Fue beatificado en Linares (Jaén) el 12 de junio de 2010. Allí también nació. Se llama Manuel Lozano Garrido. Periodista inválido y ciego. Eucarístico y mariano. Estuvo en silla de ruedas más de 28 años. Una parálisis progresiva lo sumió en una inmovilidad total. Al principio, cuando sólo sus piernas estaban afectadas, escribía en una vieja máquina de escribir. “Se dedicaba a ser cristiano. Se dedicaba a creer,” dijo el padre Martín Descalzo, (sacerdote y escritor español. Periodista, dirigió las revistas Vida Nueva y Blanco y Negro. Su obra está impregnada de optimismo y esperanza evangélica. Es autor de varias novelas.)
Para Manuel, apodado Lolo, la Acción Católica lo era todo. De joven nadaba, amaba el deporte y la naturaleza. La Acción Católica de Linares lo formó apóstol y siempre, en la salud y en la enfermedad, una sonrisa vestía su rostro todos los días. Allí, en la Acción Católica aprendió a amar a María. A lo largo de sus 28 años de periodista inválido, le escribirá a María bellas páginas tiernas que demuestran su amor filial.
En esta ciudad de Buenos Aires y en el Convento de Santa Catalina, Viamonte y San Martín, en el marco de un almuerzo, fue invitado monseñor Rafael Higueras Álamo, quien fue postulador de la causa de beatificación del periodista Manuel Lozano Carrillo, fallecido en 1971 y beatificado en 2010 y a quien conoció y trató personalmente. Desde su casa, Manuel, Lolo para sus amigos, y cuando descansaba de su trabajo, llegaba hasta su balcón situado justamente enfrente de la parroquia de Santa María de Linares y manifestaba:” Ahora –frente a frente con el sagrario- voy a echar con Él un parrafillo”. Monseñor Higueras Álamo, vivía en esa parroquia y se cruzaba a visitar a Lolo en cuanto podía. Nos dijo que irradiaba una fortaleza especial y se trenzaban en amplio y profundos diálogos. Que lo conoció cuando era un joven pujante y estaba de novio, listo para casarse. Al tomar conciencia de su enfermedad, habló con quién era su novia y desde la más profunda pureza, le comentó que dejaría atrás el noviazgo debido a su estado porque “no podía arrastrarla a una vida de sacrificios”. La novia tomó los hábitos y partió hacia Canadá. Volvió a España cuando desenterraron sus restos en ocasión de la beatificación.
Los amigos lo visitaban con frecuencia en busca de consejo, apoyo, y eran de todas las clases sociales, mineros de Linares, estudiantes jóvenes, universitarios, empleados, sacerdotes, cadetes. Se iban de su casa con una inyección de fe profunda aplicada por este mistagogo que hizo del dolor una alegría para vivir en Cristo con diáfana cordialidad. Uno de esos jóvenes visitantes se expresó así: “Cada vez que lo visito, me voy sintiéndome más alegre, encontrando en Jesús la felicidad que yo buscaba…” Su hermana Lucy se hizo cargo de Lolo y fue una fiel y eficiente secretaria para ayudarle a fundar su obra “Sinaí”, grupos de oración para periodistas (convocó a las monjas de clausura a orar por el trabajo de estos periodistas y a 12 enfermos por grupo), escribió el Decálogo del Periodista, la Oración por los periodistas, 9 libros de espiritualidad, ensayos, artículos en diarios (casi un millar), y recibió múltiples premios. Su grupo llegó a ser una Fundación y fueron ellos los que trabajaron para conseguir su beatitud.
Lolo se fue a la Casa del Padre el 3 de noviembre de 1971. Era el Día de San Martín de Porres, nuestro patrono “Fray Escoba” que cuida la Ciudad de Buenos Aires. Su hermana Lucy y dos amigos rezaban a su lado y solicitaban que se celebre la misa junto a su cuerpo, recién conocidas sus Pascuas. Así lo solicitó Lolo y así se hizo. El 17 de diciembre de 2007, el Papa Benedicto XVI, declaró heroica la vida del Venerable Manuel Lozano Garrido. El 19 de diciembre de 2009, el mismo Papa aprobó, como milagrosa la curación de un niño. El 12 de junio de 2010 se celebró el solemne acto de Beatificación presidido por el enviado del papa y Prefecto de la Congregación para las causas de los Santos, Mons. Ángelo Amato.
Monseñor Rafael Higueras Álamo pidió a los periodistas presentes en el almuerzo del Convento de Santa Catalina, que soliciten a las monjas o monjes de los monasterios o a orantes de congregaciones católicas que encomienden a Lolo para que se manifieste su segundo milagro. También que oremos entre nosotros por él. Estrechó la mano de cada comensal y nos saludó en el nombre de Jesús.
Vilma Lilia Osella
Comentario
Gracias pòr compartir y hacernos conocer a esta personalidad, abrazos amiga
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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