Episodios en Yucatán
El arribo:
Ytatì tenía todo el sol de Yucatán en la piel y también en su sangre, así lo entendí desde el momento que la conocí, cada palabra intercambiada era una chispa de deseo, cada frase un fuego de intenciones, cada charla tenia olor a sexo, cuando el azar me sonrío no dude en viajar a conocerla. Arribé pasada la medianoche y me recibió con una gran sonrisa acompañada de una amiga, Lara me la presento, “Por la hora viste, no quería venir sola además ella tiene carro” aunque su mirada perversa desmentía a sus palabras. Lara al volante, Ytatì detrás suyo, y yo al lado de Lara, tire el asiento un poca hacia a atrás, todo lo que pude para platicar con ambas mientras acariciaba las manos de mi amiga adivinado sus intenciones. Mientras la conductora ponía música romántica y me llevaba de paseo por calles poco transitadas Ytatì comenzó acariciar mi pecho desprendiendo los botones de la camisa, prosiguiendo con los del pantalón y zambulléndose en un intenso beso, casi no me di cuenta que el carro se estacionaba cuando dándome la espalda y ya sin bragas se sentó empalándose de un solo golpe, la sostuve acariciando su pechos y besando y mordiendo su cuello, y con mayor sorpresa pude sentir la lengua de Lara lamiendo nuestros sexos unidos, el placer fue intenso, la copula duro el tiempo necesario para que Ytatì vertiera múltiples orgasmos en la boca de Lara, yo me mantenía tenso sin arribar al punto culmine, ella se acomodaron en el asiento trasero para proseguir dándose placer al tiempo que me pedían que las rociara disfrutando con mis manos . Más tarde y ya saciados procuramos unos trago y a la cama de Ytatì lo tres fuimos a dar, disfrute nueva e intensamente de la bondades sexuales de mi amiga y del bello espectáculo lésbico de ambas, antes de rendirme entre sus brazos.
Un pecado familiar
Luego tan intensa noche, dormimos hasta el mediodía, recién al despertar me dii cuenta de que estaba en casa familiar, Ytatì convivía con madre, hermana, y sobrinos algo más que adolescentes, ya se había pasado el media cuando muy refrescada por la ducha mi amiga me despertó para invitarme a la mesa que preparaban mientras me daban tiempo para bañarme. Luego nos fuimos de paseo todos juntos y al regresar ya en el atardecer nos metimos juntos al baño buscando refrescarnos del agobiante calor como así también saciar nuestros apetitos carnales, recorrí en besos su cuerpo bebiendo su sudor y disfrutando de sus perfumes, ella no se pudo contener y regó mi boca, más de pie tuve la oportunidad de disfrutarla penetrándola por ambas concavidades vecinas, mientras dábamos rienda suelta a la lujuria advertimos dos sombras en la puerta, que apenas estuvieron un instante y desaparecieron,” Mis sobrinos”, “me espían cada vez que pueden y el varón se masturba con mis tangas, aprovechan ahora que no están ni padres ni abuela”. Sin dudarlo un instante la saque desnuda del baño y la arroje en la habitación, allí estaba el jovencito en plena tarea, que se sorprendió más aun cuando le ofrecí a la tía, los deje solos para que ella iniciara a su sobrino, regrese al baño y una voz muy dulce me llegó por la espalda diciendo “hazme lo mismo que a mi tía” gire y la bella Nancy me ofrecía sus apenas 15 años, ya sin ropas.
Pasión y tertulia
A la hora de la cena la familia se reencontró, Ytatì, madre, hermana, cuñado y sobrinos , comentando el paseo de la tarde, agradecí de mi parte tan amables atenciones, mientras observaba lacara de nada de mi amiga, el rostro cansado de su sobrino, la sonrisa inmaculada de la jovencita, y soportaba con esmero el acoso de las palabras de su cuñado, que más que platicar me interrogaba, sobre mi ciudad, familia y motivos de mi viaje, pude comprobar que todo se debía a celos por Ytatì, vi como casi a desnudaba cada que la miraba, rápido de reflejos anuncie la continuidad de mi periplo mexicano para la siguiente mañana que sirvió para que todos nos relajáramos y nos fueras a dormir más tranquilos. Desde su habitación (mi alojamiento estaba del otro lado de la casa apartado de los demás dormitorios) y por mensajes de texto me agradeció la decisión y conto de los múltiples orgasmo que le provoco al jovencito en su habitación e interrogo sobre qué hice en esos mismos momentos, se enfadó cuando le cote lo de Nancy pues era su preferida y no le gusto que justo su primer hombre sea yo, mas al llegar la mañana desperté disfrutando de sus besos en mi hombría, que cabalgo intensamente hasta hacerme desayunar sus licores una y otra vez, yo termine rendido explorando la cavidad de sus nalgas. Al salir al patio nos encontramos con los rostros cómplices de madre y hermana y al subir al taxi los pulgares hacia arriba de su sobrina que regresaba del colegio me indicaron que se quedaba feliz y satisfecha.
Trilogía impensada:
Todo fue tan rápido y explosivo pensaba mientras trataba de disfrutar mi almuerzo, de pronto un mensaje en el teléfono, Ytatì se lamentaba tanto como yo del torbellino de pasiones que nos envolvió, al fin y al cabo tan libres que creíamos sentirnos y cuando hacíamos lo que teníamos ganas de hacer no nos sentíamos bien y surgían reproches sin sentido, tras ese intercambio me pidió que no me fuera de la ciudad y prometió alojamiento para facilitar mi estadía, más tarde me paso un nombre y una dirección. Al llegar me recibió una rubia exuberante con voz masculina, “Yael…sonrió…o Mario, como más te guste”, mi nerviosismo se puso de manifiesto, “tranquilo, solo seré tu anfitrión/a”, me cedió una habitación de su casa, me ofreció café, y me hizo conocer el amplio patio con árboles, y pileta. Compartimos charlas, comidas, y recién a la tarde siguiente apareció mi amiga, ni bien llegó descorcho champaña, “Olvidemos los inconvenientes y sigamos con nuestros planes de pasarla bien” dijo después de un trago y brindamos por los placeres futuros los tres, apenas una copa, y Yael la invito a una ducha y se metieron al baño, la risotadas cómplices me llevaron a husmear por la puerta que indudablemente a propósito dejaron entre-abierta, ambas desnudas se prodigaba caricia y besos, me uní a ellas y nuestras bocas se juntaron para un tri-beso , Ytatì se aferró a mi falo con su boca y Yael metió su lengua entre la nalgas de ella, luego yo fui por ardiente flor de mi amiga y Yael vino por mi hombría con sus labios, de allí a seguir en la cama de esta última, Ytatì sobre Yael y yo sobre ella , mi amiga era muy expresiva, gemía, aullaba, pedía , prometía y amenazaba, al tiempo que Yael y yo la explorábamos por su entrada. O Yael a ella y yo a Yael. Siempre en acción de tres, todos experimentamos variados orgasmos, mientras gozábamos bebimos más champaña y terminamos, los tres, en el césped a lado de la pileta disfrutando de las nocturnas caricias de la luna.
Elìas Almada
(fotos Red)
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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CUADRO DE HONOR
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