los buenos hijos, lo sabrán en su preciso momento.
Te abrazo...
Luján
liliana gonzalez dice:
Daniel, un gusto leerte , si los padres se dieran cuenta que los regalos no son tan importantes sino son las cosas que amamos nos enseñarian que el mejor en el cumpleaños de jesúses tener nuestros a seres amados , las cosas que amamos y con el tiempo las dejamos partir .Siempre aun ahora me cuesta decir que¡ no! a mis hijos cuando me piden algo , pero lo sigo haciendo y muchas veces con dolor de sentirme una mala madre por querer enseñarles el valor de las cosas importantes sigo diciendo ¡no!.
Sabes? mientras leia decia que la vida pasa como un " suspiro" pero como tu "suspiro" no se púeden olvidar.
buenisimo!!
gracias
mary
¡Que esta navidad sea una navidad llena de amor!
Muchagracias estimada, un abrazo daniel
María del Luján Benítez Weisz dice:
Coincido con vos, Liliana. Y sabé que, una buena mamá sabe cuándo y a qué decir que no. Y los buenos hijos, lo sabrán en su preciso momento.
Te abrazo...
Luján
liliana gonzalez dice:Daniel, un gusto leerte , si los padres se dieran cuenta que los regalos no son tan importantes sino son las cosas que amamos nos enseñarian que el mejor en el cumpleaños de jesúses tener nuestros a seres amados , las cosas que amamos y con el tiempo las dejamos partir .Siempre aun ahora me cuesta decir que¡ no! a mis hijos cuando me piden algo , pero lo sigo haciendo y muchas veces con dolor de sentirme una mala madre por querer enseñarles el valor de las cosas importantes sigo diciendo ¡no!.
Sabes? mientras leia decia que la vida pasa como un " suspiro" pero como tu "suspiro" no se púeden olvidar.
buenisimo!!
gracias
mary
¡Que esta navidad sea una navidad llena de amor!
Te lo agradesco de todo corazón y que la paz ilumine tu vida
liliana gonzalez dice:
Daniel, un gusto leerte , si los padres se dieran cuenta que los regalos no son tan importantes sino son las cosas que amamos nos enseñarian que el mejor en el cumpleaños de jesúses tener nuestros a seres amados , las cosas que amamos y con el tiempo las dejamos partir .Siempre aun ahora me cuesta decir que¡ no! a mis hijos cuando me piden algo , pero lo sigo haciendo y muchas veces con dolor de sentirme una mala madre por querer enseñarles el valor de las cosas importantes sigo diciendo ¡no!.
Sabes? mientras leia decia que la vida pasa como un " suspiro" pero como tu "suspiro" no se púeden olvidar.
buenisimo!!
gracias
mary
¡Que esta navidad sea una navidad llena de amor!
Bello cuento que me retrotrajo a mi niñez. Nosotros también éramos pobres. Mamá criaba gallinas y con mis hermanos les poníamos nombres... Había una negra, con el plumaje tornasolado en verde y azul, a la que llamamos "Pita" una noche mamá nos sirvió estofado de gallina, porque no tenía otra cosa para darnos... Era nuestra gallinita. Cuando lo supimos lloramos mucho, pero ella no tenía la culpa, la pobre nos alimentaba como podía, pues no había trabajo y papá, para ganar unos pocos pesos, viajaba a más de 50 kms de nuestra casa, y sólo volvía los sábados por la tarde. A veces no podía regresar por algún problema y mi madre se tenía que arreglar con lo que tenía...
Son cosas de la vida...
Un abrazo enorme Daniel y Felices Fiestas!
Marga
Son esas pequeñas cosas que nos hacen ser como somos mi estimada amiga, comprensivos y solidarios
Marga Mangione dice:
Bello cuento que me retrotrajo a mi niñez. Nosotros también éramos pobres. Mamá criaba gallinas y con mis hermanos les poníamos nombres... Había una negra, con el plumaje tornasolado en verde y azul, a la que llamamos "Pita" una noche mamá nos sirvió estofado de gallina, porque no tenía otra cosa para darnos... Era nuestra gallinita. Cuando lo supimos lloramos mucho, pero ella no tenía la culpa, la pobre nos alimentaba como podía, pues no había trabajo y papá, para ganar unos pocos pesos, viajaba a más de 50 kms de nuestra casa, y sólo volvía los sábados por la tarde. A veces no podía regresar por algún problema y mi madre se tenía que arreglar con lo que tenía...
Son cosas de la vida...
Un abrazo enorme Daniel y Felices Fiestas!
Marga
Mi apreciado Danny, ya sabes que tu cuento me gusto muchisimo. No habia logrado entrar por aca para dejarlo sentado en esta pagina y decirte que me enorgullece ser tu amiga. He estado algo alejada debido a la enfermedad de mi mami que aun nos asusta de vez en cuando, un dia mejora y luego vuelve a sentirse malita. Imaginate como estare, pero bueno, ahi escribiendo y leyendo por los laditos hasta poder estabilizarme. Felicitaciones de nuevo. Nunca es tarde para decirte que esa ultima frase ..."suspiro" dibujado en las estrellas al lado de Jesus es de lo mas significativo en tu cuento. Un abrazo.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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