EL HOMBRE, LA SOCIEDAD Y LA NATURALEZA.

[Jhonny Olivier Montaño]

EL HOMBRE, LA SOCIEDAD Y LA NATURALEZA.

 

 

Imagen de Internet

 

 

Actualmente la humanidad está viviendo en una sociedad donde el hombre lucha en vano por adaptarse a ella, ya que nuestro organismo no fue creado para vivir en el ambiente de las grandes ciudades e industrias, que generan gran cantidad de contaminación al medio ambiente. Sin embargo, nos empeñamos en adaptarnos a este medio, algunos sabiendo, pero otros no, el daño que estamos ocasionando a nuestro cuerpo y a nuestras generaciones futuras. Podemos mencionar algunos elementos de esta sociedad que afectan directamente la vida natural del hombre, como lo son: El ruido, el humo, los gases que generan las empresas y los vehículos, las bebidas alcohólicas, las drogas, una alimentación desbalanceada,   la baja autoestima, la costumbre de imitar a los demás aún en contra de nuestros propios principios naturales y la falta de moral como consecuencia de una falsa identidad propia. Es muy poco lo que podemos hacer para cambiar este mundo que hemos creado, pero al menos estando conscientes de lo que sucede podemos reforzar nuestros puntos débiles y tratar de orientarnos hacia una vida propia. Cuando la conciencia alcanza el estado del pensamiento la vida se simplifica, todo se ve con más claridad y se llega a un punto donde no existe pasado ni futuro, se trata de un presente eterno, porque cuando una persona se sumerge en sus propios pensamientos, por primera vez, vive intensamente su propia vida.

 

Pensemos en nosotros y estaremos viviendo un presente eterno, de lo contrario siempre viviremos en el pasado, en el futuro o en la conciencia de los demás. Introduzcámonos en nuestra mente, en nuestro cuerpo, en nuestra alma y descubramos la inmensidad de nuestra ignorancia, explorando ese mundo paralelo pero desconocido por todos, que sin darnos cuenta lo vemos pasar a nuestro lado sin retorno, ni destino. Las exigencias y costumbres sociales nos impiden ver más allá de nuestras propias narices, impidiéndonos mirar un mundo hermoso, virgen e interesante, pero desconocido, que está justamente ante nuestros ojos. Una vez que logremos descubrir y conquistar nuestro propio mundo interior, les aseguro que llegaremos a tomar definitivamente las riendas de nuestra propia vida.

 

La vida es un camino desconocido, por eso todo lo que aprendamos en el trayecto nos servirá más adelante para superar cualquier adversidad que se nos pueda presentar. Debemos tener una identidad que nos pertenezca y nos haga sentirnos dueños de nuestro propio cuerpo, con el objetivo principal de llegar a ser seres originales y no imitadores de las costumbres antinaturales de esta sociedad que, cada día nos aleja más de nuestro propio origen. Vivimos en la actualidad una vida copiada, sin importarnos si quiera que nuestro cuerpo tiene sus propios principios naturales, cada gesto, cada movimiento que realizamos debería ser el resultada de nuestra propia iniciativa, pero sin darnos cuenta la mayoría de las veces actuamos por instinto, actuamos porque vemos a otros actuar, pero, alguna vez se ha preguntado, por qué se mueve su brazo o su pierna, generalmente se mueven por reflejo, no significando que este comportamiento sea el correcto, lo más idóneo sería que tomáramos el control total de los movimientos de nuestro cuerpo con autoridad, conecte su cerebro, que de seguro generalmente está desconectado, y ordénele a su brazo que se mueva en la dirección en que usted lo desee, ordene a sus ojos que se cierren, es decir, debemos enseñar a nuestro cerebro a obedecer nuestras órdenes, dejemos de actuar por instintos como si fuéramos unos títeres guiados por los paradigmas de esta sociedad. Tomemos las riendas de nuestro propio cuerpo y, tendremos una vida más sana, segura y equilibrada. Una vez que logremos fundir nuestro cuerpo con el equilibrio y la energía natural que nos rodea llegaremos a ser partícipes de nuestra propia evolución.  

 

La vida es hoy, para que vivir pensando en el pasado o soñando con el futuro, sólo se vive cuando sentimos, cuando vemos, hablamos, lloramos o reímos, es decir, cuando estamos conscientes. Sólo estamos vivos cuando podemos expresar lo que sentimos, de lo contrario podemos estar muertos aún viviendo. La vida es sentirse vivo y saber aprovechar lo que tenemos ahora, tenemos el Universo, la Naturaleza, el aire que respiramos y nos hace vivir, el agua que bebemos y nos llena de energía, esas son nuestras riquezas, aprendamos a beneficiarnos de nuestro entorno natural, nosotros somos la Naturaleza ¿Por qué aislarnos o rechazar el hogar que por herencia nos pertenece? Debemos vivir en armonía con nuestro entorno natural para que la energía del Universo nos haga inmunes ante las adversidades de la sociedad que nosotros mismos hemos creado.

Todo en la vida forma parte complementaria de una unidad, cada experiencia que vivimos es consecuencia lógica de algo, por lo tanto, no podemos considerarnos elementos aislados e independientes, por el contrario, formamos parte elemental e indivisible de un todo, llamado Universo. Nosotros somos la energía del Universo y a su vez nuestra vida posee una energía individual, cada persona ostenta una energía propia y vital para vivir. Fíjate un punto, una meta en el horizonte, lucha por ese objetivo y le darás sentido y orientación a tu vida, deja que la energía positiva del ambiente que te rodea, se funda con tu optimismo y de esta manera nada podrá detenerte ni impedir que alcances el final del camino. 

 

 

 

©Jhonny Olivier Montaño

Jhon Cásmer

 

[Cástor Agustín Olivier Olivier]

EXCELENTES EXPRESIONES DE SABIDURÍA.

ESTAR CONSCIENTE ES ESTAR PRESENTE, SERÍA UN PRIMER PASO.

PARA ENCONTRARNOS DENTRO DEL CAOS EXISTENTE, QUE ES EL ESTADO ACTUAL DE LA HUMANIDAD.

GRACIAS JHONNY POR COMPARTIR TU SABIDURÍA.

[Jhonny Olivier Montaño]

GRACIAS QUERIDAS AMIGAS:

SENDA

MAB

YOLIMAR

POR ESTAR PRESENTE EN MIS LETRAS Y DEJAR SUS GENEROSOS COMENTARIOS.

ES UN GRAN HONOR CONTAR CON USTEDES...

[Yolimar Alicia Casanova.]

Excelente aporte, bondadoso corazón... en bellas letras... saludos.