Regreso
Vamos de vuelta a casa que, escondida en el bosque verdinegro por esta casi olvidada lluvia de verano, debe reflejarse, como en aquellas noches de luna, en las aguas negras del río.
Allí, de niño, en mi pieza del altillo, recogí, o robé, desde las tejuelas de madera la música del viento que luego con el saxo dejé libre para que, en algún lejano bar de mala muerte, buscara sus fronteras.
S…