Prometo en este Nuevo Año:
Que mis versos y mis actos,
serán más comprometidos,
más atrevidos y sensibles,
con las causas de los pobres.
No importa si me llaman hereje,
Ateo, liberador o socialista.
¿Cómo te llamaron a vos?
Viviré mi compromiso con la vida,
Aunque muchos en la Iglesia
hermanos y hermanas en la fe,
me rechacen y me ignoren.
A veces me agraden con palabras,
Gestos, incomprensiones y olvidos.
¡Lo mismo qué te hicieron a vos!
Siempre han dicho que soy loco,
perdónalos porque no saben
lo que hacen ni lo que predican.
Les perdono aunque no me crean,
los amo aunque no les interese.
Tú me hiciste como Jesús para amar,
Poniendo otra mejilla de tolerancia,
Perseverancia, constancia y respeto.
Este Nuevo Año,
haré más clara y decidida,
mi opción única por los pobres,
por los más débiles e invisibilizados.
¡Quienes en verdad son libres,
por la fuerza de tu opción divina!
Que en este Nuevo Año,
tu Santo Espíritu este sobre mí,
para llevar libertad a los cautivos,
consuelo a quienes lloran y sufren,
cobijo a los sin techos ni abrigo.
pan a los hambrientos.
¡Me has enviado a liberar!
Quizás digan con desprecio
y falta de comprensión,
que soy guerrillero,
socialista o desestabilizador,
¿Que sois vos?
Algún día tendré que volcar como vos
las mesas y mercancías de los templos,
por causa del comercio de la fe,
de quienes han vendido religión,
como producto o ganancia.
Algún día tendré que empuñar
el látigo justiciero de la conciencia,
decir como Jesús el hermano mayor:
“Habéis convertido la casa de Dios
en circo, hipocresía y mercado”.
Este Nuevo Año quiero ser yo,
no esconderme en hábitos ni ritos,
altares o ceremonias sin sentido.
Quiero vivir la religión del desierto,
no la de los lujosos templos,
de los cuales no quedarán intactas,
piedras sobre piedras.
¡Tu palabra no pasará!
Reconstruiste tu cuerpo en tres días,
pero estructuras y jerarquías
caerán para siempre.
Surgirá la Nueva Humanidad
Nueva Iglesia,
tu pueblo,
nosotros y nosotras hombres nuevos.
mujeres nuevas.
¡Vida abundante!
Construiremos ese Mundo Otro,
Nuevo Cielo y Tierra Nueva.
Los pobres verán el rostro de Dios,
en las caras de sus prójimos,
de sus hermanas y hermanos.
En este Nuevo Año,
mis versos serán más comprometidos,
con las causas de los pobres.
No importa que me llamen hereje,
ateo, liberador, socialista
o desestabilizador.
Quiero seguir siendo
lo que siempre he sido:
¡Un luchador!
Obed Juan Vizcaíno Nájera.
Comunidad Reformada de Maracaibo.
Diciembre 2009.