Buenos Aires, 04 de noviembre de 2005
Mi amor:
No te vayas. Permanece en mí, como un río cuyo tumultuoso caudal me riega. Cuando llegaste a mí eras un caballo novio con sus crines al viento y su olor a piel morena. Juntos navegamos la luz, enfrentamos los miedos, construimos la esperanza como una roca, como una casa de piedra. Juntos hicimos el amor con los dientes alzados: vos un macho sin piedad; yo, una hembra pájaro de arena, viento de alondras, tierra firme para tu nutrido semen .Y la esperanza reinó en los hijos que nos dio el Amor. Estabas ¿estás? enraizado a mi vida, abrazado a mi cansancio cotidiano, firme en la contingencia, sólido en respuestas y vivencias comunes.
¿Qué extraño viento sopló en tu alma cuando decidiste partir? Pájaro misterioso lleno de energías envidiables y plenas. Mar océano encendido de vino. Qué daría yo por tener otras bodas como las que tuvimos. Bodas de burbujas, de soles de nuestra América casi nativa, casi europea, de esta mayonesa que escribimos tan bien los argentinos con la maestría enamorada de su nombre. Teníamos ideales ¿los recuerdas? En pos del hombre nuevo quemamos las naves jóvenes, enamorados del Sur y su piel dolida.
Peregrino del sol, músico: violín, viola, piano… quizá Piazola, quizá Pichuco y a lo mejor Brahms por lo menos. Escribimos juntos en el pentagrama dulces melodías. Santa consola sola para Gardel, criollo único, irrepetible. Y la Plaza de Mayo, de la mano, los dos. Y el grito permanente para que un nuevo nombre gritara la justicia.
No te vayas. Cantemos juntos las azucenas en estas calles porteñas que nos hacen guiños, que nos dan semáforos verdes para reconstruirnos. A pesar de la tierra, a pesar de los hijos, a pesar de la vida, a pesar de la muerte… pájaro que vuela el parque de los paseos, quedate conmigo. Ataquemos sonrisas nuevas, adivinemos horizontes anaranjados, avizoremos rutas colmadas de autos veloces que podemos alcanzar. Encargaremos a la lluvia y el sol un arco iris nuevo. Solo para vos y para mí… para embelesarnos. Caminaremos por la Recoleta, por el Rosedal en Palermo, nuestro barrio, el de las tardes de club y los largos paseos, y los restaurantes de comida italiana, francesa o japonesa.
Volveremos a la cotidianeidad reforzada con las matemáticas de la vida: dos más dos son cuatro siempre. La silla, la mesa, los cuadros del living, y la biblioteca con la lámpara encendida. Vos y yo y un mundo de paz… donde la soledad no duele, donde podemos ser dos sin que la luz se apague. Pájaro incesante, descansa cerca de mí tu misterioso vuelo. Fui remanso de las olas en tiempo de sudestada. No te vayas. Que no muera la guitarra, que el pentagrama escriba nuevas notas serenas, que el viento sur se aplaque en brisa de primavera, que la viola, el violín y el piano nos lleven al Colón la tardecita de los sábados .Que los buenos artistas nos convoquen al teatro Nuevo y que suene Brahms…que siempre suene en nuestro living de tertulias amenas. Seamos sobrevivientes de la mezcla, de la depresión. Seamos noticia, seamos un diamante quieto después de la revolución. Sólo por Amor. ¿Querés?
Zulema
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Felicitaciones!!! Muy buen relato de una historia que acaricia el alma!!! Abrazo
MI QUERIDA AMIGA FELICITACIONES POR TU HERMOSO RELATO, YO DIRIA UN POEMA EN PROSA EXITO TU AMIGO FERNANDO DESDE MI ECUADOR DEL ALMA
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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