NARRATIVA Nº 6. ¿Y por qué me miras tan asombrado ?.
AUTOR: CECILIA BARRACAS
¿Y por qué me miras tan asombrado ?
¿ Acaso no te dije que estaría en el mismo lugar de siempre ?
Sí, es verdad.., tal vez hubiese preferido que me avisaras antes de volver
¿ Adelantaste tu regreso ?
Que....¿ qué estoy haciendo ?
Pues simplemente esperándote...
Así, sin maquillaje ni ningún arreglo ostentoso para simular
lo que no es ni lo que no soy
Así, con mi alma expuesta y mi mirada ansiando tu retorno
¿Recuerdas ese lugar tan mágico al que solíamos ir los domingos por la tarde ?
Sí, sí , ése, el de la calle Defensa y Cochabamba.
El barcito escondido al que siempre acudíamos para un momento de encuentro , charla interminable , relax, íntima y amorosa soledad.
El Patio del limonero, con sus mesitas en la vereda, sus toldos, los turistas en sus diversas lenguas caminando por las calles empedradas de San Telmo
Y ya con el café sobre la mesa, el budín de limón, el juguito de limón , las servilletas y los individuales con motivos de limón .
Y los productos derivados de esa planta ahí, a nuestro alcance , para degustar y disfrutar
Cremas, colonias, libros explicando sus múltiples usos y poderes curativos y su aroma ! Su exquisito aroma
Ese aroma que siempre me encantó y me transportó a un sitio inimaginable, desconocido
Y hoy, justamente hoy...en domingo , estoy aquí ..sentada en mi escritorio, contemplando este cuadro que me retrotrae a un tiempo no muy lejano, donde fuí tan feliz
Y simplemente frente a una taza de café
Y la miro a ella y ella que me mira.
Su mirada no es desafiante, tampoco temerosa. ¿Por qué está casi sin ropas ?Seguramente hace calor,se debe estar por dar un refrescante baño.
O tal vez tuvo el impulso de ir hasta allí y entremezclarse con los exquisitos azahares e impregnarse de su aroma dulzón
Y me pregunto. ¿ Qué me estará queriendo decir ? Tal vez ....que volvamos allí, que vayamos a buscar lo que alguna vez tuvimos y dejamos ir. Que no perdamos nuestra amorosa costumbre de subir por Balcarce cada domingo en la búsqueda del arte del encuentro, en nuestra mesita junto a esa pared , con nuestras manos juntas y nuestros dedos entrelazados en el mágico Patio del Limonero
Y tal vez allí descubramos que podemos volver a empezar y nos re descubramos uno al otro y reinventemos el amoroso y cálido clima del amor compartido