RESEÑA DE LIBRO COLECTIVO DE CUENTOS QUE PRESENTÉ EN FECHA RECIENTE TITULADO - LOS RECIÉN LLEGADOS

[ALBERTO O. CABREDO ECHEVERRIA]

SOBRE LA OBRA LOS RECIÉN LLEGADOS

 

El solo nombre de esta compilación de narraciones, que incluye cincuenta y cuatro cuentistas inéditos, nos revela de inmediato un momento próspero en la literatura panameña y advierte que la eclosión de la que ha hecho gala el cuento en nuestro país últimamente sigue en curva ascendente. No en vano nos expresa el escritor y promotor cultural ENRIQUE JARAMILLO LEVI, respecto a la obra LOS RECIÉN LLEGADOS, que en ella se vuelve al rescate de lo “…inédito original, de los aportes poco conocidos (o del todo desconocidos); al placer de dar un determinado espacio y tiempo literario, específicos -a menudo muy merecidos-, a quienes se inician en el arte de la escritura pero aún no organizan su talento para dar a conocer un primer libro. …” Y debemos agregar, en razón de la calidad literaria que hemos percibido en muchos de los relatos contenidos en esta obra, tales como: Cerca del más allá, El cementerio, La agenda presidencial, El regalo, Mis últimos días, ¿Valdrá la pena regresar?, La fabrica portátil, Aguinaldo, Camino a la cocina, Casillo de naipes, ¿Valdrá la pena regresar?, Encuentro, Hombre que no se rinde, Espresso, Crimen perfecto, Aguinaldo y Persecución - entre otros -, que más temprano que tarde, veremos tomar por abordaje un espacio en la literatura panameña a no pocos de los hoy denominados, únicamente por cuestión estilística, recién llegados.

Por otra parte, no podemos soslayar una de las citas que abre la puerta del libro: “Hay que mantener a raya la muerte de la imaginación”, del crítico y literario HAROLD BLOOM, pues tal como lo indica con acierto MARIO VARGAS LLOSA, “… la ficción no es la vida sino una réplica a la vida que la fantasía de los seres humanos ha construido añadiéndole algo que la vida no tiene, un complemento o dimensión que es precisamente lo ficticio de la ficción, …aquello de lo que la vida real carece pero que deseamos que tuviera - por ejemplo, un orden, un principio y fin, una coherencia y mil cosas más – y para poder tenerlo debimos inventarlo a fin de vivirlo en el sueño lúdico en el que viven las ficciones.” Y es que en esta obra, la originalidad, la variedad temática y la imaginación, resultan las dueñas de la casa y agrego, como característica digna de encomio, el evidente empeño creativo invertido por los escritores, demostrando una muy cuidada elaboración, que descubre su deseo de lograr un buen discurso artístico. A este respecto, observamos que hay oficio y también entendimiento de las normas que rigen el arte de escribir un cuento.

Además, debo insistir en la variedad del discurso narrativo, la originalidad del tratamiento de lo imaginario, así como particularmente en la clara atención que prestan a la verosimilitud que impone el arte, aunque no coincida con la realidad. Y es que, en no pocos cuentos, se evidencia que el narrador es consciente de que el lector camina con él en cada línea y que probablemente el relato en manos del mismo podría adquirir otros caminos o significados, razón por la cual, a pesar de cuidar la incógnita, buscan evitar que lo inesperado genere incertidumbres que confundan el tema. Un claro ejemplo de lo expresado lo constituye el relato UNA FOTO FAMILIAR de DIMITRIUS GIANAREAS, cuya trama nos lleva de la mano por los pasillos de una relación laboral estatal quebrada, en que a pesar de que el desenlace resulta del todo sorpresivo - manteniendo la tensión y la atención del lector -, no por ello desvirtúa el mensaje claro que la narración nos obsequia, recordándonos que no existe jerarquía ni cargo que menoscabe la dignidad humana.

En otro orden de ideas, la extensión de la trama en muchos relatos deja entrever un número importante de escritores que cuenta con aliento largo para escribir, esto revela esfuerzo, meditar, releerse, corrigiendo el contenido de lo expresado y la forma de decirlo, todo lo cual brinda con el tiempo facilidad estilística y agilidad expresiva. A este respecto, me permito leer algunas líneas del cuento CASTILLO DE NAIPES de JOSÉ ÁNGEL CORNEJO: “¡Tengo que escribir! Así sea con la imposición a cuestas, la que en verdad no tolero. Por fortuna, la intuición – esquiva compañera de muchos años -, se asoma sugerente, insinuándose a ratos por la críptica narrativa de un antiguo epígrafe que deliberadamente advierto. Bien podría tratarse de una sensibilidad aún no extraviada, de algún instinto en ciernes o de una débil impresión que me hace inferir perfiles, que dibuja aunque sea sólo a ráfagas, posibilidades incógnitas de una trama a medio terminar. Aparece entonces una gestión propia –acaso por la mía-, Armodio Alvaez en escena, que se describe a sí mismo como triunfador ¡Punto! No cediendo a la transigencia de reseñar lo que creo no lo define a fondo, ensayo el epíteto de triunfalista que le encaja mejor, el cual le endoso con sombría empatía. De mi misma edad y porte, algo canoso y precozmente envejecido per el sedentarismo crónico de la rutina diaria, la que más a menudo de lo normal es la verdadera responsable de su desencajo, a más – claro está- de la enfermedad que padece.” Que nadie discuta que este párrafo no es hijo de una ardua faena.

Ahora bien, como todos sabemos, hay dos niveles de lectura, dos tipos de lectores, el lector que goza con la historia contada y el que disfruta la forma cómo se narra la historia. De manera que hay quienes disfrutan del contenido y quienes gozan la estrategia con que fue planteado el relato. A este respecto, debo felicitar a quien ha escogido los cuentos que componen este libro colectivo, pues un buen número de los relatos logran integrar felizmente un estupendo tema con una buena técnica narrativa. Basta abrir el libro para encontrase con MARIANA, cuento de DEYANIRA ALVARES que expresa: “Mariana secó una lágrima de su cara, se había prometido que solamente iba a dejar salir solo una, y no más. Se miró al espejo un rato, no podía creer lo vieja que estaba. Cada arruga alrededor de sus ojos era una historia de una vida que alguna vez tuvo.

Lentamente se subió el zipper de su vestido, se puso su collar de perlas, y bajó las escaleras, para encontrarse con la casa llena de personas, que ni sabía quiénes eran. No saludo a nadie, camino hasta la sala y sacó un pequeño papel doblado en dos del bolsillo de su abrigo. Suspiro y cerró la puerta para poder alejarse del ruido de la gente.

‘Me acuerdo de todas las veces que te vi con tus ojos cerrados, durmiendo, descansando, olvidándote del mundo, te veías tan inocente. Nunca olvidare las veces que nos escapamos cuando estábamos jóvenes. Alejados del mundo, encerrados en un cuarto. Solos tú y yo. Siempre pude contar contigo, en las buenas y en las malas. Tú creías que no te veía pero sé que lloraste aquella vez que nos peleamos. Y ahora estas aquí frente a mí, con los ojos cerrados una vez más, olvidándote del mundo. ¿Quién me acompañara ahora en mi soledad?’

Mariana doblo una vez más el papel y cerró el féretro donde se encontraba el cuerpo de su esposo”.  Resulta difícil, luego de esta lectura, soslayar las palabras de JAIME COLLYIER, escritor chileno, cuando nos habla de la experiencia cuentística señalando que CORTAZAR decía que un escritor no escribe un cuento, sino que lo encarna: “… un escritor es un cuento, por el breve lapso que dura su ejecución.”

En esta obra titulada LOS RECIÉN LLEGADOS, salta a la vista del lector avezado, que ha invertido cuidado al relatar. Y resulta claro, que estos nuevos narradores comprenden que en el cuento el acontecimiento se convierte en historia gracias a la brevedad e intensidad, y también a que la literatura no es sino el resultado de un ejercicio premeditado, consciente o inconscientemente, de contar una historia, de colocar un ladrillo sobre otro ladrillo, una palabra sobre otra palabra para levantar así un montículo sobre el que reine una idea, un postura de vida, un sentimiento, en fin, un mundo impregnado de preguntas y a veces, respuestas. En esta tarea, muchos hacen gala de un gran talento descriptivo, el cual se aprecia en relatos como PURA GEOMETRÍA en que su autora, CAROLINA FONSECA, de manera inferida, ataca los convencionalismos y las posturas impuestas por una sociedad conformista que gusta vivir de la pura apariencia. Casi dibuja sus ideas al escribir lo siguiente: “Ella vivía feliz en la casa número 49 de esa urbanización de ciento cincuenta casas blancas, iguales, bien distribuidas en sus paños de grama; feliz con un marido decente, de esos que comen frutas y una tostada con un poco de mantequilla y mermelada mientras ojea el periódico; mira el reloj, se despide con un beso, y sale cada mañana bien vestido a trabajar en una oficina entre muchos hombres y mujeres bien vestidos que se sientan tras escritorios limpios a revisar los papeles que hay en una bandeja de entrada, procesarlos y ponerlos en una bandeja de salida. Sí, vive con ese marido decente en una urbanización decente donde viven familias decentes; con señoras como ella que sacan la basura en bolsas negras los martes y los viernes antes de las 8:00 a.m. y la colocan dentro de los recipientes de plástico verde a la izquierda del buzón de correo como lo solicita la compañía que se encarga del aseo de la ciudad; señoras que se saludan cordiales cuando se cruza, como corresponde a todo buen vecino, y que se invitan algún domingo para conversar mientras que sus maridos toman una cerveza fría al televisor en el que siguen el juego de la temporada; ella vivía feliz hasta que se muda a la cada número 47 un hombre sin mujer, con cinco gatos grises, y con unos pocos muebles que bajaron de un camión de estacas un domingo – violando la normativa que prohíbe cualquier tipo de trabajos en días de fiesta para respetar el descanso de la gente -.” Como se puede apreciar, la narradora se lanzó al territorio de la fantasía para volver súbitamente a la realidad, y haló así al lector, que pudo o no encontrar cierta semejanza entre lo contado irónicamente y su vida cotidiana. Sin duda, la creación artística alimenta, enriquece espiritual e intelectualmente y con ello, en no pocas ocasiones, salva. Pues al artista no solo le concierne la creación, también le corresponde la formación del público y con ello el enriquecimiento de la vida cultural y artística de la sociedad.

Quiero en el sentido anterior, referirme no ya al peso artístico de LOS RECIÉN LLEGADO, sino a su significado en el concierto local, y esto es importante porque hay un esfuerzo continuo, inquebrantable y digno de alabanza en aquellos que a través de Talleres literarios y círculos de lectura van sembrando la inquietud creadora, insistiendo en el impulso artístico para alcanzar que aquellos que cuentan con un legítimo talento, se conviertan en nuevos narradores y con ello, en nuevos promotores culturales, en una sociedad que cada vez reclama con mayor fuerza un restructuración del pensamiento y la conducta social. Y agrego, que cuando el cuento le llega al destinatario, el lector, le estamos haciendo una propuesta, le estamos planteando que resuelva un enigma, o que asimile la anécdota, con lo cual, le estamos convocando a pensar, a cuestionarse o cuestionarnos, tomando así posición frente al relato y ello, a no dudarlo, es un  ejercicio intelectual que lleva al lector a verse en el espejo y preguntarse si lo que piensa vale la pena, o si tiene que re-enrumbar posturas y conductas. Y lo anterior  ocurre, pues a través de la literatura se puede, entre otras cosas, explorar ciertas regiones de la realidad para las que no encontramos explicación o para las que no disponemos de interpretaciones. De ahí, que todos los escritores inéditos o no que estamos en esta sala, no estamos arando en el mar sino lanzando estrellas al océano para tratar de cosechar constelaciones, para aportar con nuestros escritos a una visión más abierta y dinámica de la sociedad y del hombre, que invite al desarrollo estético, político e intelectual sin limitaciones ni imposiciones. Esto lo ha comprendido JARAMILLO LEVY, por eso su inquebrantable y continuo esfuerzo, que se refleja hoy en esta obra LOS RECIÉN LLEGADOS, y que sumada al título TIEMPO AL TIEMPO, implica una cosecha muy significativa de nuevos autores en lo que va del 2012 al presente año. Por supuesto, no podemos obviar el gran apoyo e inversión que hace la Universidad Tecnológica de Panamá en la búsqueda de técnicos integrales, profesionales humanistas que por dicha formación  contribuyan, desde el sitio en que se encuentren, a una sociedad más proba, justas y participativa.

Para terminar, les dejo con el pensamiento JULIO CORTAZAR que expresa sobre el cuento que el elemento significativo del mismo “…parecería residir principalmente en su tema, en el hecho de escoger un acaecimiento real o fingido que posea esa misteriosa propiedad de irradiar algo más allá de sí mismo, al punto que un vulgar episodio doméstico … se convierta en el resumen implacable de una cierta condición humana, o en el símbolo quemante de un orden social o histórico.”

Yo les invito a seguir explorando a través de la literatura, a seguir aportando a través de la literatura y a seguir escribiendo con ahínco. Muchas gracias. 

ALBERTO O. CABREDO

[Norma Cecilia Acosta Manzanares]

[ALBERTO O. CABREDO ECHEVERRIA]

AGRADECIDO Y HONRADO ME SIENTO POR TAN DISTINGUIDA FELICITACION POETISA Y AMIGA NORMA CECILIA, SALUDOS CORDIALES SIEMPRE

[Carmen]

[ALBERTO O. CABREDO ECHEVERRIA]

MUCHAS PERO MUCHAS GRACIA ESTIMADA POETISA AMIGA SENDA POR TAN HERMOSO GESTO, SALUDOS SIEMPRE

[Manuel Antonio Ibarra Acosta]

Felicitaciones Alberto por esa gran iniciativa de dar a conocer a través de ese libro, el surgir de nuevos escritores panameños. ëxitos y saludos

[ALBERTO O. CABREDO ECHEVERRIA]

GRACIAS ESTIMADO POETA MANUEL IBARRA, UN GUSTO SALUDARTE

[MA. ADIELA LONDOÑO DE COPETE]

[ALBERTO O. CABREDO ECHEVERRIA]

MUCHAS, MUCHAS GRACIAS POR ESTE HERMOSO RECONOCIMIENTO, SALUDOS POETISA ADIELA L. DE COPETE

[Robert Allen Goodrich Valderrama]

Amigo que buena reseña mis felicitaciones y mejores deseos para este grupo de escritores que vienen llegando.

Abrazos y un gusto verte en el Exedra!!!

Robert

[ALBERTO O. CABREDO ECHEVERRIA]

Muchas gracias estimado poeta Robert Allen