EL SURGIMIENTO DE UN OFICIO

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

 

Durante las cruzadas, las industrias bélicas lograron expandir sus producciones elevando el ingreso per capita de las naciones. Fe de ello lo dan los catálogos de la época que muestran una amplia y variada colección de escudos,  espadas y demás prendas del atuendo guerrero.

 

Y como siempre hay industriales prestos a detectar y a satisfacer las necesidades emergentes, surgió la fabricación de los bonitos, prácticos y útiles cinturones de castidad, en diferentes tallas y modelos, según la coquetería femenina y las exigencias de los valientes caballeros que partían en pos de la gloria, con el animo tranquilo, sabedores que dejaban a buen resguardo sus propiedades más intimas.

 

Ante la eventual muerte del cruzado, la llave del cinturón quedaba depositada en manos de la suegra de la dama o bajo la tutela de un leal primo o, a buen resguardo de un confiable y casto clérigo.

 

Pero como la necesidad es la madre del ingenio, surgió un nuevo y muy solicitado oficio: el de cerrajero, quién en atención a las demandas del mercado, se encargaba de cambiar registros, copiar llaves y todo con el valor agregado de la discreción de un confesor.

 

Ante el ejercicio de una actividad tan solicitada, como perentoria, éste sacrificado obrero no solía realizar labores a crédito, pero, como una contribución social y humanitaria, incluso, aceptaba pagos en especie y en casos especiales hasta por gratificantes abonos.

 

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Estimada Gladys: Para no dejarte con la duda, respondo a tu comprensible interrogante, porque de no responder a tu pregunta, me quedaría con el cargo de conciencia; así que te informo que por lo regular, era la dama quien pagaba en especies, pero todo dependía de la inclinación sexual del cerrajero. Espero haber respondido a tu inquietud y al mismo tiempo haber contribuido a tu formación cultural. Besos castos, Chente.

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Estimada María Alejandra: Me alegro que hayas llegado aunque sea saltando en un pie. Respondiendo a tu pregunta. Lo de los cinturones de castidad es un hecho real. El cuento es imaginario, pero algo de realidad debe de haber en él. Besos castos, Chente.

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Gracias por tan agradables visitas: Alberto, Julio, Amir, María Alejandra, Gladys y Teresita: Gracias por sus amables comentarios. Los aprecio mucho, Chente.

[Tere Matthews]

¿Quién no ha hecho uso de un cerrajero en su vida?  Al menos yo sí, cuando dejé las llaves encerradas dentro del auto.  Ya sé, ese no es el caso que nos atañe. :)  Leí tu cuento con avidez y recuerdo que en alguna que otra ocasión escuché un relato algo parecido.  Siempre me he preguntado si es verídico o no...

Chente, eres muy creativo e ingenioso, un narrador excelente y siempre me tienes esperando tu próximo cuentito... 

Te abraza,

Tere

[amir ibn tawfik seeman]

El cerrajero como el herrero, antiguos oficios. Se delegaban o en la herencia quedaban. Desde la antiguedad a la actualidad, estan vigentes en calles, avenidas o en un rincon de la plaza se alza ufano y contrarrestanto con el modernismo en la arquitectura de sasa, edificios o grandes tiendas, alli el amigo cerrajero que nos salva con la copia de llave de la mto, el auto, la casa o el cajón del escritorio, mas no la "caja de fondos" porque con la crisis se guardan los ahorros bajo la cama ¡mas seguro!- El herrero, que cambia las herraduras del caballo y del asno. Interesante cuento amigo y es un oficio que no morirá-como las maquinas de escribir-el abanico cuando vienen los cortes de luz. La esencia de estos hombres, junto al zapatero es a veces un gran amigo y escape para la charla. Un abrazo. Bendiciones. As Salam.

[Julio Alberto Albarracin]

Bien,  Chente, me gusto y es verdad lo que dice Montaño es causal

[ALBERTO O. CABREDO ECHEVERRIA]

NO ESTOY MUY SEGURO ESTIMADO AMIGO CHENTE DE LA CERTEZA HISTORICA DE ESTE RELATO, PERO VIENDOLO EN LA DISTANCIA ALGUNA VEZ HABRA OCURRIDO, JEJEJEJ  SALUDOS SIEMPRE

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Medalla de Plata para Jhonny; segundo lugar en llegar a la meta. Gracias por tu visita y por tu elocuente comentario. Abrazos, Chente.

[Jhonny Olivier Montaño]

Interesante relato Vicente, de hecho ningún oficio ha sido casual, sino causal, es decir siempre como consecuencia de satisfacer alguna necesidad. Excelente relato...

 

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Estimada María: Fuiste la primera en llegar a la meta. Gracias por tu comentario y desde luego por tu lectura. Besos, Chente.