NARRATIVA Nº 2. HALO DE LA CREACIÓN
AUTOR: PATRICIA ARAYA
Mujer, moza, modelo, los colores del destino es nuestro, siento tu luz detonando en mí. Estoy recibiendo halo de la creación, caigo en sintonía con ella.
La seña asoma en tu sonrisa, oh, tu suave voz, me siento viva en tu universo; estamos reunidos en un lecho de estrellas y firmamento, atraídos por luz y sombra. Me has dejado bosquejo sobre el lienzo.
Te envuelvo en la caricia venida desde infinito, llega divina la pincelada. Un desnudo torso va naciendo de mi trazo. Te estoy sintiendo, deseando cristalizar tu piel morena, dibujando e imaginando tus caderas. Todos los colores sobre tu naturaleza sensual. He iluminado tu rostro y he acentuado una mirada triste.
Recibo tu caricia subyugadora, soy tu modelo, moza, mujer, desnuda en un mar de silencio, sin máscaras ni disfraz. Mi ser apareciendo desde la oscuridad. De cara al amor, manceba de tu imaginación. Siempre esperando, con la mirada en la puerta, donde has de llegar.
Es imprescindible descubrir tu volumen y forma perfecta…amándote, me libero enardecido
En mi universo y en nuestro naranjal describiré tu beso lascivo bajo su sombra protectora y el frescor de tus palabras estará rondándome en el huerto.Todo confabulado en el trazo de tu mano. Ya viva en la tela, fuente de inspiración me dejo cautivar
Tú esencia fijada en la imaginación ahora concebida, retocando por aquí, por acá, así, plasmada te he liberado de mi sombra
La naturaleza hizo su reclamo estaba descrito la fruta fresca siempre en mi regazo, en estrecha distancia con mi piel, dibujada en los colores del amor; en mis contornos y en mi cuerpo la magia haciendo su llamado.
Sigo el trazo fielmente, la espátula deidad homogénea; en la paleta el arco iris contemplando la belleza en todo su origen. Bienvenida al mundo musa de mis delirios.
Estoy contigo aferrada a tu dedo creador. Luz en mis ojos. Mi cuerpo atrayendo tu mano sobre mis limones, los colores danzando en las naranjas, y en mi aura van los azahares al viento. Somos dos almas unidas en un momento fecundo.
Cojo tus manos mujer y bebo de sus cuencas mágicas, delirante, deseoso. Te beso, te descubro plétora de enigmas, transparente el misterio, impregnada del limonar de mis sueños, convencido de mi propio secreto.
Mi efluvio marino, estoy aquí, soy ave en alas de tu ave. Tu boca se abre al numen creador, me dejo caer en tus olas, atravesando en el tiempo la permanencia de tu soplo
Yo, dejo sobre tu piel la huella impresa reclamándote eternamente mía, por siempre mía… Julio Romero de Torres