Te tuve en mis manos

Con tu borde dorado te tuve en mis manos,

Estalló el brillo de la imaginación.

Hubo risas y llantos,

catedrales silenciosas en tinieblas,

jorobados enamorados de…

Dosis de gloria

Préstame un minuto de tu tiempo

ahora que ya estoy disfrutando de la gloria.

Llevo horas buscando en mi interior,

salto asfixiado en recovecos de oscuros pensamientos,

no encuentro las…

Erika sobre el Caribe, frente a mi hogar.

El cielo quiere romperse a llorar, aguarda furioso el momento exacto   para dejarse derretir sobre la tierra sedienta y asustada.  Erika se apodera de sus ganas,  y le exige  complicidad para dejar las islas devastadas.

Carmen Amaralis Vega Olivencia…

La niña ya florece

Hay magia en la noche perfumada.

La niña se encuentra perdida, asustada.

Entre naranjos camina a ciegas  sosteniendo sus  suspiros.

El color gris de las sombras  la…

Quiero guerra,

esta paz comienza a aletargarme.

Quiero, gata sigilosa, meterme en tu trinchera,

Tomarte por sorpresa,

Lograr atraparte,

Que no puedas hablar .

Tendré tus labios apretados contra los míos.

Pedirás piedad, y no la tendré.

Calcinaré tu espalda con el fuego de mis abrazos,

Laceraré tu vientre con mis uñas afiladas.

Gritarás pidiendo tregua, no te escucharé.

No habrá tregua,

No,

No la habrá…

Mujer de alas quebradas

Hombre de mis sueños, tú,

aquí me tienes.

Aquí, siempre en esperas.

En esperas de encontrarte recio,

mirar tu piel morena, y tocarla.

Me…

MULATO-MESTIZO EN LA LUNA

El lunes pasado me tocó ir a una reunión para tratar el tema del racismo en mi comunidad y…

Les presento la imagen de mi Abuela Cun, la de la libreta de los suspiros. Su nombre es Secundina Martell Echevarría, su padre fue un gran comerciante en San Germán de Puerto Rico, y la comprometió en matrimonio con un armenio, se casaron cuando ella tenía quince años de edad y el 40. Quedó viuda a los 30 años de edad y se hizo cargo de los negocios de su padre y de su difunto esposo. Ella fue mi modelo y guía. Una extraordinaria mujer que aún llevo profundo en mi corazón. De niña yo deseaba…

La libreta de los suspiros (relato)

La gente le dice que domina muy bien las matemáticas, y ella se pregunta mirándose al espejo, si lo traería en el DNA al nacer o lo adquirió a fuerza de ayudar a la abuela con aquella bendita libreta. ¿Dónde estará ahora aquel tesoro de sus recuerdos? Sus destrezas numéricas son…

Los pensamientos le asaltan enloquecidos, la cabeza no le alcanza para acomodar las imágenes que aparecen en vértigo. Unos y otras llegan mezclando la cuna con la cárcel. El seno materno negándole la leche, y un sodomita dañándole la sangre. Y la vena gorda y dura en el brazo le pica, pero las esposas no le permiten el alivio.

No hay pensamiento ahora que…

Soy gitana, ¿y qué?



-Mi vida, no te acerques a la caravana. Esos gitanos roban niños.-



Y con esas palabras resonando en mis oídos y en mi corazón,

finalmente nos dejaba abuela ir a jugar al borde del acantilado,

lugar donde de vez en cuando acampaban las caravanas de…

BODA NEGRA 

Se oían claramente las carcajadas de los fantasmas vestidos de frac y corbata, entre los alaridos y sollozos de los mártires. El duelo de las vírgenes y los santos, cargando cadenas, y crucificados con espadas ensangrentadas, hacían marco a las miradas en espera de los guardianes del amor. Todos escuchaban los cantos gregorianos y el crujir de las sandalias de los monjes…

Alas clavadas

Retorciéndome

dos clavos me arranqué,

Tenía las alas clavadas en el tiempo.

Imposible alcanzar los sueños,

recorrer la distancia que separa

tu…

Fingiendo ante el espejo

Hace tiempo dejó de mirarse al espejo. Difícil reconocer en su mirada opaca las huellas que marcaron las ilusiones de otros tiempos. Ya no queda en los labios el recuerdo de los besos, preámbulos de aquel delicioso ardor en su piel antes de perderse en el limbo del amor entre sábanas blancas.

Hace tiempo se borró de sus mejillas el…

TRES HOMBRES

Se mira y no se reconoce, han sido manos ajenas las que le han ido

dando forma. En la bruma de sus recuerdos, de vez en cuando, aparece la imagen de una niña-mujer acostada en su lecho, sintiendo un vértigo en el centro de su cuerpo, mientras aquellas primeras manos bordeaban el contorno de sus labios con…

Esa Lumbre Nocturna

Dime si guardas en tus manos

el secreto de caricias en esperas.

Si al desnudarte se ruboriza tu sombra

y sientes la tibieza de mis deseos.

Dime si tus ojos fabrican mis…

Huesos florecidos entre llamas

Cómo apagar las llamas,

el incendio se apodera de este cuerpo inmóvil,

hoguera calcinante sobre huesos florecidos,

eso eres.

Ardor de manos puestas sobre…

De la guerra y el amor

La niña solitaria quiere cruzar las fronteras

con granadas en las manos.

Granadas que calcinan sus deseos.

Pide la paz que no puede dar  este peligroso amor.

No quiere ni la guerra ni el…

Del mar y tu

Resguardo el anillo,

y de momento eres verbo enardeciendo mis olas.

El murmullo del mar atraviesa el deseo,

el cuerpo interno…