A LAS CUATRO EN MARACAIBO…

[Francisco Molina Infante]

Se ha parado el Sol esta tarde:

-a las cuatro en Maracaibo-

y no se quiere marchar,

hasta clavar con sus rayos

dos estacas de marfil,

que sostengan un recado,

para el viejo subfusil,

de aquel terrible soldado.

“No seas bituminoso,

Si te he de consentir,

que este pueblo tan hermoso,

pase un hambre tan hostil”.

Ya se han cegado mis ojos,

mis tímpanos se han callado

y no se agita el laurel,

porque el viento se ha calmado.

Que no se fundan los faroles,

ni se abran más las grietas,

que este bolivianismo tiene:

el peor de los sentidos.

Maduro se ha cambiado:

las chaquetas por corpiños,

para no cargar reales,

pues se lleva muchos duros

de los pozos petrolíferos

y a Venezuela la tiene

con un odio y más fastidio,

que jamás pudo suponerse

en el mundo de mortales.

[Elias Antonio Almada]

[mamihega]

Muy buena obra que refleja una realidad. Gracias por compartir.