Ciudad de las artes y la cultura
ALBERTO O. CABREDO E.
2014-02-20 — 12:00:00 AM — En un comunicado del Instituto Nacional de Cultura sobre LA CIUDAD DE LAS ARTES se nos explica que: ‘El proyecto de la Ciudad de las Artes es la solución a la perentoria necesidad de transformar la vida de niños y jóvenes panameños, al brindarles un conjunto de infraestructuras modernas equipadas con los últimos avances tecnológicos, centralizando en un mismo lugar todas las actividades educativas orientadas al arte y la cultura, impartida por las cinco escuelas de arte del Estado: la Escuela Nacional de Danza, el Conservatorio Nacional de Música, la Escuela Juvenil de Música, la Escuela Nacional de Artes Plásticas y la Escuela Nacional de Teatro; así como el nuevo hogar de nuestra Orquesta Sinfónica Nacional, de nuestro Ballet Nacional de Panamá y oficina de la Asociación Nacional de Escritora y Escritores. Estas instalaciones brindarán de igual forma, los espacios necesarios para el correcto desarrollo integral de los artistas profesionales. Para de esta forma poder lograr la calidad y excelencia artística a la que todos aspiramos. Dignificar y exaltar el trabajo y talento de nuestros artistas es una necesidad impostergable’.
Al respecto, no hay sino que alegrarse por ésta feliz iniciativa, pensando que al artista le concierne no solo la creación, también le corresponde la formación del público. Si hay creación, lógicamente habrá comunicación al público y con ello, sin discusión alguna, enriquecimiento de la vida artística y cultural de la sociedad.
De allí que a más arte, mayor crecimiento artístico, cultura y consecuentemente, mejor país. Claro, las cosas no son tan simples. El desarrollo artístico y cultural debe responder a una visión abierta, una postura dinámica de la sociedad y del hombre, de manera que la formación cultural contribuya a la democracia, la libertad de formación, de pensamiento, dentro de postura pro-paz, pero siempre anticonformista, que propenda a un desarrollo estético, político e intelectual sin limitaciones ni imposiciones, y por ende, a una mejor calidad de vida. Y digo todo esto, porque LA CIUDAD DE LAS ARTES nace, en palabras del INAC a causa de que: ‘... Cada vez se hace más evidente la necesidad de fomentar, potenciar e incentivar las manifestaciones artísticas y culturales, siendo el arte y la cultura medios que nos permiten exaltar el talento humano, el cultivo de valores transcendentales y el desarrollo integral para la formación de buenos ciudadanos...’.
Corresponderá a los artistas, profesores y alumnos que alberguen dichas edificaciones potenciar las mismas, y convertirlas en una máquina de creación y formación, en una fuente de educación y cambio.
Claro que lecturas, espectáculos y audiciones pueden o no incidir en el público, pero el que contribuya o no al desarrollo de actividades que favorezcan la verdad y belleza legítimamente humanas dependerá en gran medida de aquellos que hagan uso de LA CIUDAD DE LAS ARTES.
ABOGADO Y MIEMBRO DEL CLUB ROTARIO.