LA MEJOR HERENCIA Vladimir se sacrificó trabajando con rigor toda su vida. Era un hombre muy rico cuando ya muy anciano decidió repartir su herencia. Convocó a sus dos hijos mayores y a Libia,…

[Fernando Saltos Molina]

LA MEJOR HERENCIA

 

 

Vladimir se sacrificó trabajando con rigor toda su vida.  Era un hombre muy rico cuando ya muy anciano decidió repartir su herencia.  Convocó a sus dos hijos mayores y a Libia, la menor.  Les explicó que sentía cercana su muerte y quería, en vida, dejarles el fruto de sus esfuerzos.  Estimó la herencia en una impresionante suma que repartió equitativamente entre sus hijos; a cada uno le correspondió una fortuna.

 

El mayor le dijo: “¡Muchas gracias, papá! Esta fortuna que me dejas la haré crecer y será la mayor herencia que mis hijos pudieran esperar”.  El segundo le prometió: “¡Gracias, papá! El dinero me servirá para establecer la más grande empresa que se haya conocido por estos lugares y mis hijos la heredarán para que siga creciendo nuestra fortuna!”. 

 

Libia permanecía callada pero finalmente habló: “¡Papá, gracias por tus buenas intenciones! Comprendo el sacrificio que hiciste toda tu vida por brindarnos lo mejor, por darnos seguridad económica, salud y estudios de calidad, aunque nunca te diste tiempo para darnos algo que siempre necesité, ¡amor, papá, amor!  Por eso, mi parte de la herencia la ocuparé en crear una organización para que las madres solteras desvalidas puedan prodigarles a sus hijos todos los cuidados debidos, pero por sobre todo, su amor. ¡Gracias, papá!”.-

 

 

REFLEXIÓN

 

La mejor herencia que uno puede brindar a sus hijos es el amor; lo demás llegará por añadidura.  No es la excelencia de las cosas materiales que se les brinda sino la calidad del tiempo que se comparte con ellos, siempre expresándoles amor.

 

PENSAMIENTOS

 

• No esperes la felicidad en el dinero, búscala en el amor.
• Si el dinero es lo más importante para ti, dominará tu vida.
• Compartir lo material importa menos que compartir amor.