Bella Diosa de los cielos

que en la noche coquetea

quien te mira te desea

y le sirve de consuelo.

Linda Luna de Guatire

no hay nadie que no suspire,

cuando danzas en la noche,

con tu luz haces derroche

y hace que nunca te olvide.

Cuando estás en plenitud

eres ninfa tan preciosa,

bella, dulce y primorosa,

cual hembra en su juventud.

A Guatire baña en luz

alumbrando sus caminos

de…

Sabes que te quiero tanto

y tú no me quieres nada

es que a mí tú no crees nada,

pues piensas que estoy jugando,

Pero sufrir ya no aguanto

y penar cual ¨muerto vivo¨.

Se cayó aquel puente mío

donde pescaba esperanzas,

la carnada era mi alma

y el anzuelo el Amor Mío...¡¡

Ya rechazastes mis versos

en anterior ocasión,

mas, no supe la razón

y apagastes mi universo

dejándome en un…

Cuando yo muera y me vaya,

libre seré yo, al final

en la última batalla

y viaje a la eternidad.

Y no llevaré equipaje,

ni ropas para mudar,

ni un avío para el viaje,

ni pies para caminar.

Sólo de aquí llevaré

unos recuerdos conmigo,

pues olvidar no podré

lo mucho que te he querido.

Y volaré por los cielos

en busca de Dios y abrigo,

donde duermen los luceros

y donde…

Canta el Turpial en la rama,

canta el río en el zanjón,

canta alegre el Ruiseñor

y el Gallo por la mañana.

Todos cantan ya tu nombre;

ave, flor, camino y río,

la lluvia, el viento y el frío

y la Luna allá en el monte.

Y se despiertan las flores

exhalando sus aromas

y con el alba se asoman

perfumando a sus amores.

¡¡Oh Marybí, mi Marybí...¡¡

vuela el eco con la brisa

para…

Dios me ha dado de todo en la vida:

La vista, para ver a las estrellas,

a la luna, a los rayos y centellas

y el rey Sol cuando sale y me ilumina.

El tacto, para las caricias del viento,

de unas manos cálidas y amigas,

y el suave roce de una boca que me diga

lo que su corazón, por mí, lleva dentro.

El olfato, para oler a mis mañanas,

a la brisa cuando pasa entre las flores

y el aroma del trinar de…

Existe un pueblo fantasma, desolado

que sus minas de oro se agotó,

sólo un perro famélico quedó

pues su amo, por inútil, lo ha dejado .

Triste, en las noches, aúlla abandonado

ni un adiós ni siquiera le escuchó

cuando, tras sus pasos, la puerta se cerró

y marchose por caminos empolvados.

Aunque piensa, no encuentra la razón

si su amor fiel a su amo prodigaba

y su casa, cual bravo león, resguardaba

y de besos…