Roberto Goyeneche: GARGANTA CON ARENA

[Vilma Lilia Osella]

Roberto Goyeneche: GARGANTA CON ARENA

 

Le decían “el polaco”. Su voz, inconfundible, traspasó las fronteras argentinas y se

asentó en el mundo. Cantó para la gran orquesta de Horacio Salgán; para Aníbal Troilo, con su “fuelle” inconfundible y  como solista.

Con Salgán: https://youtube.com/watch?V-2EaqcIEN491 nos muestra una excepcional afinación. En Margarita Gauthier, por ejemplo, dice: “un sollozo entrecortado eeeen mi pecho se anidó”. Ese eeeen, lo destaca. Se mete en nuestro corazón. Es maravilloso.

Cuando canta con Troilo, estira las consonantes. En Garúa se nota muy bien “mmmas la busca y mmmas la nombra” http://www.youtube.com/watch?v-x G2tMTwUJVw.

Y como solista, basta escucharlo en Balada para un loco. Un hallazgo.

http://www.youtube.com/v-IrG5emfF88

 

Es que algunas ideas decaen con los años, especialmente aquellas que tienen un componente muscular. El rendimiento deportivo y el canto no escapan a estas consideraciones. “Cuando la gola se va”, dice el tango. Y se va, se transforma. Y él, Goyeneche, inventó formas vocales para perdurar. Eso le gustó al público y él las fue acentuando. Además su desordenada vida no le ayudó para conservar la voz. Trasnochaba, fumaba, bebía y su vida de bohemio le puso un espejo en la voz. Decía José Ingenieros que el autor “prefiere morir antes que envejecer”. Esto le pasó al “polaco Goyeneche”. Y nos dejó una herencia maravillosa que sólo tenemos que disfrutar. “Cuando no canté bien, gané mucha plata”, dijo alguna vez. Y no importa. Su garganta con arena nos perseguirá siempre.