Qué falta me hace mi Madre, en estos momentos vida,

ya van cruzando dos años que he llorado su partida,

me queda el recuerdo vivo de su última mirada

de sus manos ya sin fuerza, de su cabeza en la almohada.

No quiero llorarle ahora, porque ya he llorado tanto,

que mis ojos se han secado, por causa del…

Cuantos poemas te he escrito, y en ninguno está tu nombre,

pero sabes que son tuyos escritos por el hombre,

que ha robado a tus manos esas caricias flojas

esas caricias breves que en mi piel las deshojas.

Y aunque lea yo los versos de diferente momento

retornan esos días, con igual sentimiento,

porque tú los forjaste de ese amor que tus brazos

me dan cada noche, como gratos regazos.

Yo sé que…

Hay veces que las cosas no se dan o no llegan

o simplemente pasan, sin saber dónde van,

porque hay rosales tristes que aunque no se riegan

sus botones se abren impregnando el rosal.

Hay veces que las fechas no saben de motivos

pero se aproxima el día y no puede pasar,

no importará lo amargo, han de llegar cautivos

los recuerdos tan nuestros cansados de llorar.

Quizás para entonces bruscamente…

Tú sabes que te extraño, y la vida se pasa,

como la hierba corre a la orilla del río,

sabes qué te extraño y en mí se despedaza

esta espera constante que causa escalofrío.

Yo no sé si me extrañas, como te extraño ahora,

con la misma demencia que a veces me hastía;

aunque a veces quisiera no mirar ya la…

Sólo quiero que salgas conmigo, como antes lo hacías,

para mirar tus manos acariciar las mías,

porque sé que me extrañas y yo me vuelvo loco

por saborear el néctar que en tus labios destoco…

o sencillamente esperar que la noche arribe

mientras robo de tu cuello el perfume que exhibe.

Salgamos…

Ahora me pregunto si tu amor fue cierto

aunque te confieso que te olvido lento

las cosas se nublan como los vitrales

en la madrugada

y van depurando recuerdos

que no dicen nada

A veces pregunto si ya mis caricias

en tu piel se han muerto

porque aún las…

Y me culpo ahora de la herida injusta

que en tu pecho blando, yo solo la abrí.

¡Perdóname amor! No encuentro la justa

palabra que cure, cuando yo te herí.

Mi lloro es intenso, me siento culpable

y quizás es bueno que no me perdones…

porque el sable…

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