¡FELIZ NAVIDAD AMADA FAMILIA!

[Antonio Oxté León]

Momentos de alegría vivía una familia maya que hacían  los preparativos para recibir la Navidad que estaba a dos días. Las mujeres de la familia reían por cualquier broma y, hasta parecían aluxitas venían e iban a las parcelas por los ingredientes para hacer una deliciosa cena el día 24 de diciembre por la noche; la abuelita más anciana, doña Clotilde, contaba relatos del pasado, -decía con dejo de tristeza, gracias a Dios que tenemos de todo aunque sea un poco, hace muchos años tuvimos una gran crisis y no teníamos nada para comer, tenía que caminar varias leguas para trabajar con vecinos del pueblo cercano que tenían algo en su milpa y me daban el agua de los camotes que exprimía y tres tortillas por pago de mi día de trabajo, al regresar a casa daba a mis hijos lo poco, mi marido cayó enfermo, y yo era la única que sostenía la casa,  un día que regresé encontré muerto de hambre a mi muchachito de doce años, y suspirando y dejando caer lágrimas sobre sus ajadas mejillas,  bendijo el alma de su hijo para continuar las labores de la cocina con el resto de la familia.

A un lado acostado en una hamaca, el hermano mayor de 90 años de edad, don Elías, descansaba diciendo esta vida es así, de todo tenemos que vivir hasta que el Padre nos llama, Por cierto que me gustaría ver a todos reunidos mañana 24 por la noche, me encantará que me traigan mi chan ropa nueva que compré y está guardada en el baúl, para esperar al niño Dios, también tengo guardado pañuelo, zapatos y hasta un perfumito de vainilla -todos callaron por un momento.

La otra hermana de 80 años, doña María, escuchando los comentarios, volvióse a su hermano y le dijo oye Elías y tú cómo te sientes, -él respondió muy bien y contento, mucho mejor porque estamos todos reunidos y tendremos una fiesta muy linda con todos nuestros niños, -eran veinticinco niños, que entraban y salían de la cabaña, gritando alegres y jugando a la quimbomba.

Así llegó la anhelada noche del 24,  cerca de las nueve de la noche; las viandas ya estaban cocidas en pib, es decir bajo tierra como es su costumbre,  llegaron todos dando abrazos, algunos llegaban de lugares lejanos donde trabajan, se intercambiaron regalos y cuando llegaron a don Elías, él dijo yo deseo agradecer a Dios por darme este lujo de verlos a todos reunidos aquí en esta santa casa donde vivimos una vida maravillosa, donde hemos nacido, llorado y aprendido a crecer, también doy las gracias a mi mujer que se marchó antes que yo con  Tata Diosito;  maravillosa esposa,  me dio nueve buenos hijos a quienes amo y bendigo,también a todos los  nietos en fin a toda mi familia, denme mi  ropa nueva, y todo lo demás que tengo guardado, les doy una buena noticia, mañana rayando el Sol, iré siguiendo la Luz del sol, pero nada de caras tristes, no piensen en la muerte, piensen en la vida,  alégrense, tengan una maravillosa y ¡FELIZ NAVIDAD FAMILIA QUERIDA!

Todos lo rodearon y abrazaron, besándolo y agradeciendo sus palabras, ya que estas palabras, eran sus favoritas en días de fiesta, porque don Elías solía recibir el sol todos los días a las seis de la mañana de cada día y estaban ya acostumbrados a esas palabras. 

La fiesta duró casi toda la noche, hubo brindis y mucha alegría, don Elías se retiró a descansar, pasó la noche con cantos y brindis, ya la aurora estaba sobre el pueblo, el sol  era una gran Luz brillante, los rayos primeros entraron a la casita y dando en el rostro de don Elías, que justo en ese momento expiró como lo había predicho, se fue en santa paz y con una sonrisa, esbozando de nuevo: ¡FELIZ NAVIDAD FAMILIA!, siguiendo así la Luz del Nuevo Día.

Todos estaban despiertos, rodeando a don Elías; nadie lloró porque sabían que había partido con el Padre de la Luz, solamente doña María tomó su mano diciendo gracias hermano querido, que sabías tu destino, eres un sabio, Dios bendiga tu alma y sigue la Estrella que nos guía.

Prosa.

Antonio Oxté

país: México.

[Norma Cecilia Acosta Manzanares]

[Antonio Oxté León]

Gracias linda Norma

Igualmente por compartir tu belleza, juventud y alegría que nos ayuda a seguir en esta jornada de la palabra y el servicio. Mil bendiciones. 

[MilagrosHdzChiliberti-PresidSVAI]

[Antonio Oxté León]

Mil gracias Milagros

Por este reconocimiento al trabajo que con amor entregamos a la UHE-SVAI. Mil bendiciones y continuamos.