Amanecer apreciándote, enamorándote y seduciéndote.

[Horlin Alberto Doubront Armas]

Amanecer apreciándote, enamorándote y seduciéndote.

 

Anhelo sentir cómo juguetean tus suaves y delicadas manos

junto a las mías...

entretanto excito, atizo, incito, la expresión de tus latidos,

déjame ver como se enciende el rubor de tus mejillas

mientras desenmaraño, desentrañároslo tus ramas

y excito, atizo, incito, todos y cada uno de tus gemidos…

 

Anhelo penetrarme en cada concavidad, laguna, agujero,

interioridad, seno, surco, grieta, abertura, puerta, ventana,

orificio hundido, espacio

y saborear el dulce elixir néctar de tus tiernos labios,

mientras desenvuelvo los espacios en mis manos

para comprimir, estrujar tu espalda con esas alocadas ansias….

 

Permíteme introducirme con mi pensar

en esa memoria infinita que es tu refugio y cobijo,

permíteme mirar amor como se es afianzar

fallecer, expirar de aflicción y tribulación entre tus hermosos brazos…

 

Amo sentir tu inhalación, tu olfato, en si tu aliento irregular, vacilante,

palpar como gimoteas, como suplicas,

y como corcel acelerado, sin paro y alocado

nos lleve al comienzo del alba, el amanecer, de la mañana…

 

Seré la luz radiantemente fugaz que se enrolla en tus cabellos

de un anochecer delicado, frágil y sutil muy conmovedor,

que te musite al oído sus replantaciones

y abrigue tu cara, tu mirar, tus labios con rapidez y prontitud,

 

Ya que ahora me encuentro donde antes no estuve

y seré tu copa de dulzura,

que se asiente en tus labios como suave nube…

 

Así que, el amanecer nos consiga

fundidos como aire y brisa en tu lecho,

una constelación encendida en tu abdomen, en tu vientre

padecerá, sufrirá de amor por el amanecer…

 

Se lo dedico a las mujeres en su más pura expresión.

 

Horlin Alberto Doubront Armas

Caracas Venezuela.-

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