Cada día, más angustia

[Eladio Rodulfo González]

Cada día, más angustia

Gloria Cuenca

Cada día que pasa, la angustia se incrementa. Los jóvenes estudiantes se hartaron de esta situación catastrófica que vive Venezuela. Como mujer, madre, abuela, docente y venezolana, comparto la angustia de todas las madres venezolanas que en muchos casos acompañan a sus hijos a la protesta, ante el temor de la terrible represión que la Guardia Nacional, apoyada y asesorada por cubanos invasores, han desatado contra una juventud que ha decidido afrontar de una vez por todas la situación política, económica, de inseguridad y represión a la que se ve sometida cotidianamente.

La relación del educador con sus estudiantes, cuando es fructífera y respetuosa, es de las relaciones más importantes e intensas que se puedan dar. Tuve una enorme suerte, por cuanto fui alumna de gente increíble, que me dejó sus conocimientos, la inquietud por seguir adelante, el respeto profundo por esta profesión y el amor de mis discípulos por muchos años. No los menciono por su nombre, por cuanto el espacio no alcanza.

Debo advertirles a quienes tienen la pretensión de dirigir a esos jóvenes desde el Gobierno que han dejado una estela de horror en estos tiempos. Los muchachos y muchachas asesinados en las marchas no permiten que nos olvidemos de lo que han hecho con una juventud deseosa, simplemente, de libertad. ¿Se creen con derecho a impedir que los jóvenes protesten y expresen sus anhelos? No saben nada de la historia de Venezuela. Si conocieran algo, recordarían la Sociedad Patriótica de Venezuela, formada por jóvenes independentistas, apasionados por la libertad. Todo el siglo XIX fue de trascendencia para los jóvenes y sus luchas.

 

El siglo XX se inicia con las terribles dictaduras de Castro y Gómez. La conocida generación del 28 hace historia al enfrentarse aguerridamente al dictador. 1936 es otro momento de nuestra historia en donde los jóvenes demuestran su amor por la patria. Muerto el dictador, el país asume una nueva actitud con la participación de los jóvenes. Se forman las asociaciones estudiantiles, con la FEV como principal motor y luego la UNE. Durante la terrible época de Pérez Jiménez, los jóvenes, sin importarnos la represión ni tampoco los consejos y advertencias de los padres, allí estuvimos. Así aparece la FCU y demás organizaciones de los jóvenes y se configura la generación del 58. Recientemente, el año 2007, ante el cierre de Rctv, los volvimos a sentir. ¡Respeto para los estudiantes!

Periodista/Prof. universitaria

Últimas Noticias, 2 de marzo de 2014.

NOTA: La autora de este artículo fue mi profesora de Ética Periodística en la Escuela de Periodismo de la Universidad Central de Venezuela. Para esa época estábamos en trincheras políticas diferentes. Ella estaba con quienes hoy ostentan el poder y yo, con la democracia.