**Asunto serio** Escritor árabe promueve el acoso sexual

[Luiza Gosuen]

El nombre de Abdulá Mohamad al-Dawud (también escrito como Abdullah Mohamed al-Dawud o Abdullah Mohamed al-Dawood) era, hasta hace pocos días, desconocido fuera de Arabia Saudita. En esta nación, sin embargo, al-Dawud es un hombre leído por miles de personas que disfrutan de sus libros de autoayuda.

Ahora, a este escritor le llegó la fama mundial, pero no por el valor de sus libros: al-Dawud es noticia ya que, a través de las redes sociales, promueve el acoso sexual a las mujeres que trabajan.

Se trata de una respuesta a una reciente medida de las autoridades saudíes que permite a las mujeres desarrollar ciertas actividades laborales en público.

Lo que hizo al-Dawud fue impulsar un hashtag en Twitter que, traducido a nuestra lengua, sería algo así como #AcosaMujeresCajeras (ya que, por lo cambios decretados por el gobierno, las mujeres ahora pueden trabajar en las cajas de supermercados u otros establecimientos comerciales). Muchos de sus seguidores han apoyado la iniciativa de al-Dawud ya que, consideran que las mujeres deben permanecer en sus hogares para “proteger su castidad”.

Por lo tanto, si son hostigadas sexualmente, probablemente se nieguen a seguir trabajando.

Este diario español recuerda que no es la primera propuesta radical de este escritor. Tiempo atrás, al-Dawud pidió que las bebés también usen velo para cuidarlas del acoso sexual. Ahora, el autor promueve el hostigamiento, aunque a las adultas.

Las reacciones ante esta nueva proclama de al-Dawud fueron diversas: aunque hubo gente que se mostró a favor, muchos saudíes pidieron un castigo para el escritor. Él, por su parte, se justificó citando una vieja historia del folklore de su país.

Al-Dawud recordó la leyenda de Al Zubair, un guerrero que no quería que su esposa salga de la casa para ir a rezar a la mezquita. Con la intención de hacerla desistir de su voluntad, una noche oscura aprovechó para hostigar a su mujer, sin que ésta supiera de quién se trataba. Aterrada, ella volvió corriendo a su vivienda y nunca más volvió a salir. Para al-Dawud, la mujer así se dio cuenta que “no hay lugar más seguro que el hogar” debido a que el mundo exterior “está corrompido”.