Y LA AURORA LLEGÓ

De parpados abiertos,

con la mente dormida en su recuerdo,
el insomnio acompañaba mi corazón
que latía despacio sufriendo su partida

¿Por qué se fue? ¿Por qué? Me preguntaba.

El calor de su cuerpo entre las sabanas se desvaneció
el hielo del amanecer me fue cubriendo,
y la aurora llegó, 
desvelada en lágrimas me encontró.

El sol marcaba en punto
y al pasar las horas
más sed de él tenía  mi corazón,

 más, siempre creí que en su partida

habría otros labios,

nunca imagine que fueran los tuyos,

esos que antes me llamaban “amiga”

y que decían que me querían.

La aurora llegó aclarando todo

y más, aún lloro,

pero no dejaré que el castillo de ustedes

sobre mis ruinas

sea superior a mi nuevo  cimento,

aquel, de un nuevo renacer.

Mamihega.

Reto para todas las mujeres que quieran dar la cara que me robaron el marido ja ja ja. 

Claro que con respeto y cariño, es solo inspiración y las invito a fraternizar desde el numen de la poesía. 

Las abrazo damas queridas de Svai.