Caprichos de feria

[Elias Antonio Almada]

Caprichos de feria

    

Muy feliz deje el stand, “que buena jornada”  pensé para mi, poetas prestigiosos leyendo y yo entre todos ellos, alumnos de un colegio como publico además  interrogando a todos armaron una hermosa discusión literaria, así lleno de alegría me dirigí a la cafetería a los efectos de una merienda tardía antes de tomar el micro que me  llevara de regreso a mi ciudad desde la capital.

      Compre algo en el mostrador pues vi que no había mesas libres, contemple una vez  más el lugar  buscando un lugar cómodo, y desde un rincón allá en el fondo me llamo, “maestro, venga a compartir mi mesa”, era una jovencita  que por su belleza no pasó desapercibida en el stand,  además de mostrarse muy interesada por todo lo que allí ocurrió, me acerqué y comenzamos a platicar, confieso que  me sentía un tanto cohibido , no por su  hermosura sino mas bien por ese aspecto tan adolescente de su rostro, hasta que hizo referencia a el cursado de casi el final de su carrera universitaria en letras, lo que me provoco un alivio pues  me hacían sentir incómodo esas miradas contemplando mi madurez al lado de la jovencita , “bueno tan chiquita no es” me dije a mi mismo, me anime mas en las respuestas  y en pocos minutos  realizamos un recorrido por literario por los clásicos, mi literatura y hasta aspectos  privados de mi vida y la suya, comprendí rápidamente que estaba ante una jovencita caprichosa, hija de padres separados acostumbrada a darse los gustos y no asumir demasiadas responsabilidades.

      Así se me fue el horario del micro y debía esperar el próximo a la madrugada por lo que me atreví a invitarla a cenar explicando las circunstancias, “no acostumbro generalmente” fue su respuesta y de inmediato me invito a compartir una ensalada de fruta con mouse de chocolate en su departamento a  una pocas cuadras del lugar, en el ascensor  sobrevino un abrazo y un besos y  me susurro algo al oído que no entendí pero me gusto.

      Acomodados en un sofá en su living disfrutamos del manjar, que ella  degusto con atrevidos movimientos de sus labios y lengua provocándome excitantes sensaciones, “aguárdame” dijo entrados ya en confianza y al regresar  vestía una bata transparente, soutien y bragas de encaje rojo, portaligas, medias y botas negras, toda una vampiresa y con un maquillaje recargado que  transformaba sus rasgos aniñados en un aire acentuado de prostituta, se sentó  sobre mi falda y comenzó a desvestirme entre besos, caricias y abrazos que ambos nos prodigamos, de rodillas entre mis piernas me practico la mas intensa felación de la que haya disfrutado y cuando comprobó que mi rigidez fálica era extrema se detuvo y me guío de la mano a hasta su cama, donde se tendió  a la espera de mis placeres, bese intensamente su boca, , lamí  su cuello, escale con mi lengua sus senos dedicándole especial atención a sus aureolas rozadas y eso diminutos pero erectos botones haciéndola  aullar en cada succión , fui por su vientre  y anide mis besos en el ardor perfumado de su entrepierna , y  ante sus  ruegos  transformados en órdenes gritadas acometí la estreches  de su  entrada depilada con suave furia que se fue haciendo cada vez mas intensa hasta que estalló su primer orgasmo entre lágrimas, entonces le prodigue mas besos en todo su cuerpo sin olvidar ningún rincón, nuevos estallidos llegaron, y tras un breve instante de ternura ella tomo la iniciativa y tanto de frente como de espalada hacia mi cabalgo cual amazona experta mi erección, como también  mi boca logrando nuevos placeres, un nuevo y breve respiro y fui por detrás de ella, cual si fuera un potra monte su humanidad sosteniéndome de sus rubias crines, entre por su portal  de  la vida y el placer y también por su diminuto y virginal  zaguán oscuro provocándole mas gemidos y gritos de placer que  a mi me encendían mas, cuando le hice saber que  estaba dispuesto a inundarla con todas mis fuerzas,, “detente” dijo y me pidió que saliera de ella, “quiero cortar el café”  nuevamente me tomo en su boca e hizo que me derramara en su interior bebiendo todo lo que pudo aunque algunas gotas adornaron sus pechos, yo temblaba , ella sonreía, la había hecho mía,… mentira solo fui un capricho mas en su vida.

 

 

Elías Almada

[GRACIELA VILLAVERDE]

Wooowwq Elías delicado erotismo aplausos

[Elias Antonio Almada]

Muchas gracias Grachy,, besosssssssssssss

[Elias Antonio Almada]

Gracias querida mab

[Norma Cecilia Acosta Manzanares]

Buen relato lleno de erotismo. Felicidades Elias.

[Elias Antonio Almada]

Muchas graciasssssssssssssssss