EL REENCUENTRO DE MELODIUS Y CIRIUS
La comida estuvo exquisita… no era Pabellón Criollo, como había supuesto mi fértil pero ilógica imaginación… ¡Claro, nunca para una cena se dispondría un plato tan fuerte! Ese tipo de alimento sólo era apropiado para un almuerzo. Mi madre había preparado unas estupendas cachapas de maíz amarillo y me comí dos de ellas con “queso de mano de telita” acompañadas por un vaso avena cruda bien fría.
Al entrar en mi habitación pude reconocerme, con profundo desagrado, como la persona más desordenada de la galaxia… ¡Mi cama! La necesitaba para zumbar mi cuerpo en ella, pero en la mañana la había dejado masacrada de libros y toda clase de papeles… ¡Ay, Camila! ¿Por qué eres así, por qué tienes que dejarlo todo regado, antes de salir siempre tan apurada?... ¡Claro, el piso estaba brillante! Se notaba que lo habían limpiado, pero a nadie se le ocurriría jamás meterse con el papelero de la niña… ¿Por qué los miembros de su familia habrían de que ser tan respetuosos entre sí?... Pues, me tocó arreglarla un poco, recogí todo aquel material que había dejado mal puesto, cuando buscaba una copia del Acta de mi Nacimiento que debía llevar al Colegio, sabía que estaba en alguno de mis libros pero me costó dar con ella, y he allí las consecuencias...
Me di un rápido baño. Acto seguido, mi almohada vestida de suaves flores rosadas acarició mis cabellos húmedos, mientras pude abrazarme a ella y cerrar mis ojos… seguramente la mojaría toda pero nada de eso me importaba ahora. No era el sueño que me vencía, era la necesidad de enfriar los motores de mi cuerpo hiperquinético, y relajar mi pensamiento lleno de ansiedades y metas. De repente, escucho una voz, la de siempre:
– “Melodius, he acudido a nuestra cita”… –Abro los ojos y la viva luz que entra por mi ventana casi me encandila.
– ¡No soy Melodius, soy Camila! –protesto débilmente – mientras me incorporo e introduzco los pies en mis sandalias; quise caminar pero mi cuerpo fluye.
Absorbida por la intensa luz me siento flotar y salgo por la ventana de mi habitación hacia aquella nave inmensa estacionada en el amplio patio de mi casa. Era redonda, como un gigantesco plato de color metálico, no le vi puertas, sólo muchas ventanas continuas; por una de ellas entré, cayendo suavemente en el interior, sobre unos asientos muy cómodos, que se amoldaban a las formas corporales.
A mi alrededor observo personas muy calladas y pensativas, pero de gesto amable. Y mientras intento analizar, pienso:
– Esta es supuestamente una nave extraterrestre y, sin embargo, estas seis personas que me acompañan parecen muy terrestres, todos somos semejantes: cuatro adultos (dos mujeres y dos hombres) y dos adolescentes (conmigo tres). ¿Qué juego es este?...
– Sí, claro que esas personas son terrestres. Y esto no es un juego, es una misión bien planificada –me responde alguien, pero sin emitir palabras – fue su pensamiento que respondió al mío.
Hasta ahora me percataba de él, parecía pilotear la nave y era muy blanco, casi transparente y totalmente lampiño, sin cabello en la cabeza, sin cejas, sin pestañas, sin vellos… aún así denotaba especial belleza. Mi pensamiento me traiciona:
– ¿Será esto un asunto del demonio o de Dios?... ¿Dios?... ¿Acaso es verdad que existe Dios y está al tanto de estas cosas extrañas?
– Dios existe –responde a mi reflexión– nunca lo pongas en duda y es uno solo en el universo. No es como lo conciben las ideas dogmáticas de las diferentes iglesias humanas. Es el Padre-Madre Absoluto del cosmos: la fuerza del amor y la armonía universal…
– Sí, yo siempre lo he concebido de esa manera… Pero, me da vergüenza que descubras mis pensamientos,.. ¿Cómo es posible esto? Y no sé quién eres… no entiendo que está pasando…
– Sólo hablaremos telepáticamente, mientras tengamos nuestras sintonías abiertas, mientras deseemos hacerlo. Cuando alguno de los dos decida bloquear la mutua comunicación, esta se interrumpirá. Y no debe darte vergüenza… ¡Claro que nos conocemos mucho, soy tu hermano Cirius! aunque en tu forma humana tus recuerdos ahora estén limitados. Querida Melodius, en este diálogo nuestro no se toma la medida del horario humano, porque el tiempo realmente es relativo. Ahora partiremos a nuestro planeta, donde me ayudarás con nuestros proyectos durante cinco lunas. Sin embargo, cuando te regrese a la tierra, a tu cuarto, a tu cama… será poco lo que recordarás de tus próximas acciones fuera del planeta azul y continuarás en tu misma serie, en tu misma hora, en tu misma secuencia de segundos… Pero, no te preocupes “Camila” que llegarás a tiempo a tu famoso acto de graduación y resultará muy bonito. ¡Jajajajá!… –eso dijo Cirius –haciéndome sonreír, experimentando una sensación de suma dulzura y bondad. Entonces, la nave levantó un vuelo de carácter vertical, dejando atrás la tierra de manera inmediata.
LA ESTADÍA DE CAMILA EN EL PLANETA SAVIA
Mi cerebro procesaba que hacía mucho rato habíamos llegado al Planeta Savia. El instante cuando bajamos de la nave, así como muchos otros momentos, no están muy claros en mi memoria. No recuerdo bien por qué razón, el resto de la tripulación se había quedado en un hotel donde se realizaba un encuentro de científicos intergalácticos. Ahora, Cirius y yo caminábamos por una urbanización de hermosas viviendas de idéntico diseño, bordeadas por vegetación de impresionante belleza.
Mientras dirigíamos nuestros pasos hacia un objetivo, desconocido para mí, pero en el cual yo confiaba ciegamente, escuchaba con atención lo que él me explicaba, sin pronunciar palabras. Había trascurrido bastante tiempo desde que su mente entrara en una profunda sintonía con la mía. Me expresaba muchas cosas, como tratando de despertar en mí ciertos recuerdos que en algún lugar de mi psiquis podrían estar alojados:
– La Cuarta Dimensión podría definirse como un viaducto entre el mundo físico y los mundos suprafísicos, integrados por planos de materia y de energía superiores. En ésta vivimos diversidad de seres, algunos físicos como tú, amada Melodius; otros menos físicos como yo y todos los habitantes del Planeta Savia. De allí que puedan existir varios mundos habitados. Todos, somos seres (en alguna medida) conscientes de lo que nos rodea, de lo que conforma la realidad y lo que corresponde a la apariencia, de la esencia que sostiene al cuerpo físico y de las divinas leyes cósmicas a las que estamos sujetos. Reflexionamos sobre la esencia más pura y trascendente. Ya no pensamos, como suelen hacerlo los humanos, que el cuerpo es solamente lo real y lo tangible (sólo huesos, carne, nervios y sangre).
El cuerpo de los seres de Savia, por ejemplo el mío, aunque sigue teniendo rasgos físicos, se conforma, en un 30%, de células de pura energía, por eso ante tus ojos somos extremadamente blancos. Hemos avanzado un peldaño más en la escala de la evolución espiritual, y estamos plenamente conscientes que el sentido de la vida es el viaje del Ego hacia la Fuente Eterna que le dio origen. Tú, estuviste mucho tiempo entre nosotros, pero hace más de cinco lustros humanos se decidió que debías reencarnar en el Planeta Tierra, y precisamente por tu misma condición de humana, tu mente sufre de bloqueos diacrónicos. Pero, debes cumplir bien tu misión.
Los seres extraterrestres que tanto preocupan a los humanos, como puedes observar, existimos en la Cuarta Dimensión. Aunque no todos trabajen para la misma tropa de la luz, que es el grupo de los que poseemos la intención de guiar el rebaño de almas en evolución hacia El Supremo. No poseemos poderes sobrenaturales, solo hemos aprendido a usar las capacidades naturales que potencialmente existen en cada ser.
Nuestro poder radica en que sabemos utilizar entre un 30 a un 35% del cerebro, contra el 10% que por ahora utilizan los humanos. No es asunto de magia ni de misterio, todos hemos sido dotados; desarrollamos facultades mentales, y trabajamos la clarividencia y la telepatía sin tener que recurrir a un lenguaje hablado y escrito. Eso, también tú lo estás haciendo ahora, no es nada que un ser pensante no pueda hacer. Debido a un mecanismo de la glándula pituitaria que trabaja con la glándula pineal, es posible la comunicación a través de los pensamientos y el lenguaje de la mente es universal. El cerebro funciona en base a imágenes y a la interpretación de esas imágenes, y para quienes dominan la telepatía no es difícil enviarlas a través de su mente hacia otra persona que puede estar en el otro extremo del universo. Por eso, en el transcurso de tu vida terrenal, muchas veces tú recibías mis mensajes (espero que no te hayas asustado demasiado por eso, hermanita, aunque humana e inocente, nunca serás boba, jajaja). – Eso me dijo Cirius, mientras rodeó mis hombros con su brazo izquierdo y me besó en la frente, agregando esta vez con palabras sensibles al oído: – Nunca he dejado de pensar ti.
Entramos en aquel edificio de paredes externas impecablemente blancas, cuya estructura arquitectónica hermosa y perfecta, no era muy diferente de muchos existentes en la tierra. Antes de entrar, Cirius había adquirido un ramillete de rosas rojas de singular belleza que ahora llevaba en sus manos. Inmediatamente supe que me encontraba en un Centro de Salud, sus interiores combinaban colores ocres y verdes pálidos. Los elevadores estaban a la disposición, sin embargo, tomamos las escaleras y llegamos al primer piso subsiguiente.
En la habitación estaba ella, Helenius, con un precioso bebé… Era una linda chica de cabellos casi blancos, que en medidas humanas no aparentaba más de 20 años. ¡Oh, Ciruis, hermano mío! ¡Me has traído a conocer a tu esposa y a tu hijo recién nacido! ¡Qué tan importante pudo ser para ti!... Algo sentí despertarse en mi conciencia y en mi corazón, me había dejado invadir por la emoción y las manifestaciones de afecto surgieron de manera espontánea… Y cuando en mis brazos tomé a Gregorianus, ese niño de ojos abiertos y muy brillantes, éste me miraba sonriente en una actitud de inteligencia innata que sorprendió mi propia inteligencia, pudiendo asegurar que alcanzó a decirme: – gracias por venir a conocerme.
GREGORIANUS
Había algo exclusivo en ese niño que me recordaba a mí misma, mi corazón palpitó aceleradamente cuando lo tuve abrazado más delicadamente, que al muñeco "bebé-querido" que duerme en mi cama desde que mi padre me lo regalo en mi octavo cumpleaños… Sus ojos parecíeron hablarme. Entonces, suspirando profunda y fuertemente, dije:
–Cirius, nunca antes me sentí tan enternecida por un bebé, todo lo contrario, a mis quince años, jamás experimenté la emoción de querer cargarlos y poder sentirlos entre mis brazos ¿Será que, a pesar de que yo soy humana, este extraterrestre sobrino mío tiene algo de mis genes? ¡Jajajajaja!
–Pues no te rías, Melodius, ese niño tiene tus genes. Necesito confesarte algo y ahora es el momento, entrega el niño a Helenius y vamos al jardín de esta clínica –me dijo Cirius, pero de manera telepática y supe que yo fui la única que pude escucharlo en ese momento.
Aquél jardín era sumamente especial, con pasillos internos, como una plazoleta, de manera que podía pasearse cómodamente por ellos y sentirse sumergido entre la belleza de tantas plantas ornamentales bien cultivadas. Entonces Cirius me dijo:
– Sentémonos en esta banqueta, déjame colocar mis manos en tus sienes para transmitirte la reflexión y el equilibrio necesarios en lo que voy a decirte; yo lo desearé así, deséalo tú también para que el efecto sea perfecto. Recuerda, eres una adolescente en el plano humano, pero ya has vivido antes varias lunas en el Planeta Savia, así que ese discernimiento es el que deseo traerte en este momento. Y te digo, cuando regreses al Planeta Tierra, será poco lo que podrás recordar de lo que te ha acontecido aquí y de lo que voy a confesarte ahora, pero luego –a su debido momento, ya en tu madurez como humana– se te habrán de abrir los espacios de memoria y empezarás a rememorar…
– ¡ Cuéntame Cirius, ya no le des tantas vueltas al asunto, me tienes intrigada !.
– Muy bien, Melodius, te lo digo de una vez: Gregorianus es tu hijo.
– ¿Cómo puede ser eso? ¿Qué pretendes con esta broma, confundirme? Es ilógico, porque evidentemente Gregorianus es hijo tuyo y de Helenius que acaba de tener su alumbramiento es este hospital. Además, yo nunca he estado embarazada ni he dado a luz y tal vez no lo sepas, pero te lo comunicaré: ni siquiera me ha venido, mi primera menstruación aún.
– Pues eso tiene su explicación, cuando nuestros científicos extrajeron tus óvulos ya preparados para reglar, hace un par de años terrestres, sin querer interrumpieron su producción. La extracción de los ovocitos se efectúa mediante una punción extra-vaginal sin tocar la vagina para nada, por un agujero microscópico que se hace y bajo control ecosonográfico, con el visor de un monitor especial. La duración media de esta intervención es de unos 10 minutos terrestres, se realiza bajo sedación y la paciente dormida no se percata de eso. El riesgo de sufrir alguna complicación durante la extracción de ovocitos es de 1 por cada 2.500 casos, por lo que se puede considerar inapreciable y es reversible, se puede corregir la falla. Eso fue tu caso, luego quisieron regresar, dormirte de nuevo y enmendar su error, pero por deducciones lógicas supieron que ese daño sería transitorio y que al cabo de unos 22 meses comenzarías a reglar como cualquier otra mujer de tu raza, y si no me equivoco, hermana mía, eso sucederá dos meses después de que recibas tu título de bachiller.
– ¡Pero si tomaron mis óvulos sin mi consentimiento, podría considerarse como una violación!!! Además ¿Para que me hicieron eso? ¿Por qué Helenius y tú no hicieron un hijo como todos lo hacen?
– Allí está el detalle, Helenius y yo somos estériles al igual que el 50% de los habitantes del Planeta Savia, es una debilidad en nuestra naturaleza orgánica que se viene gestando lentamente desde hace mucho tiempo. Y no es ninguna violación, porque cuando tú misma aceptaste y decidiste reencarnar en La Tierra, accediste a donarnos algunos de tus óvulos fuertes en plena edad juvenil. Estos fueron debidamente congelados y hace poco Helenius y yo accedimos a ellos, ejerciendo el derecho que nos otorga nuestra Carta Magna como ciudadanos de este planeta. El donador del semen te será revelado en su debido momento, si fuese necesario.
Tendrás otros hijos en tu mundo, hermanita –continuó diciendo Cirius– a Gregoriuanus yo lo criaré como mi exclusivo hijo amado. Lo único que siento es que ninguno de tus próximos hijos, por el karma advenido, va a ser planificado y tu vida sexual estará llena de equivocaciones y sólo alcanzarás la plenitud de Eros, en ulteriores etapas de tu vida. Eres sumamente generosa e inteligente y esas virtudes sí van a crecer vertiginosamente y te ayudarán a conocer fragmentos de la felicidad, por lo cual tu sonrisa jamás negarás.
Las palabras de Cirius me habían hecho recordar en ese instante muchos cuadros de mi existencia anterior como savietana, recuerdos que sumados a los de mi corta estadía como visitante en ese planeta, se nublarían posteriormente en el transcurso de mi vida en el Planeta Tierra y nunca más aflorarían hasta el día de hoy.
Aun ahora, cuando estoy en el umbral del medio siglo de vida, mis párpados se cierran para saborear el cálido desliz de unas lágrimas calladas, que agradecen a Dios por mi cronología...
EL ORDEN Y LAS REGLAS
El lunes 27 de julio, desperté en mi cama con la seguridad de haber estado en otro planeta tan hermoso como extraño. Mientras estuve en el Planeta Savia, el tiempo en La Tierra parecía haberse detenido, pues todo permanecía en el mismo punto y de la misma manera como lo había dejado. Mi luz interior era cada vez mayor, sin embargo mis recuerdos eran parciales, nunca podría describir como fue el viaje de regreso y los cuadros vividos se mostraban en mi mente como cuando la escarcha interfiere semejando una cortina ante nuestros ojos y sólo deja ver hilachas del paisaje de la cordillera.
La existencia de Gregorianus, entre otros detalles, no pude recordarla entonces; supongo que en mi edad aún adolescente eso podría ser traumático. Empero, al transcurrir de los años, mi memoria fue rescatando fragmentos extraviados y hoy –al umbral de medio siglo de mi vida– lo he rememorado casi todo, y mi mente ha quedado abierta en disposición para escuchar lo que sus voces me dicen…
El viernes 31 de julio, se celebró el acto académico, al cual mi hermano y yo acudimos con gran entusiasmo a recibir nuestros títulos de bachillerato; ambos obtuvimos significativos reconocimientos, pero los mejores, fueron los gritos y vítores de nuestros compañeros cuando fuimos llamados al podium. A la fiesta no pudimos asistir porque el miércoles 29 (hacía solamente 2 días), un primo murió trágicamente y en la familia ese tipo de acontecimientos siempre ha sido respetado con el debido duelo.
Agosto, es siempre el mes de las vacaciones académicas, sin embargo, fue trabajoso, acelerado y acontecido. Como Ramón y yo nunca habíamos salido del pueblo (bueno, nadie podría suponer que yo había hecho un viaje mucho más lejano...), mi hermano Ángel que ya conocía la capital, se convirtió en nuestro verdadero ángel guardián, en una serie de diligencias que sobrevendrían: el día 8, acudimos a presentar las respectivas pruebas psicotécnicas de admisión en el Instituto Pedagógico de Caracas, donde ambos habíamos sido asignados por el Consejo Nacional de Universidades, él en Biología y yo en Literatura.
Superado con éxito ese paso, el día 10, solicitamos cupo en las inigualables y exigentes residencias católicas de Aprofep. El 15 cumplimos con una entrevista realizada por el pionero director general, el sacerdote Jenaro Aguirre y una encuesta aplicada por Encarnación, una hermanita de Nazareth; posteriormente, el 20, fuimos avisados que ya nos estaban recibiendo en esa comunidad, ante la cual –por temor a rechazo sectario- tuvimos que esconder muy bien nuestra casi hereditaria ideología, socialista a sabiendas de que todos sus miembros (o la mayoría) eran demócratas cristianos. Pero nuestras carreras universitarias comenzarían en la tercera semana de octubre, de manera que aún nos quedaban algún tiempo para descansar.
El mes de septiembre en la colectividad de Altagracia de Orituco, mi pueblo amado, siempre ha sido de preparativos para celebrar grandemente en la cuarta semana las ferias de nuestro patrono San Miguel Arcángel, por lo tanto, todos los sectores se ocupan en elegir reinas, preparar carrozas y organizar comparsas, en el sentido de participar y dar colorido a las caravanas multitudinarias.
El 29 de septiembre, concretamente el día de San Miguel Arcángel, desperté muy temprano con la estridente música, pues uno de los altavoces había sido colocado, en la acera pegado a la pared externa de mi cuarto. Acto seguido me levanto, me baño rápidamente y me visto de pantalón short y franela, a fin de poder abrir completamente la ventana y sentarme cómodamente en los sentaderos internos, de donde podría observar todos los acontecimientos si necesidad de salir de la casa, y con más tranquilidad, porque mi papá era enemigo acérrimo de que yo estuviera en bochinches callejeros, aún cuando éstos fueran parte de nuestra tradición y cultura popular.
Era un amplio ventanal de torneados barrotes de madera que daban a la calle, y en la parte interior una estructura a modo de banquetas de lado a lado, realizada evidentemente con el propósito de sentarse. En ese momento, indudablemente, mi ventana era, uno de los puestos más privilegiados para observar los competidores de carreras de cintas que se tongoneaban de un lado a otro encima de sus caballos, las carreras entre sacos, la competencia de huevos en cucharas y todo el despliegue de personas desconocidas y conocidas que circulaban o me saludaban. Allí estuve divertida una media hora, hasta que mi mamá me hace un fuerte llamado desde la puerta de mi habitación, casi me grita porque la música no dejaba escuchar con claridad nada más.
–Camila, mi niña… ¡Si ya estás levantada tan temprano, en vez de pararte más tarde ahora que estás de vacaciones!... ¡Claro, con tanta bulla no pudiste seguir durmiendo!
–Bendición mamita.
–Dios te bendiga, mija.
–Mira, mami, ya están arreglando todo para las competencias, ya colocaron la cuerda con las cintas y las argollitas… Y ven, asómate, para que veas los caballos tan lindos…
–Bueno, mi niña, sólo unos minutitos, luego vienes conmigo para que nos comamos las arepitas que ya las hice y están aun calientitas –dice mi madre, mientras camina a complacerme y asomarse por la ventana – ¡Hay sí, todo está bien bonito, bien adornadito con guirnaldas y serpentinas! Camilita, yo mejor traigo las arepitas y el café con leche y nos las comemos aquí sentaditas en la ventana tú y yo solitas, porque los demás de esta casa están todavía en el quinto sueño…
–Aquel desayuno fue muy lindo, mi madre y yo éramos las mejores amigas del mundo, al cabo de una hora ella me dejó sola para ir a realizar otras labores domésticas… De repente, siento que algo me corre por la pierna izquierda… un hilo de sangre muy roja, traspasa el limite de mi short y ya me va llegando a la rodilla… ¿Qué es esto?... ¿Me habré roto?... ¿Cuándo?... ¿Cómo?... ¡Pero no me duele nada!.. ¡No, no es nada de eso!.... Me pongo de pie y salgo corriendo a llamar a mi madre:
–¡Mamá, mamá… me vino la regla!!!... ¡Mami! ¿Dónde estás?
Mi madre se encontraba en lo más lejano del patio regando las matas y allá fui a dar yo con mi chorrete de sangre que ya me llegaba al tobillo, con mi madre no sentía vergüenza y todos los demás estaban dormidos.
–¡Mami, mami, mira… por fin me vino la regla! Ahora sí que voy a ser una estudiante universitaria con regla y todo, ¡ Jajaja! –Yo misma, emocionada de mi primera menstruación a los 15 años y medio, me burlaba tontamente de mi condición.
–¡ Camilita, San Miguel Arcángel te ha traído tu desarrollo a esta edad, tan larguirucha! Mi niña, pero, ¿No te duele nada? ¿No tienes mareo o algo?
–No, mamá, ni me di cuenta…
–Pero, chica… anda, métete al baño ya, que yo te llevo ropa limpia y una toalla sanitaria… ¡Ay, mi amor, que bueno que te ha venido así, sin siquiera un dolorcito de vientre!!
Aún ahora, cuando estoy en el umbral del medio siglo de vida, mis párpados se cierran para saborear el cálido desliz de unas lágrimas calladas, que agradecen a Dios por mi cronología...
SorGalim
Milagros Hernández Chiliberti
Ingeniera de Sueños
VENEZUELA
Comentario
Que hermosa historia felicitaciones ingeniera de sueños. SI SE QUIERE PUEDES LLEVARLA AL CINE.
un guion muy bien concebido . recibe un abrazo.
¿IMAGINACIÓN?
NO LO CREO... MÁS BIEN DIRÍA: ¡RECUERDOS DE OTRAS VIDAS!
ESTUPENDA NARRATIVA CARGADA DE ENSEÑANZAS ESPIRITUALES QUE TOCAN NO SÓLO EL MUNDO ESOTÉRICO, SINO TAMBIÉN LA EXISTENCIA PALPABLE DE LA VIDA SENCILLA DE LOS PUEBLOS VENEZOLANOS... CON SUS MARAVILLOSAS FERIAS QUE SON EL DELEITE DE CHICOS Y GRANDES...
GRACIAS POR COMPARTIR ESTAS EXPERIENCIAS, SORGALIM
Bendiciones incesantes
Gran imaginación que logra crear otra realidad, quizás, uno de los grandes objetivos de la literatura. Es novedosa la historia , sorprende, no pierde algunas facetas humanas y terrenales y nos eleva a otro mundo menos monótono.
Brillante. Felicitaciones, Milagros, y saludos.
Que buena manera de contar un poco de ti y de la familia que venga de donde venga es familia.Por otro lado es muy importante la crencia en Dios y la cultura de cada pueblo.Mas la inteligencia y la capacidad para abordar varios temas y habilidades artisticas y emocionales.La sonrisa siempre presente en ti es un rasgo biografico como Altagracia de Orituco.Me siento muy feliz de haberte conocido por medio de las letras.
Muy bien logrado el relato, gracias por compartirlo, amiga Milagros.
Sra. Milagros. Es fascinante el mundo imaginario de tu ser, eres una ingeniera de sueños, es verdad, porque en al obra tan bien narrada, limpia y serena, se siente el poder de tu lenguaje, desde el inicio hasta el final, leí dos veces, y todo se centra en la generación interplanetaria, casi verídica por la importancia de los protagonistas terrenales supongo.
La felicito por la madurez literaria y por dominio de sus ideas. Mis mejores saludos y Dios te bendiga. Celia Benfer.-
Hermosa producción Milagros , es difícil desconectarse de la narración por la magistralidad de su temática . La felicito profe .
ESTIMADOS AMIGOS:
GRACIAS POR ACUDIR A MIS LETRAS.
CIERTAMENTE HE TRAMADO UN VIVEL DE LA HISTORIA, DONDE EL NOMBRE DE LA PROTAGONISTA FUE CAMBIADO. SIN EMBARGO, LOS HECHOS SE FUNDAMENTAN EN VIVENCIAS.
EL AMIGO CARLOS ORÁA ME HACE ALGUNAS PREGUNTAS, TAL VEZ EN BROMA, TAL VEZ EN SERIO... LE PUEDO RESPONDER QUE DE GREGORIANUS NO HE SABIDO NADA MÁS...
BESOS A TODOSSSSSSSSSSSS!!
Estimada Ingeniera de Sueños: Hoy sí hiciste honor a tu nombre, le diste vuelo a la imaginación y gracias a ello nos presentas este bonito cuento. Te felicito.
Estimada amiga, deseo adquirir un libro, el de poemas a un árbol. Te he escrito tres veces a tu correo, pero no he obtenido respuesta. Mi correo es chentevasquez@hotmail.com
Besos, Chente.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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