SACA TU POESÍA A BAILAR

[Luis Francisco Pardo Huertas]

SACA TU POESÍA A BAILAR

 

                Mi corazón una noche, ante la soledad marcada, el reloj triste avanzaba inexorable su sincronizada marcha, quería parar para atender en consuelo mi fatiga de ser hombre solo en la selva de los idos años, y el poco monto de dinero en los bolsillos, la mujer que amaba ya le daba la espalda sin la palabra esperada, si la muda contestación que otro era el dueño de esas propiedades, yo solo un paso sin medida para ser atendido como yo quisiera.

 

                El amor como un castillo viejo desmoronándose, no cerraba puertas ni ventanas, el aire se filtraba por todas partes, se colaba en el alma y me hacía llorar, me humedecía en congoja mi corazón, un letargo silencioso aun clavaba, clavaba el puñal, cada vez más profundo, me sentía desfallecer como si la vida escapara.

 

                Fue entonces, el reloj se descompuso, todas las piezas hicieron silencio, una a una se fueron cayendo como si una mano invisible los descompusiera, luego ante mi mirada de asombró cada pieza se fue haciendo un pequeño robot…

                _* ¡Hola mundo, eres hombre… Afortunado tu que tienes vida!… ¿Mírame soy solo una máquina, me hicieron para dar la hora, un calendario sin vida alguna?..

                Sabes te he escuchado, alguien de arriba me puso oídos, ahora me regala la voz, solo para causarte una bella reflexión y en el fondo abismo de los inmortales, decirte de frente… ¿Búsquela?... Aún hay luz, almas solas como tú, de seguro alguien te necesita… Saca amigo tu poesía a bailar…

                Levantase, toma un baño, eres poeta, tienes alma de músico, canto en tu corazón trovero, aduéñate de unos cuantos versos, échate unos tragos en poesía, embriágate con el licor del llamado léxico y camina por las calles del internet, de tantas y tantas mujeres, habrá una, una solo que abrirá en páginas blancas su corazón, para que tú las llene y sobrio o en efervescencia te reclame a ti, el amor que ella espera darte a manos llenas y tu amigo llenarte de felicidad, si acata, mi consejo.

 

                Me quede como una melodía sonando en todos los corazones femeniles, retumbaba a lo lejos mi grito de un te amo, y más allá, mis halitos cantaban, mis notas del alma hicieron coro, los pajarillos que un día dibuje en un cuento vinieron, escucharon mis anhelos, mi sentido ritmo, el son de mis pálpitos, y en alas mensajeras se llevaron cartas, ellos versaban mis poemas, abrían ventanas por doquier, abrieron puertas de una nación y otra, hasta que el fin…

 

                Una mujer me abrió puertas, escucho mi melodía, se fundió en ella, se hizo lava, se fusionó  en aleación de ser uno solo, sin descompensación alguna, me ofrendo su mano, su corazón entero, me hospedo con mi amor, me invito ser parte de su vida, debo de alistar maletas, ir a casa para vestirme con sus besos, ponerme el frac de sus caricias…

 

Ojala… No este soñando, cómo ayer cuando me ahí de la cama y el espejo se reía a sonoras carcajadas, tuve que cubrirlo con una sábana, el muy burlón se debatía en gozo y me dijo:

 

_¨* Sabes amigo no fue el reloj, quién te hablo, un señor de alas blancas muy luminiscente lo desbarato, quería llamarte la atención y lo consiguió, tú lo escucho, le acato, tienes madera de escritor, no permita que la tristeza sea vana, ni el dolor te gane la partida, sea el sol, todo un señor y enamora tu luna, no la tomes, ni la toques en menguante, espera que sea luna llena y veras, si aprendes a conocerla tanto como yo, será tu diamante por siempre, la pierda, es tu sortija, no la desprenda nuca de tu dedo, si la aportas por siempre, ella jamás te faltará…

LEO FRANK PARK

LUIS FRANCISCO PARDO HUERTAS