EL HOMBRE CIEGO Y EL JOVEN

[ANA MARÍA HERNÁEZ]

EL HOMBRE CIEGO Y EL JOVEN

 

     El hombre con su bastón blanco trataba de cruzar la calle, pero no notaba a nadie cerca de él.

__ ¿ Lo ayudo señor ?.   

     Sorprendido respondió:

__ Como no muchacho, muchas gracias.

     Recordó entonces cuando él era joven y ni siquiera podía reconocer a una persona, no podía distinguir si era joven, viejo, si estaba alegre o triste. Porque andaba por ese entonces con todas las ínfulas que le daba la Juventud. ¡ Qué tristeza y sobre todo bronca, mucha bronca le daba !. En cambio ahora, solo con los olores o el tono de voz sabía quién le estaba dirigiendo la palabra. Enseguida se había dado cuenta que el que le habló era un muchacho joven, muy joven.

    Ya en la otra orilla se separaron en direcciones opuestas.

__ Suerte vas a tener en tu vida chiquilín, gracias por tu amabilidad.

     Con apenas un gruñido imperceptible el joven siguió su camino, girando de vez en cuando la cabeza par ver al hombre ciego que con seguridad y guiado por su bastón, se distanciaba a buen ritmo de él.

 

__ Mamá, mamá hoy estábamos jugando a la pelota y yo dejé que el rusito tirara un penal para que el gol se lo dieran a él pobre; los demás siempre lo cargan porque es gordo y usa anteojos. Estaba recontento y hasta me dio un abrazo con lágrimas en los ojos.

   

     Hoy hiciste tu obra de bien diaria hijo, le susurró su madre desde el cielo.  

    Una lágrima resbaló por sus mejillas. No sabía el por qué, pero en ese momento, se había acordado de su madre que ya no estaba y de aquel episodio de la infancia que tanto lo había marcado, porque desde ese momento él y el rusito fueron inseparables hasta que el destino quiso llevárselo igual que a su mamá.

    Seguramente los dos lo estarían espiando en algunas nubes traviesas que surcaban el cielo en ese día de sol que ahora  parecía brillar más fuerte, y entibiarle el alma con una suave caricia.

 

ANA MARÍA HERNÁEZ    ******* 25 / 08 /09

 

[ANA MARÍA HERNÁEZ]

MUCHÍSIMAS GRACIAS MARÍA POR PASAR POR MIS ESCRITOS

[ANA MARÍA HERNÁEZ]

GRACIAS NANCY Y ELCIRA POR TAN BONITAS PALABRAS

[Elcira Martínez Chacón]

Tierno relato que invita a reflexionar...Narración cargada de sentido y valores humanos...Excelente!!!

Mi Abrazo y Agradecimiento por compartir su Letra...

Elcira

[N€nf@___Nancy Beatriz Fuentes]

Sensible y hermoso relato Ana, mil gracias por él.

Besos y feliz seman amiga.

[ANA MARÍA HERNÁEZ]

GRACIAS SENDA Y FEDERICO POR TAN LINDAS PALABRAS

[Federico Landaeta]

 

QUE PRECIOSO, ANA MARÍA...

NARRACIÓN CARGADA DE DULZURA, ENSEÑANZAS Y BELLOS SENTIMIENTOS.

GRACIAS POR COMPARTIRLA

 

Bendiciones incesantes

 

[ANA MARÍA HERNÁEZ]

MUCHÍSIMAS GRACIAS MARITA, JHONNY Y ADAN POR TAN LINDOS Y ALENTADORES COMENTARIOS  NUEVAMENTE GRACIAS

[adan maimae herrera]

Un encantador relato amiga donde queda demostrado que uno puede dar sin pedir nada a cambio y algún día puede un hijo vagando solo en la vida y ahí alguien le tendera una mano muy hermoso relato muy humano amiga te felicito.

"Un abrazo de corazón a corazón cuídate siempre amiga" 

[Jhonny Olivier Montaño]

Cuando somos jóvenes no vemos más allá de nuestras propias narices, cuando somos adultos no vemos más allá de nuestro propio bolsillo y cuando somos ancianos no vemos más allá de nuestros propios recuerdos. La vida tiene extrañas maneras de presentarse ante nosotros a medida que avanza el tiempo y permanecemos distraídos, viéndola pasar frente a nuestros propios ojos, sin embargo, nada es casual en esta vida, pasará lo que tenga que pasar y recordaremos siempre lo que llevamos atesorado en nuestros corazones.

Amiga Ana, hermoso relato el que nos has regalado, gracias…

[Marita Ragozza de Mandrini]

Hay que educar para mirar al otro. Hay que proponérselo. 

El relato tiene dulzura y reflexión.

Felicitaciones.