Anhelo del alma,
susurro de Dios en la brisa mañanera
Oh Paz, cuanto ardor
siento en mi pecho
esperando tu regreso
a nuestra casa común.
Oh paz, caricia del cielo
sobre los hombros fatigados
de tantas luchas sin remedio.
Ven, ven ahora, el mundo te necesita.
Ansiada paz, paloma alba
creada y santificada,
no demores.
Los hombres hacedores del dolor
necesitan conocerte.
Ven señora, ven esperanza n…