Laberintos de la memoria.
Te busco a veces,
entre los ecos incesantes de mis recuerdos,
que reinciden a cada instante en mi memoria.
Busco con constancia algún momento,
que reviva un solo gesto de ternura,
y me traiga vestigios de lo que pudo ser.
Pero todo es inútil,
Tu imagen se ha desvanecido
en los laberintos del olvido.
Eres tan solo una persona más,
un saludo casual que se repite al instante
de vernos cara a cara por estas calles.
Algún día inquietaste mis sentimientos,
sí, en un tiempo lejano de fechas olvidadas,
carentes ya de lugares significativos.
Te busque en vivencias pasadas,
descubrí que estas ausente,
que no quedan recuerdos de ti,
tampoco rencores,
no he sentido necesidad de extrañarte.
Llegará el momento en el cual,
no me inquiete más tu olvido.
Nos seguiremos cruzando por esas calles,
sin tener recuerdos comunes.
Solo quedan ausencias y olvidos,
silencios de ecos en la memoria.
Quizás una mirada furtiva y casual,
nos haga sonreír en un gesto inocuo,
casi obligatorio y protocolar.
Los recuerdos de ti se desvanecen,
en los oscuros e intrincados laberintos
de mi memoria.
Obed Juan Vizcaíno Nájera.
Maracaibo- Venezuela.
14 de Octubre 1986.