CAPITULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
La educación media diversificada y profesional está articulada curricular y administrativamente con la educación superior, la misma tiene por objeto, la finalidad de profundizar los conocimientos científicos, humanísticos y tecnológicos de los estudiantes, continuar con su formación ética, ciudadana y particularmente, prepararlos para su incorporación digna y eficaz al mercado de trabajo y proseguir sus estudios en educación superior; porque la elección de una carrera forma parte de una decisión importante en los jóvenes y se ve influida por diversas informaciones que reciben de distintos medios como lo son: la familia, los libros, los compañeros, los maestros, Internet, entre otros.
Desde esta perspectiva, la orientación profesional tiene como fin asesorar al individuo a descubrir su vocación y orientarle hacia la actividad cultural o profesional en la que mejor puede realizarse, ayudando a reconocer sus propias aptitudes sobre cuál ha de ser su preparación, no solo para realizar un trabajo de forma efectiva, sino para poder permanecer en él. Para Aguirre B (1996), “La orientación vocacional se describe como un proceso de ayuda al orientado para que, al conocerse a sí mismo y al mundo del trabajo, se prepare y acceda a la profesión adecuada a sus aptitudes, intereses y rasgos de personalidad, teniendo en cuenta las posibilidades de estudio y de trabajo existentes”.
La orientación vocacional y profesional reduce de manera sustancial el tiempo que a una persona le cuesta conocer en qué área tiene ventaja comparativa en relación con sus semejantes. El aprovechar esto le hace eficiente, productivo y exitoso; sin mencionar por supuesto el tiempo y los recursos que se ahorró y que probablemente dedicó a otra útil actividad, a la cual, no ha tenido acceso sin la orientación vocacional o profesional.
Super (1953) afirma que:
Para poder ayudar a una persona en el momento de su elección vocacional, es necesario conocer su ciclo vital. Desde su infancia cada sujeto comienza un período de autodiferenciación progresiva, de lo cual se originará la formulación de su propio autoconcepto. En la adolescencia el autoconcepto se va concretando, por eso el joven se va inclinando más hacia unas actividades que a otras; cuando llega el momento de la elección, el joven escogerá aquella carrera u ocupación que le permita explotar sus potencialidades y hacer realidad lo que piensa de sí mismo. Este proceso es denominado por el autor, Desarrollo Vocacional o Desarrollo del Concepto de sí mismo.
Según lo planteado anteriormente, existen diversas etapas en el desarrollo vocacional, entre las cuales con especial atención se menciona la extendida desde el nacimiento, hasta los 14 años, donde el niño crece en los ambientes: escuela, hogar, vecinos y adquiere, a lo largo de ella, ciertas habilidades, intereses y valores que lo van configurando, y básicamente lo aprende por los procesos de modelado e identificación, y posteriormente aparece la etapa de la exploración, comprendida entre los 15 y 24 años, en la cual ocurre el momento de la elección vocacional. Se caracteriza por una profunda introspección, confirmación y confrontación de lo descubierto con la realidad y la definición de una elección de carrera.
La vocación no es algo puntual y espontáneo, se inicia en la infancia y va configurándose durante la adolescencia para definirse en la adultez, está determinada por motivos inconscientes y consientes tales como: las actitudes, aptitudes, intereses, capacidades y personalidad, que pueden potenciarse o verse influidos por factores socio-ambientales y culturales como agentes de socialización familia, amigos.
De acuerdo con Aguirre B (1996)
En la adolescencia cuando el muchacho va a tener que empezar a decidir cuál va a ser su futuro, a forjar su identidad social. Esta tarea le resulta difícil, pues tiene que decidirse en plena crisis puberal y psicológica: cambios corporales, inseguridad, deseos de independencia, cambios continuos de intereses, etc., que van a complicar la decisión, ya que el sujeto está inmaduro no sólo vocacionalmente sino en el ámbito de toda su personalidad.
Lo que sí es importante es que la elección vocacional o profesional debe ser un proceso dinámico y continuo que se inicie en la infancia, se delimite en la adolescencia y se configure a lo largo de toda la adultez. A pesar de todo, el joven debe decidirse, intentando que la elección le permita alcanzar un nivel óptimo de satisfacción individual, de adaptación y de compromiso social.
En Venezuela, la ubicación del contingente de jóvenes en la educación profesional y su ingreso en el campo laboral ha resultado, tanto para las instituciones educativas como para el sector laboral, un verdadero problema a través del tiempo se ha venido observando que los institutos de educación superior resultan insuficientes frente a la asistencia y formación de un extenso colectivo de jóvenes que no encuentran ubicación ni en los institutos de Educación Superior, ni en el campo laboral. De igual forma, el reducido número de alumnos que logran un cupo para estudiar, en algunas oportunidades, no tienen ninguna inclinación hacia la carrera donde logró un cupo, generándose toda una situación digna de estudiar.
En algunas instituciones actualmente existe una marcada dificultad para operacionalizar la orientación vocacional como proceso longitudinal. Se observa ausencia de investigación en el área que reporte información sobre, condiciones, situaciones y factores que favorecen el desarrollo vocacional del estudiante, para elegir preferencias profesionales.
Luego de conocer lo importante que es la orientación vocacional para los estudiantes, es necesario mencionar algunos factores que se presentan en los estudiantes del 1er año diversificado en la Unidad Educativa Ramón Buenahora, donde en su mayoría les es difícil seleccionar una carrera de educación superior acorde a sus características personales, y vocación de servicio.
La elección conforma la seguridad y el destino personal, pero en el caso de los estudiantes de la señalada institución se ven confundidos al solo recibir un tipo de información incompleta y en la mayoría de las ocasiones confunden su decisión y escogen incorrectamente la carrera. Por lo tanto, la elección debe hacerse consciente de que con ella se forma parte de la identidad, del "yo”, pues a través de la misma, se asume un rol, un estatus y hasta la conciliación de una familia.
Para muchos docentes, jóvenes, padres, directivos, los alumnos de la Educación Media y Diversificada no reciben una asistencia en Orientación Vocacional que le proporcione herramientas, que faciliten una toma de decisiones de carrera, firme, consistente y responsable.
Dada la complejidad de los retos planteados actualmente, se hace necesario que en la Unidad Educativa “Ramón Buenahora” a través de un equipo inter disciplinario se deleguen funciones asistenciales para los estudiantes que sean las más efectivas en pro del bienestar de su vida futura como profesional. Por tal razón en la presente investigación se formulan las siguientes interrogantes: ¿Qué importancia tiene la Orientación Vocacional en los estudiantes del primer año de Educación Diversificada en la Unidad Educativa Ramón Buenahora? ¿Cuáles son los factores sociales que intervienen en la Orientación Vocacional para la selección de una determinada carrera en los estudiantes del primer año de Educación Diversificada? ¿Cómo aplicar estrategias para fortalecer la Orientación vocacional a los Estudiantes del primer año de Educación diversificada en la Unidad Educativa Ramón Buenahora?.